León-. Habitantes de comunidades y ranchos de los municipios de León y San Felipe, Guanajuato, que denunciaron ataques hacia su ganado, afirmaron que las agresiones fueron hechas por perros ferales y no por un puma o un leopardo como se había sospechado.
A través de redes sociales se informó de supuestos ataques hacia el ganado de comunidades en Sierra de Lobos, sin embargo, habitantes de esta Área Natural Protegida (ANP) detectaron huellas que confirman que las agresiones fueron hechas por perros salvajes.
Comuneros y ganaderos publicaron fotos de huellas que han correspondido a cánidos, por lo que se descarta la presencia de felinos como pumas o leopardos, incluso de coyotes. Las fotografías de las huellas corresponden a perros ferales que se han adentrado en zonas en donde se tienen animales como burros, vacas, y cabras.
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En días pasados se publicaron imágenes de animales domésticos lesionados en la nariz y en las orejas, por lo que habitantes de ranchos y comunidades en Sierra de Lobos, zona que abarca los municipios de León y San Felipe, sospecharon que pudiera tratarse de un puma o un leopardo, sin embargo, por la forma de las heridas no corresponden a los grandes felinos de México.
“Un leopardo, hubiera subido la presa a un árbol o roca de altura considerable... Los leopardos, hubieran preferido presas de 10-40 kilos, seguramente hubieran preferido comer perros antes de tratar de cazar borregos y burro” explicó el biólogo Raúl Hernández Arciga, experto en el manejo de fauna silvestre en Guanajuato y México.
De acuerdo a información de un artículo publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a través de su página de internet Ciencia UNAM explica que los perros y los gatos ferales son un peligro para los ecosistemas ya que dentro de su dieta atacan a la fauna nativa importante para el equilibrio de ecosistémico de las zonas en las que habitan
“Los perros ferales son nocturnos principalmente, cazan conejo y ardillones, y completan su dieta con fauna nativa y desperdicios de humanos, lo cual ocasiona un daño al ecosistema” explica el artículo Abandono de Perros y Gatos, riesgo ambiental para la Reserva de Pedregal de San Ángel