León, Guanajuato.- El “Clásico del Bajío” entre el Club León y el Club Deportivo Irapuato es una de las rivalidades más arraigadas y apasionadas del fútbol mexicano, con una historia que se extiende por más de un siglo. Este enfrentamiento no solo ha definido la identidad futbolística de la región, sino que también ha sido escenario de momentos intensos y, en ocasiones, de incidentes violentos que han marcado su trayectoria.
Orígenes de la Rivalidad
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La rivalidad entre León e Irapuato se remonta a la década de 1920, cuando Diego Mosqueda, un destacado promotor del fútbol en Guanajuato, fundó en 1920 el León Atlético y, posteriormente, en 1925, organizó un triangular entre León Atlético, Tigres de Irapuato y Leones de León. Este torneo, ganado por Irapuato, sentó las bases de una competencia deportiva que rápidamente trascendió al ámbito regional.
El primer enfrentamiento oficial en la Primera División ocurrió el 5 de septiembre de 1954 en el estadio La Martinica, concluyendo con un empate 1-1. Desde entonces, cada encuentro ha sido una batalla por el orgullo regional, consolidando el “Clásico del Bajío” como un evento de alta expectación.
A lo largo de los años, la intensidad de esta rivalidad ha derivado en episodios de violencia tanto dentro como fuera del campo. Uno de los más notorios ocurrió durante la Final de Ascenso de la temporada 2002-2003. Previo al partido de vuelta en el Estadio Sergio León Chávez, surgieron rumores sobre la supuesta venta del Club Irapuato al Club León. La situación escaló cuando un grupo armado, presuntamente contratado por directivos de León, tomó el estadio para presionar la venta en caso de que Irapuato ascendiera. La afición local respondió recuperando el estadio de forma violenta, generando un ambiente tenso que precedió al partido.
Otro incidente significativo se registró el 6 de marzo de 2024, cuando, tras un partido entre el Club Irapuato y Deportiva Venados, jugadores y cuerpo técnico del equipo visitante denunciaron agresiones físicas en los vestidores del Estadio Sergio León Chávez. Según el comunicado de Deportiva Venados, fueron atacados por utileros del club local con bancos de madera, y elementos de seguridad privada utilizaron paralizadores y gas lacrimógeno contra ellos, causando lesiones y afectaciones respiratorias.
A lo largo de su historia, el “Clásico del Bajío” ha ofrecido encuentros memorables. En la temporada 1956-1957, Irapuato logró su primera victoria en un clásico, imponiéndose 3-2 en casa con un triplete de Jaime “Pelirrojo” Ortiz. En contraste, la mayor goleada registrada fue en la Copa de Oro de Occidente de 1958, donde León venció 5-4 en un partido lleno de emociones.
La Final de Ascenso de 2003 es otro hito en esta rivalidad. Irapuato, campeón del Invierno 2002, y León, monarca del Verano 2003, se enfrentaron en una serie que culminó con un global de 3-1 a favor de Irapuato, asegurando su regreso a la Primera División.
Además de su histórica competencia con Irapuato, el Club León ha desarrollado rivalidades con otros equipos. Una de las más destacadas es con el Atlas, especialmente en años recientes debido a enfrentamientos decisivos y a la conexión entre los propietarios de ambos clubes, lo que ha intensificado la competencia en el terreno de juego.
Otra rivalidad es con las Chivas del Guadalajara. Ambos equipos han disputado numerosos partidos oficiales, sumando 152 encuentros hasta la fecha, lo que ha alimentado una competencia histórica entre ellos.
Actualidad del Clásico
Aunque las categorías en las que militan León e Irapuato han variado, el “Clásico del Bajío” sigue siendo un referente del fútbol regional. En junio de 2024, ambos equipos se enfrentaron en un cuadrangular amistoso, reavivando la pasión de sus aficiones y demostrando que, pese al paso del tiempo, la rivalidad permanece vigente.
La rivalidad entre el Club León y el Club Irapuato ha sido forjada a través de décadas de competencia, momentos de gloria y episodios de tensión. Este enfrentamiento no solo representa un duelo deportivo, sino también una manifestación del orgullo y la identidad de dos ciudades que viven el fútbol con una pasión incomparable.
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