León, Guanajuato.-Tirar basura, arrancar flores, llevarse una rama, alimentar animales silvestres y hasta mover una piedra de su lugar para llevársela de recuerdo, son acciones comunes entre las personas que suelen visitar Sierra de Lobos, sin embargo, esto puede causar un grave daño al ecosistema que compone esta, nuestra área natural protegida.
No se sabe si es el gritar de los niños, el amor de la familia, el humeante asador que hipnotiza a los aventureros visitantes con ese mágico olor a carne asada. O ¿qué será lo que mantiene a los excursionistas tan distraídos? cómo para dejar bolsas y bolsas repletas de desechables, pañales sucios, envolturas, botellas, cáscaras, cualquier tipo de desperdicio.
“Hay una falta de cultura por el cuidado a la naturaleza” Juan Carlos Guerra, Director de Campamento El Peñón.
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Dentro de Sierra de Lobos, un área natural protegida en el estado de Guanajuato, se encuentra un centro promotor de campamentos conocido cómo El Peñón, un lugar que promueve el cuidado y la preservación de la naturaleza y realiza campamentos recreativos educativos a grupos de escuelas, empresas y universidades basado en formación y desarrollo humano.
Quienes además de hacerse cargo del cuidado de esa parte del área natural protegida, promueven el cuidado de la misma a los visitantes de la sierra.
Juan Carlos Guerra, Director del campamento, le platicó a La Silla Rota que son cerca de 6 mil acampantes que anualmente visitan la sierra. “Si los dejas que vengan a la aventura, bastaría un año para acabarte el lugar, por eso hay que saber cuidarlo” expresó el director.
Desde que el grupo llega, se le dan ciertas indicaciones para el cuidado y el respeto del lugar, desde cómo tratar la basura, separarla, no alimentar animales, cuidar el entorno, no arrancar plantas; recalcar que el humano es sólo un visitante.
Se le invita a los grupos que se lleven experiencias y nada físico, todo lo que hay aquí, respetarlo, cuidarlo y saberlo valorar, las plantas, las biznagas, el musgo, los camaleones, las lagartijas, víboras de cascabel, todo eso es parte del lugar y hay que aprender a dejarlo ahí, en dónde pertenece.
Según el director del campamento Juan Carlos Guerra y según la Conanp (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas en México). Si no se siguen los cuidados adecuados esto podría generar:
1. Pérdida de hábitats
Ramas y piedras no son solo objetos inanimados; muchos animales y plantas las utilizan como refugios, hábitats o espacios para criar. Al remover estos elementos, puedes destruir hogares de insectos, pequeños mamíferos o incluso especies en peligro.
Ejemplo: Quitar una piedra puede destruir el hábitat de insectos o de pequeños organismos que dependen de la humedad y la protección que ofrecen.
2. Interrupción de ciclos naturales
Las ramas caídas y la materia orgánica en descomposición son parte esencial del ciclo de nutrientes en un ecosistema. Estos materiales se descomponen y enriquecen el suelo, proporcionando nutrientes a las plantas y árboles. Al removerlos, interrumpes este ciclo, empobreciendo el suelo y afectando a la flora.
Ejemplo: Al quitar ramas secas o hojas, el suelo no recibe la materia orgánica necesaria, lo que puede debilitar la salud de los árboles y plantas.
3. Desequilibrio en las cadenas alimenticias
Los animales que te lleves no solo pierden su libertad y su papel en el ecosistema, sino que también dejas un hueco en la cadena alimenticia. Por ejemplo, al capturar un insecto, privas a los depredadores naturales de su fuente de alimento, lo que puede llevar a la disminución de ciertas poblaciones.
4. Fragilidad del equilibrio ecológico
Los ecosistemas naturales tienen un equilibrio muy delicado. Cada piedra, rama o animal cumple una función específica dentro del sistema. Cambiar o remover algo, por pequeño que parezca, puede tener efectos en cascada y alterar este equilibrio, afectando a otras especies y procesos naturales.
Ejemplo: Quitar una piedra de un arroyo puede alterar el flujo del agua, afectando a peces o plantas acuáticas que dependen de ese entorno específico.
5. Alimentar animales
Alteración de la dieta natural: Los animales silvestres tienen dietas específicas que satisfacen sus necesidades nutricionales. Al ser alimentados por humanos, consumen alimentos que pueden ser inadecuados o perjudiciales para su salud.
Dependencia en los humanos: Al recibir comida regularmente de los humanos, los animales pueden volverse dependientes y perder su capacidad de buscar alimento por sí mismos, lo que afecta su supervivencia a largo plazo.
Juan Carlos, invita a los visitantes a disfrutar el paisaje, del campo y la conexión con la naturaleza con el fin de valorar los entornos. “La experiencia del campo es muy positiva, el hecho de aprender a admirar la belleza del lugar, también te invita a cuidarlo a respetarlo, a ver que las cosas que están, se pueden cuidar y aunque pasen muchas personas se puede preservar.” Expresó Carlos.
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