León-. El día que desapareció Adrián Alejandro Martínez fue a trabajar a la mueblería América, soñaba con un futuro mejor para él y su familia en León, esa tarde asaltaron la tienda. “Estaba muy espantado” relató su mamá, esa noche al salir de su turno, cuando se dirigía a su casa, no se volvió a saber de él.
Adrián Alejandro llegó a Guanajuato para ofrecerle algo mejor a sus hijos y a su esposa, dejó la Ciudad de México para vivir en León y al poco tiempo encontró trabajo en una mueblería.
Su madre Eloísa López Martínez compartió que “Llevaba 19 días radicando en esta ciudad, no somos de aquí, somos de la Ciudad de México, se vino para acá para encontrar nuevas fuentes de trabajo , llevaba dos días trabajando en las Mueblerías América”.
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Alejandro desapareció un miércoles 20 de junio del 2018 cuando salió del trabajo y se dirigía a su domicilio: “Ya nunca llegó a la casa con su esposa y sus dos niños, desde ese entonces no sabemos nada de su paradero, tenía 23 años”.
Eloísa contó que el día en que se perdió todo contacto con Adrián Alejandro, hubo un atraco al establecimiento: “Da la casualidad de que ese día asaltaron la famosa mueblería y los dueños o el gerente o el que está a cargo jamás presentaron una denuncia, no nos han querido dar una respuesta… Algo… Nada”.
Adrián Alejandro se comunicó con Eloísa, le contó sobre lo que había pasado en la tienda aquella tarde del 21 de junio: comentó de asalto, estaba muy espantado, ocurrió de 6 a 7 de la noche, de noche cuando le dieron salida, iba hacia su casa, nunca llegó”. Ahora Adrián está desaparecido.
“Ya son 5 años que estamos en esta búsqueda sin saber nada de nada” expresó Eloísa y las palabras apenas podían salía de su boca detenidamente.
La esposa y las abuelas de Adrián Alejandro y Eloísa realizan periódicamente el viaje desde la capital del país, pero su búsqueda sigue sin respuesta después años: “Realmente como tal apoyo de las autoridades no hemos obtenido, a pesar de que no somos de aquí, nos trasladamos de la ciudad de México para acá, para buscarlo y tocar puerta a puerta, nos prometen, nos dicen, nos lavan el oído y hasta ahorita no vemos nada claro”.
La familia viste una playara con el retrato de Adrián Alejandro, víctima de desaparición forzada, un joven de piel morena y clara, de cabello negro, viste una camisa blanca, le sonríe a la cámara, debajo de su foto dice: “Si mi deseo pudiera hacerse realidad, estarían aquí conmigo ahora”.