León.- Exmilitares y paramilitares colombianos actúan en el estado de Guanajuato, al servicio del Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), para apoyar a esta organización criminal en su lucha contra el Cártel Jalisco Nueva Generación. Su función es, además de servir de brazo armado, la de brindar entrenamiento militar a los sicarios del “Marro”.
Estas contrataciones de colombianos también las ha hecho el Cártel de Sinaloa, aliado del de Santa Rosa de Lima, de acuerdo con información publicada por el especialista Héctor de Mauleón en El Universal.
La presencia de estos extranjeros en Guanajuato, concretamente en la región Laja-Bajío, agrava el clima de violencia aunado a la operación, en esa zona, del llamado “Grupo Escorpión”, del Cártel del Golfo, también llegado en alianza con el CSRL.
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Estos últimos, los integrantes del Grupo Escorpión, fueron señalados inicialmente como los responsables de haber privado de la libertad y asesinado a 6 mujeres el pasado 7 de marzo. Sin embargo, nuevos reportes de inteligencia permiten señalar que este crimen fue perpetrado por los colombianos.
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CSRL y CDS en alianza
El pacto entre el Cártel de Santa Rosa de Lima, fundado por José Antonio Yépez “el Marro” con el Cártel de Sinaloa ha tenido como objetivo contrarrestar la incursión del Cártel Jalisco Nueva Generación en el estado.
Concretamente, la pugna es por la región Laja-Bajío, municipios como Celaya, Villagrán y los Apaseos, donde esa disputa se ha visto reflejada en la escalada de asesinatos de civiles. En Apaseo el Grande, en las últimas semanas, principalmente de mujeres.
Identifican a colombianos
El 20 de noviembre, un enfrentamiento iniciado en San Juan de la Vega, del municipio de Celaya, llamó la atención por la gran violencia empleada por policías estatales y municipales contra un grupo de civiles.
Estos últimos, con armas de alto poder, habían atacado una comandancia de la Policía Municipal, hiriendo a 4 policías. Se inició una persecución y balacera en la que 2 de los agresores murieron; los otros civiles escaparon a pie y se internaron en la comunidad de San Elías y luego en San Isidro de la Concepción, donde entraron por la fuerza a una casa y se atrincheraron, luego de someter a sus moradores.
Los agentes fueron tras ellos, irrumpieron en la casa y ahí abatieron a 6 personas, por lo que fueron acusados de uso desmedido de la fuerza.
Sin embargo, de acuerdo con lo publicado con De Mauleón, cuando se identificó a los muertos se supo que entre estos había dos exmilitares colombianos, entrenados en el Medio Oriente. Uno de ellos, campeón mundial de jiu-jitsu.
Sus nombres eran Jarinton Jesús López Sarmiento y Geovanny Ferer Estrada.
En las investigaciones se estableció el nexo entre los 2 exmilitares y otro colombiano, el supuesto líder de la célula que atacó la comandancia: Jorvey David Pacheco, de quien se cree que logró huir aquel día. Ese 20 de noviembre, ya llevaban unos 6 meses oeprando en la región, luego de haber entrado por la frontera de Guatemala y llegar directamente a Guanajuato.
cv