Irapuato-. El biólogo Víctor Emmanuel Baltazar Rodríguez realizó un estudio adentrándose en el Cerro del Veinte, una zona de extensa de vegetación nativa de una gran riqueza natural y paisajística y de gran importancia ecológica para el estado de Guanajuato. El experto explicó que esta zona es la última fortaleza natural dentro de Irapuato y que funciona como una barrera que hace frente al cambio climático.
Con escasos recursos, poco presupuesto, y solo algunos víveres, el especialista estudió el Cerro del Veinte con la finalidad de establecer un plan de preservación: "Son escasos estos estudios y donde los hay, son en zonas muy conocidas”.
El estudio se centró en la estructura y composición de las especies de árboles y arbustos del Cerro del Veinte, el investigador explicó: “No desde el punto de hacer un listado, es conocer su estructura, cuánto miden, cuántos hay, cuál es su densidad, sus diámetros, es un índice de biodiversidad para hacer comparación con estudios en el norte y en el sur del país”.
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Para estudiar la zona se tomaron fotografías de cada especie arbórea, se utilizó un software especial: “fue un trabajo único en su clase, no hay trabajos de este tipo aquí en Guanajuato y en México son contados”.
El especialista detalló a La Silla Rota que los estudios de vegetación en México son limitados. El Cerro del Veinte es una zona poco explorada de Guanajuato, destacó que existen listados que identifican las especies mas no precisan si los ejemplares están en peligro de extinción o el número de especies existentes en cada zona.
A través de diversas herramientas el biólogo identificó la composición, la importancia estructural de cada árbol y arbusto, medió la cobertura del dosel, es decir la sombra los árboles, dentro del área natural se exploró también la barranca La Escondida.
El biólogo y botánico del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN informó que la investigación da a conocer información específica sobre este tipo de boque: "Cuántos brotes hay, cuántos bebés hay para saber cómo se está regenerando el bosque actualmente, cuántos están alcanzando la etapa adulta y así poder saber la interacción entre especies. Cuando tú estás en bosque, en el que hay un dosel que cubre muy poco, los rayos de luz entran bastante fuertes lo que provoca que el suelo se seque y que no haya retención de agua, lo que provoca que la planta se estrese y por ende muera”.
Un corredor ecológico en Irapuato
El Cerro del Veinte forma parte de un corredor ecológico entre la Sierra de Pénjamo y el Cerro de Arandas, sin embargo, la zona de estudio no está tipificada como Área Natural Protegida (ANP) por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial (SMAOT).
Víctor Emmanuel Baltazar Rodríguez, especialista en botánica y ecología de Bosque Tropical Caducifolio, detalló que gran parte de la vegetación que estudia ha tenido un deterioro y deforestación debido al cambio de uso de suelo: “Para Desgracia de Irapuato, la mayor parte del territorio de Irapuato fue ocupado por la agricultura, por lo que queda de vegetación le conocemos como relictos, vestigios de Bosque Tropical Caducifolio”.
Víctor Emmanuel explicó a la Silla Rota que se trata de un extenso estudio ya que se realizó en tres mil metros cuadrados muestreados de superficie en el Cerro del Veinte.
La investigación también se basó en un mapeo de las especies de árboles que habitan en el Cerro del Veinte, por lo que se conocerán datos como la distancia entre ejemplares, la ubicación a través de coordenadas e información recabada en “Ipads” y un Sistema de Posicionamiento Global (GPS).
“Esto nos ayudó a conocer qué especies había, en qué porcentaje había, por ejemplo, tres mil árboles, de esos tres mil árboles, cuántos son mezquites, cuántos son huizaches, así nos permite saber qué tipo de vegetación es” relató vía telefónica el especialista.
El Cerro del Veinte explicó Baltazar es una zona de gran riqueza natural, ya que se preserva y vive un estado de transición hacia una estructura de Bosque Tropical Caducifolio maduro. “La zona del Cerro del veinte es un área perfecta para la conservación y diversificación que funge como semilleros por su diversidad de especies, es un nicho ecológico único”.
Dentro del estudio del Cerro del Veinte se encontraron 21 especies de árboles y 10 arbustos, con un total de 31 especies, detalló el investigador “poco conocidas. Es una estructura de bosque porque predominan los árboles, no los arbustos”.
La Zona del Cerro del Veinte también se le conoce como selva seca, ya que en temporada de sequía sus especies arborescentes son resistentes a prolongados periodos de sequía por lo que sobreviven sin agua durante mucho tiempo: “Estamos teniendo un reservorio ecológico extremadamente rico que se pude aprovechar para la arquitectura, para el paisaje urbano, para la restauración y creación de áreas naturales. Hay una gran riqueza que no debe verse como terreno de explotación”. Expuso Víctor Emmanuel Baltazar Rodríguez.