De acuerdo con el especialista Javier Tejado Dondé, la huelga de escritores y actores en Hollywood ha generado un escenario prometedor para la industria cinematográfica mexicana. México cuenta con destacadas casas productoras, talentosos actores y guionistas, lo que nos convierte en candidatos ideales para restablecer algunas producciones que no pueden llevarse a cabo en Estados Unidos.
Desde hace dos meses, el sindicato de escritores y guionistas de Estados Unidos inició una huelga. Esto ha provocado la interrupción de muchos programas en vivo, como los late night shows, y la transmisión de episodios antiguos en su lugar. Además, ha paralizado la producción de diversos programas de televisión, streaming y películas populares, como Family Guy, The Handmaid's Tale, Grey's Anatomy, House of the Dragon, Jeopardy, Stranger Things y Deadpool 3, por mencionar solo algunos.
¿Qué ha sido de la huelga de actores?
La situación se ha complicado aún más, ya que la semana pasada, el sindicato de actores también se unió a la huelga. Esto impide que los protagonistas de series y películas graben escenas, asistan a estrenos y realicen cualquier tipo de promoción. Es la primera vez en décadas que ambos sindicatos, con 180 mil miembros, se declaran en huelga al mismo tiempo. La última vez que esto ocurrió fue en 1960, cuando Ronald Reagan era el presidente del sindicato de actores, antes de convertirse en presidente de Estados Unidos.
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Tanto los actores como los escritores están preocupados por el uso de la Inteligencia Artificial (IA) para la creación de guiones y la generación de réplicas digitales de actores, sin pagarles por ello. Estas cuestiones ya están sucediendo, como se puede observar en la última película de Indiana Jones, donde se muestra a un rejuvenecido Harrison Ford gracias a la manipulación digital.
¿Qué hay de México?
En México, se han perdido grandes oportunidades en el ámbito audiovisual. Por ejemplo, el Senado aprobó una iniciativa presentada por Ricardo Monreal, la cual establecía que todas las plataformas de streaming debían incluir un porcentaje mínimo de contenido nacional. Esto habría obligado a plataformas como Netflix, Disney+, Amazon Prime, ViX y HBO, entre otras, a tener un cierto porcentaje de producciones mexicanas. Esta medida, conocida como "cuota", ya se aplica con éxito en países como Francia, Reino Unido, Canadá, Colombia y Australia, y ha impulsado la producción cinematográfica nacional y protegido las industrias culturales de cada país frente a los enormes presupuestos de las multinacionales.
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Sin embargo, a pesar de ser una medida nacionalista, la llamada "4T" vetó esta iniciativa en México. La Secretaría de Economía, encabezada por Graciela Márquez y Tatiana Clouthier, rechazó oficialmente el dictamen del Congreso argumentando supuestas "violaciones" al T-MEC, lo cual resultó extraño, ya que Canadá ya aplica dicha medida.
¿Cómo puede beneficiar esta situación a México?
Aunque por el momento se ha perdido esta oportunidad para la industria cinematográfica nacional, México sigue siendo un lugar idóneo para restablecer o sustituir algunas producciones que no pueden llevarse a cabo en Estados Unidos, especialmente aquellas destinadas a los hispanoparlantes, que suman más de 600 millones en todo el mundo.
Dos plataformas de streaming en particular podrían aprovechar lo que está sucediendo en Estados Unidos y seguir produciendo contenido nuevo para sus suscriptores: Netflix, que tiene producciones en curso en varias partes del mundo, incluyendo México, y ViX, la plataforma de TelevisaUnivision, que está en plena expansión y acaba de adquirir Argos, de Epigmenio Ibarra, para generar decenas de miles de horas de contenido. Sin duda, ha sido un buen momento para realizar esta adquisición.
La poca ayuda del gobierno al cine mexicano
Sin embargo, las autoridades mexicanas a menudo no contribuyen a impulsar nuestra icónica industria cinematográfica. Por ejemplo, los Baja Film Studios, que fueron creados por 20th Century Fox en las afueras de Tijuana para filmar Titanic en 1997, fueron primero vendidos y luego cerrados debido a los obstáculos burocráticos impuestos por la Secretaría de la Defensa Nacional para el uso de pólvora y explosivos en las filmaciones.
Más recientemente, la inseguridad en la zona ha hecho que pocas producciones quieran cruzar la frontera para aprovechar sus 18 hectáreas, a pesar de que Hollywood está a solo dos horas en automóvil.
La industria audiovisual mexicana se encuentra en una situación inmejorable. Se espera que el gobierno pueda hacer algo para impulsarla o, al menos, no obstaculizarla, generando decenas de miles de empleos y logrando que México resuene en todo el mundo. Pronto veremos cómo se desarrollan los acontecimientos.