Un reciente estudio realizado por el ingeniero y especialista en submarinos, José Luis Martín, ha revelado los espeluznantes detalles de los últimos momentos vividos por los tripulantes del submarino Titán antes de su trágico final. Este submarino había descendido a las profundidades del Atlántico Norte con el objetivo de explorar los restos del Titanic, que lleva sumergido en el fondo del mar desde hace 111 años.
Este tipo de expediciones turísticas de aventura, organizadas por la empresa OceanGate, son utilizadas para financiar las investigaciones relacionadas con dicho evento histórico.
El pasado domingo 18 de junio, a las 8:00 de la mañana, el Titán se sumergió en el Atlántico con la intención de alcanzar los 3.800 metros de profundidad. Sin embargo, una hora y media después, el sumergible dejó de comunicarse con la nave nodriza. Durante las labores de rescate, la Guardia Costera de Estados Unidos escuchó ruidos extraños que se sospechaba podrían ser mensajes provenientes de los tripulantes del Titán.
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¿Qué sucedió dentro del Titán en su último minuto de vida?
Días después, estos sonidos intensos se confirmaron como el sonido de la implosión que sufrió el submarino Titán, en la cual perdieron la vida los cinco ocupantes, incluido Stockton Rush, CEO de OceanGate. Ahora, las investigaciones para determinar las causas de este fatal accidente están en curso.
Según el experto en submarinos José Luis Martín, los tripulantes del Titán pudieron darse cuenta de lo que iba a suceder en los últimos 48 segundos previos a la implosión. Martín llevó a cabo una reconstrucción de los hechos, concluyendo que el sumergible se habría hundido de manera vertical y "sin ningún control" durante al menos 900 metros. Esta situación habría llenado de terror a los cinco tripulantes, quienes quizás sabían que estaban condenados a morir. Según las investigaciones, el tiempo total que el submarino Titán empleó en su descenso en el Atlántico Norte fue de 71 segundos.
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De acuerdo con la hipótesis planteada por el experto ingeniero, la cápsula del Titán pudo haber sufrido una falla eléctrica al descender de forma horizontal, lo que la obligó a cambiar de posición. Como resultado, el sumergible "perdió su motor y propulsión, perdiendo así la comunicación", indicó Martín.
El cambio a la posición vertical del Titán habría sido causado por los 400 kilogramos que pesaba el conjunto de los pasajeros, lo que llevó a que todos los tripulantes quedaran "amontonados unos encima de otros", según el informe del ingeniero. Además, el piloto del submarino Titán no pudo accionar la palanca de emergencia y, por lo tanto, no tuvo la posibilidad de maniobrar con los elementos de control y seguridad, los cuales se encontraban "averiados".
En este sentido, las conclusiones sobre lo sucedido al submarino Titán señalan que, al descender a las profundidades del océano, el resistente casco del submarino sufrió un repentino aumento de presión. Esto provocó que el "empuje" disminuyera y que el Titán se volviera cada vez más pesado, explicó Martín. Por lo tanto, durante esos segundos finales, los tripulantes del Titán habrían estado "conscientes" de lo que estaba sucediendo, pero en completa oscuridad.
El trágico destino del submarino Titán ha dejado en shock a la comunidad de expertos en submarinos y a la empresa OceanGate. Este incidente ha puesto de relieve los riesgos y desafíos que implica la exploración de las profundidades marinas. A medida que las investigaciones continúen, se espera que se puedan obtener más respuestas sobre las causas exactas de este trágico accidente, con el objetivo de prevenir su repetición en el futuro y garantizar la seguridad de las expediciones submarinas.