TUXTLA GUTIÉRREZ.- La aparición de un supuesto polipo nasal --hace casi ocho años-- no fue motivo para preocuparse tanto, pero desde hace como seis meses su vida comenzó a desmoronarse debido a que ese “detalle” se convirtió en un tumor maligno que le creció de forma desproporcionada en casi toda la mejilla izquierda.
En el marco del Día Mundial de Investigación del Cáncer, aquí en La Silla Rota te contamos la historia de Albert Rafael Cruz Chatú, padre de familia originario de esta ciudad que se enfrenta a un melanoma o cáncer de piel agresivo, enfermedad que ha aumentado en los últimos años en México, según las estadísticas oficiales y especialistas en la materia.
Para él, recuerda, el que en la actualidad sufra de cáncer se debe a un mal diagnóstico pues lo que tenía era más severo y no “simples granitos” en la nariz o polipos que le impedían respirar de forma adecuada.
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La situación para el papá de 4 hijos es cada vez más compleja, debido a que desde hace tres semanas el tumor se robusteció y con ello también los dolores y las preocupaciones por la falta de recursos.
Con base en cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre el 2023 y 2024 se reportaron entre 11,000 y 16,000 nuevos casos de ese padecimiento en nuestro país.
De hecho, cuenta Albert en entrevista con La Silla Rota, que se le ha dificultado costear las quimioterapias que requiere para reducir el abultamiento cancerígeno de su cara, y el echar mano de la seguridad social tampoco ha sido de gran alivio, pues ahí no cuentan con los medicamentos que él requiere, o muchas veces no le hacen los estudios indicados.
Agotado, pero en pie de lucha
“Esto sigue avanzando, ha crecido de una forma impresionante y ha afectado mi vida de manera significativa”, confiesa Albert, de 37 años de edad quien, a pesar de que por su mente pasó el hecho de “tirar la toalla”, se ha tomado de la mano de Dios para no desmayar y superar la enfermedad.
Aunque el panorama se nota incierto, sobre todo porque no cuenta con un sueldo base ni prestaciones y además no puede trabajar tranquilamente como lo hacía hasta hace unos meses en la venta de automóviles, refiere que por la bendición del Todopoderoso se han aparecido personas que le han tendido la mano, como amistades y familiares.
Desde hace como dos semanas, Albert empezó a resentir aún más los efectos del cáncer porque le empezaron a salir agujeros en su rostro, por lo que la tensión y los dolores incrementaron en varias partes de su cuerpo, incluso los pulmones.
Le agobia, dice, que no tenga el dinero suficiente para tratarse adecuadamente, pues sólo para “medio pasarla” requiere de 2,500 pesos semanales o más, aparte de los gastos que se generan en pagos de renta de un departamento, alimentación, servicios básicos y la manutención de su esposa e hijos.
Albert, sin duda, no desea ser parte de las cifras negras que reporta el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), misma que advierte que, en 2023, se registraron poco más de 91,000 decesos por cáncer en el país, la mayoría en mujeres (52.4%).
Tras advertir que en las últimas noches no ha podido conciliar el sueño, insiste en que no puede “dejarse vencer”, y por ello pone toda su fe en Jesucristo quien, según él, le ha demostrado que puede tener una segunda oportunidad de vida “porque sin él creo que no hubiera podido seguir”.
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De lo que está convencido –dice-- es que este problema a cualquiera le puede ocurrir, aunque en su caso no sabe a ciencia cierta qué se lo provocó.
Problemática de salud que va en aumento
Entrevistado por aparte, Joaquín Manzo, doctor en Ciencias Biomédicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), deja en claro que por desgracia las estadísticas de casos y la mortalidad del melanoma van al alza en los últimos tiempos.
Basado en información del Instituto Nacional de Cancerología, comenta que hay una serie de causas que provocan la enfermedad como una mayor exposición a la luz solar, los cambios en dietas y un incremento en los índices de contaminantes y de la misma población.
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Aunque este melanoma ataca más a las personas cuya edad supera los 65 años, refiere que sin embargo adultos jóvenes ya lo presentan, e incluso en adolescentes.
“No es una enfermedad particular de la vejez”, insiste el también gerente médico de Oncología de la empresa farmacéutica MSD, quien asevera que, en las próximas dos décadas, la problemática sería mayúscula como lo ha estimado el Observatorio Global del Cáncer.
Lamenta que aún se adolezca en nuestro país de un registro más preciso de los casos diagnosticados de melanoma; no obstante, comenta que sí han notado, por experiencia clínica o de investigaciones, que este problema impacta más en el norte del país, por una mayor exposición a los rayos solares.
“Pero tenemos que aclarar que también hay otros casos donde el melanoma se aparece en zonas como las palmas de las manos o las plantas de los pies, lo que no precisamente tiene que ver con una relación directa con el sol”.
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