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Política y República

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El grito, pero de desesperación

En Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha, suspendió la festividad del Grito de Independencia, por razones de seguridad. Sin embargo, hubo quienes sí dieron el grito en Culiacán: fueron las madres buscadoras, quienes tomaron las escalinatas de la catedral en la capital sinaloense y llevaron a cabo una protesta por lo que ellas dicen, son 3,000 personas desaparecidas. Y esto lo llevaron a cabo mientras el secretario de gobierno, Feliciano Castro, llevaba a cabo un acto protocolario, de Independencia, en la explanada de Palacio de Gobierno.

¿Qué pasó en el Cereso de Hermosillo?

Esa es la pregunta que se hace el fiscal del estado de Sonora, Rómulo Salas Chávez; y es que resulta que en el Centro de Reinserción Social número 1, que se ubica en Hermosillo, se llevó a cabo un concierto, que todo indica, no fue organizado por la autoridad. Se trató de un concierto de un cantante que hace apología del delito, y aparentemente fue para celebrar el cumpleaños de un delincuente. Sin duda habrá muchas preguntas que responder de parte de quienes dirigen el lugar, porque todo se supo a partir de un video que rápidamente se hizo viral en redes.

“No es para tanto”

En varios municipios de la república se cancelaron las festividades de Independencia, por temas de inseguridad. En el caso de Veracruz, fueron cuatro los municipios que suspendieron la festividad: Cerro Azul, Coxquihui, Coahuitlán y Zozocolco.Todas esas regiones son gobernadas por el PAN; pero ante tal situación, la gobernadora Rocío Nahle salió decir que en realidad no había motivos para cancelar. En pocas palabras: tampoco es para tanto.

El secretario delincuente

Y los funcionarios acusados de estar involucrados con la delincuencia no dejan de brotar. El secretario del ayuntamiento de Jiquilpan, en Michoacán, Luis Ángel -ahora- “N”, fue detenido por su presunta implicación con la delincuencia organizada y por la creación y difusión de videos con amenazas del Ejército Purépecha de Libertad Michoacana. Ahora sí que como diría el clásico: ¿cuántos más?