Puebla, Pue. — Gregorio Córdova Murrieta, migrante mexicano de 48 años originario de Teziutlán, Puebla, fue arrestado en Hawái por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) acusado de reingreso ilegal a Estados Unidos. Lo que volvió inusual este caso fue la manera en que fue localizado: a través de los envíos de remesas que realizaba a su familia en México.
De acuerdo con los registros judiciales, desde junio existía una orden de arresto en su contra. El 3 de julio se presentó por primera vez ante un juez y el 6 de agosto acudió a su última audiencia previa a la sentencia, programada para el próximo 9 de septiembre.
Según medios locales como Civil Beat, Córdova trabajaba en un negocio de azulejos y mostradores en Honolulú y estaba comprometido con Grace Pérez, quien presenció su detención. Relató que agentes le mostraron una orden judicial, lo esposaron y lo trasladaron, mientras él se despidió de ella con un beso y la frase: “mamá, no te preocupes”.
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Su prometida lo describió como “un hombre trabajador y honesto”, además de señalar que enviaba dinero constantemente para el sustento de sus padres enfermos y de su hija menor en México.
Remesas bajo vigilancia
La investigación reveló que la empresa de envíos de dinero registró al menos 11 operaciones de Córdova entre 2021 y mayo de este año. En ellas utilizó un pasaporte mexicano y una dirección en Honolulú, información que resultó clave para ubicarlo.
El 15 de junio, agentes de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) realizaron labores de vigilancia en su domicilio y confirmaron su identidad antes de ejecutar la detención.
Este caso es considerado inusual por expertos y defensores de migrantes. Daniel Werner, abogado senior de la firma Just Futures Law en Washington, advirtió que “nunca se habían documentado casos en los que se usaran datos de remesas para hacer cumplir leyes de reingreso ilegal”.
Sin antecedentes penales
Organizaciones de apoyo a migrantes alertaron que podría sentar un precedente legal, pues la base de datos utilizada originalmente se creó para combatir delitos como lavado de dinero o narcotráfico, no para vigilar transferencias de trabajadores migrantes.
La defensora pública Jacquelyn Esser subrayó que Córdova no tiene antecedentes penales y que se declaró culpable de reingreso ilegal con la intención de acelerar el proceso judicial para poder regresar a México y reunirse con sus padres enfermos.
La sentencia definirá si el migrante será deportado de inmediato o enfrentará alguna sanción adicional en Estados Unidos. Por lo pronto, el caso ha encendido un debate sobre la privacidad de los envíos de dinero y su posible uso como herramienta en la política migratoria.
Contexto: Esta noticia es relevante porque revela cómo las remesas, fuente vital de sustento para millones de familias mexicanas, podrían ser utilizadas como un mecanismo de vigilancia en Estados Unidos. De confirmarse esta práctica, marcaría un precedente en la aplicación de leyes migratorias, generando preocupación entre comunidades migrantes que dependen de estos envíos y abriendo un debate sobre la protección de datos personales y los derechos humanos de los trabajadores en el extranjero.
