VIOLENCIA MUSICAL

¿Quién era Ernesto Barajas, vocalista de Enigma Norteño asesinado en Jalisco?

Ernesto Barajas, vocalista y líder de Enigma Norteño, destacó en la música regional mexicana por sus corridos y presentaciones en México y Estados Unidos. Su carrera estuvo marcada por el éxito, pero también por amenazas del crimen organizado que antecedieron a su asesinato en Jalisco.

Escrito en ESTADOS el

JALISCO- El cantante de regional mexicano Ernesto Barajas, vocalista de la agrupación Enigma Norteño y asesinado hoy durante un ataque armado, era un músico de Culiacán, Sinaloa que desde temprana edad mostró afinidad por la música norteña. 

Ernesto Barajas, vocalista de la agrupación Enigma Norteño.

Su gusto por la música lo llevaron a formarse como vocalista y bajista, convirtiéndose en un músico completo que no solo interpretaba, sino que comprendía la estructura y producción de sus canciones. Con el tiempo, se consolidó como un referente dentro de la música regional mexicana, ganando reconocimiento por su estilo potente y su presencia escénica.

Como líder de Enigma Norteño, Barajas no solo destacaba por su voz, sino también por su capacidad de dirigir y organizar al grupo, asegurando que cada producción musical mantuviera un buen estándar de calidad. Su estilo mezclaba la tradición de los corridos con matices modernos, lo que le permitió conectar con distintos públicos tanto en México como en Estados Unidos.

Su trabajo como productor lo colocó detrás de varios éxitos del género, contribuyendo a la evolución del regional mexicano contemporáneo.

Además de su faceta artística, Ernesto Barajas se involucró en la parte empresarial de su agrupación, supervisando contratos, presentaciones y la estrategia de promoción de Enigma Norteño. Se convirtió en un pilar fundamental del grupo, respetado por colegas y admiradores. Su liderazgo permitió que el proyecto no solo sobreviviera a los cambios del mercado musical, sino que se mantuviera vigente y competitivo en un género altamente exigente.

A pesar de las amenazas que enfrentó por parte del crimen organizado, Ernesto Barajas continuó su carrera con pasión, consolidándose como una figura influyente en la música regional mexicana. 

De acuerdo con los primeros reportes de la policía municipal, el crimen del músico ocurrió en el cruce de Francisco I. Madero y la calle Arenales, en la colonia Arenales Tapatíos, zona limítrofe con Mariano Otero. Testigos señalaron que dos hombres a bordo de una motocicleta arribaron al lugar y abrieron fuego contra el músico y sus acompañantes.

Barajas se encontraba dentro de un vehículo junto con un hombre y una mujer cuando los sicarios se acercaron y dispararon sin mediar palabra. El ataque fue directo, según confirmaron autoridades locales, lo que descarta que se tratara de un robo o un incidente fortuito.

Paramédicos acudieron al sitio y confirmaron la muerte del vocalista y del otro acompañante masculino. La mujer, de 27 años aproximadamente, fue trasladada a un hospital cercano con una herida de bala en la rodilla; hasta el momento su estado de salud es reportado como estable.

El crimen generó una rápida movilización de policías municipales y estatales, quienes desplegaron un operativo de búsqueda en la zona, sin que hasta ahora se tenga información sobre la captura de los responsables.

Amenazas previas del crimen organizado

El asesinato de Ernesto Barajas guarda similitudes con el de Camilo Ochoa, otro cantante de música regional que también fue ultimado días atrás en circunstancias relacionadas con amenazas del crimen organizado.

En el caso de Barajas, las advertencias contra su vida se remontan a 2023, cuando una narcomanta atribuida al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) fue colocada en Baja California para impedirle presentarse en la Feria de Rosarito.

El mensaje, difundido además en redes sociales, advertía: “Ernesto Barajas, vocalista de Enigma Norteño, deja de sentirse protegido por los hermanos Aquiles y Rana, aquí no vas a venir a cantar corridos de tu bandera. La Baja tiene dueño. Atte: CJNG”.

Las autoridades locales reconocieron la amenaza y recomendaron a la agrupación cancelar su presentación en Rosarito, lo que finalmente ocurrió. La banda emitió un breve comunicado en el que señaló que suspendía el show “por recomendación de las autoridades y organizadores”, sin dar mayores detalles.

Según versiones de inteligencia, el CJNG acusaba a Barajas y a Enigma Norteño de tener vínculos con los hermanos Alfonso “El Aquiles” y René “La Rana” Arzate García, presuntos líderes del Cártel de Sinaloa en Baja California, relacionados con el tráfico de fentanilo y otras drogas.

Esa confrontación entre grupos criminales habría colocado al cantante en el centro de una disputa de intereses, convirtiéndolo en objetivo de amenazas y, finalmente, de un ataque mortal en Jalisco.

Reacciones y contexto de violencia

Tras confirmarse el asesinato, diversas personalidades del medio musical lamentaron la noticia. El promotor Beto Sierra y la periodista de espectáculos “La Chicuela” fueron de los primeros en despedirse del cantante en redes sociales.

El homicidio ocurre en un momento de creciente violencia contra músicos del regional mexicano, género que con frecuencia se ve involucrado en disputas del narcotráfico debido a los contenidos de los llamados “narcocorridos” y a la influencia de los grupos criminales en la industria musical.

En los últimos años, intérpretes como Valentín Elizalde, Sergio Vega “El Shaka” y recientemente Camilo Ochoa, han sido asesinados en circunstancias similares, lo que refleja el alto riesgo que enfrentan artistas que, de manera directa o indirecta, cruzan las líneas del poder criminal.

La Fiscalía de Jalisco inició una carpeta de investigación para esclarecer el ataque contra Barajas y sus acompañantes. Hasta ahora, no se han dado a conocer detenidos ni mayores avances sobre los móviles del crimen, aunque las autoridades reconocen que las amenazas previas del CJNG forman parte de las líneas de investigación.

Contexto: El asesinato de Ernesto Barajas, además de golpear al gremio artístico, evidencia la profunda vulnerabilidad de quienes se desenvuelven en escenarios donde la cultura y el entretenimiento se ven atravesados por la violencia del narcotráfico.