PUEBLA,PUEBLA– En agosto de 2024, el restaurante Fenotti abrió sus puertas en San Andrés Cholula con la promesa de convertirse en un rincón de Italia en Puebla. Un año después, su historia se transformó en un caso de presunto despojo, abuso de poder y violencia.
El empresario austriaco Armin Brandel y su pareja Carolina Mendoza, afirman que los hermanos Juan Pablo y Emilio Kuri Carballo —uno de ellos con trayectoria política en el Partido Verde—, en complicidad con autoridades municipales, emprendieron una campaña de hostigamiento que incluyó clausuras ilegales, cortes de agua, intimidaciones y agresiones físicas, hasta obligarlos a cerrar y abandonar el negocio en el que invirtieron todos sus ahorros.
“Amore, passione y piacere”, es decir, “amor, pasión y placer”, era el lema del restaurante Fenotti cuando abrió sus puertas en agosto de 2024 en el municipio de San Andrés Cholula, en los límites con la ciudad de Puebla.
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Foto: Cortesía.
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Pero la aventura del empresario austriaco Armin Brandel y su pareja Carolina Mendoza Ramírez como restauranteros, se convirtió en una batalla legal contra los dueños de la plaza que albergaba su negocio propiedad de los hermanos Juan Pablo y Emilio Kuri Carballo.
Vínculos políticos y contratos onerosos en Riona High Plaza
El empresario poblano Juan Pablo Kuri Carballo, ex dirigente estatal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y exdiputado local, es uno de los propietarios de Riona High Plaza, el centro comercial donde el empresario austriaco Armin Brandel y su pareja, Carolina Mendoza, señalan haber sido víctimas de abuso de autoridad, hostigamiento y actos delictivos que derivaron en el cierre de su restaurante.
Juan Pablo Kuri ha desarrollado su carrera política bajo las siglas del PVEM, partido que dirigió a nivel estatal y en cuya cúpula nacional participó. Llegó a una regiduría en el Ayuntamiento de Puebla (2014-2018) por la vía de representación proporcional y posteriormente ocupó una curul en el Congreso del Estado (2018-2021) también por la misma vía.
De acuerdo con la denuncia de Brandel y Mendoza en poder de La Silla Rota, las autoridades del municipio de San Andrés Cholula no sólo ignoraron sus quejas, sino que permitieron que se cometieran actos de hostigamiento y clausuras ilegales contra su negocio, Fenotti Ristorante Italiano, ubicado en los locales 17 y 18 de la plaza, sobre la lateral sur de la Vía Atlixcáyotl, a metros del Periférico Ecológico.
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El contrato de arrendamiento, firmado en febrero de 2024, establecía una renta mensual de 100 mil 877 pesos con 20 centavos, más una cuota de mantenimiento equivalente al 14% de la renta —14 mil 22 pesos con 80 centavos— a favor de la empresa Komplex Servicios Administrativos, propiedad de los hermanos Juan Pablo y Emilio Kuri Carballo.
Los empresarios señalan que, desde el inicio, enfrentaron trabas administrativas, cobros excesivos y condiciones irregulares en la plaza que afectaron la operación del restaurante, mientras las autoridades municipales se mantuvieron omisas ante sus denuncias.
De la inversión millonaria a los primeros obstáculos
“Cinco millones de pesos era todo mi ahorro y lo que invertimos en ese negocio”, afirma sin titubear el empresario austriaco Armin Brandel, quien junto con su pareja, Carolina Mendoza, abrió el restaurante Fenotti en Riona High Plaza, propiedad de los hermanos Juan Pablo y Emilio Kuri Carballo.
Brandel firmó el contrato de arrendamiento el 29 de febrero de 2024, sin advertir cláusulas que ahora considera abusivas, en parte por sus limitaciones con el idioma español.
Desde el inicio, el local —entregado en obra negra— presentó problemas: no contaba con instalación de gas natural ni permisos esenciales, y los administradores le negaban recibos del pago de agua potable, un requisito indispensable para tramitar la licencia de funcionamiento.
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A estos contratiempos se sumaron deficiencias en la infraestructura de la plaza; goteras, escaleras eléctricas intermitentes, ausencia de extintores, tomas eléctricas expuestas y acceso bloqueado a la azotea. Brandel asegura que notificó en varias ocasiones tanto a los propietarios como a la administradora, Rosario Pedraza Ares, sin obtener soluciones.
La falta de documentos y adecuaciones retrasó los trámites previos a la apertura, que podían tomar hasta un mes cada uno, dejó al restaurante en una situación operativa crítica antes incluso de recibir a su primer cliente.
Retrasos, hostigamiento y tensiones antes de abrir
En una carta del 3 de junio de 2024, Armin Brandel denunció que, pese a que el contrato establecía la entrega inmediata de documentos esenciales para operar, estos no le fueron proporcionados, lo que retrasó la instalación de su equipo de cocina y la apertura del restaurante Fenotti.
Las áreas comunes presentaban suciedad y fallas de mantenimiento, mientras que la falta de conexión para gas natural impidió instalar su horno de piedra.
El retraso hizo vencer los tres meses de gracia de renta; la prórroga solicitada fue rechazada por los propietarios. Días antes de la inauguración, la administradora Rosario Pedraza tuvo enfrentamientos con los dueños del restaurante, incluso llamando a la policía municipal de San Andrés Cholula cuando enviaron empleados a limpiar la plaza.
Tras abrir, recibieron un cobro de agua muy por encima de tarifas oficiales y sufrieron apagones de luz y escaleras eléctricas, lo que consideraron hostigamiento.
Conflictos y acusaciones en el centro comercial
El 17 de noviembre de 2024, las cámaras de seguridad del restaurante Fenotti registraron el momento en que un guardia de seguridad de la plaza comercial impidió que el empresario austriaco Armin Brandel estacionara su vehículo. Al bajar del automóvil, el guardia lo alejó de forma violenta, lo que motivó a Brandel a llamar a la policía y llevar detenido al trabajador.
Tras este incidente, comenzaron a registrarse robos de autopartes en el estacionamiento subterráneo del centro comercial, afectando a clientes del restaurante.
El 10 de enero de 2025, la administradora de la plaza, Rosario Pedraza, acompañada de dos guardias, protagonizó un acto similar contra Carolina Mendoza, quien intentaba estacionarse frente a Fenotti. En ese momento, Brandel acudió al lugar y fue detenido por policías municipales de San Andrés Cholula, quienes lo acusaron de alterar el orden. Sin embargo, fue liberado de inmediato por la jueza.
Poco después, algunos medios poblanos difundieron versiones en las que se acusaba al empresario de haber agredido físicamente a Rosario Pedraza, lo que incrementó la tensión entre el propietario del restaurante y la administración del centro comercial.
Orden de desalojo y escalada legal contra Fenotti
El 20 de febrero de 2025, Armin Brandel, propietario del restaurante Fenotti, recibió una orden de desalojo en la que se le exigía depositar el equivalente a tres meses de renta mientras se resolvía un proceso legal en su contra. La acción fue promovida por los hermanos Juan Pablo y Emilio Kuri Carballo, a través de su apoderado legal, Octavio Jesús Solís Morán.
Los Kuri Carballo interpusieron un juicio ordinario mercantil en el que reclamaron la rescisión del contrato de arrendamiento, el pago de rentas y la desocupación inmediata de los locales 17 y 18 de Riona High Plaza. Argumentaron que Brandel incumplió reiteradamente con el pago de la renta y que realizó remodelaciones sin presentar previamente los planos, lo que —según ellos— causó daños como perforaciones en columnas para colocar extintores y la remoción de letras de vinil.
La orden señalaba que el desalojo debía ejecutarse a partir del 1 de marzo de 2025. En paralelo, personal del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (SOAPAP) cortó el suministro de agua al restaurante. Sin embargo, días después la propia dependencia determinó que la suspensión había sido ilegal y retiró los sellos de clausura.
Para enfrentar la falta de agua, los dueños de Fenotti instalaron un tinaco provisional en la terraza del local. También adquirieron dos tinacos adicionales que permanecieron vacíos, como medida preventiva ante nuevos cortes del servicio.
Allanamiento y clausura
En un video captado por la cámara de seguridad del restaurante Femotti, se observa a dos hombres encapuchados entrar a la terraza y arrojar al estacionamiento varios tinacos de agua. Al fondo, aparecen las luces de una patrulla de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de San Andrés Cholula, cuyos elementos no intervinieron para detener la acción.
Al día siguiente, el Ayuntamiento de San Andrés Cholula emitió un comunicado negando los hechos a pesar de que el video evidenciaba lo contrario.
Posteriormente, el 11 de abril, dos elementos de Protección Civil municipal —una de ellas identificada como Ana Lilia Tecuatl López— colocaron sellos de clausura en las ventanas del restaurante. Según denunció el empresario austriaco Armin Brandel, este procedimiento se llevó a cabo con múltiples irregularidades, las cuales hizo del conocimiento de la misma dependencia.
El 23 de abril, la SSC, de la que depende Protección Civil municipal, reconoció que la clausura había sido ilegal. Con esta admisión, Brandel presentó una denuncia ante la Secretaría de la Función Pública estatal contra funcionarios del municipio, acusándolos de encubrimiento, falsedad de declaraciones y abuso de poder.
Cierre entre amenazas y agresiones
Tras casi un año de conflicto y acoso, Armin Brandel y Carolina Mendoza cerraron su restaurante Fenotti en San Andrés Cholula. El día que acudieron a desocupar el local, aún pagando renta, fueron intimidados por guardias de la plaza comercial y por Emilio Kuri Carballo, Rosario Pedraza y Octavio Solís Morán.
Solís rompió una puerta de cristal, pateó a empleados y golpeó a Carolina para arrebatarle su celular. Ella denunció que fue tirada al piso y tocada de forma lasciva, mientras policías municipales presenciaban sin intervenir.
La Policía Estatal arrestó a Solís, apoderado de los hermanos Kuri Carballo, pero fue liberado en menos de 24 horas. La pareja busca ahora audiencia con el gobernador o la fiscal, aunque enfrenta un juicio que ya no puede costear.
Plaza fantasma en Lomas de Angelópolis
Riona High Plaza está situada a pocos metros de Chedraui Selecta, una de las entradas principales de Lomas de Angelópolis por donde circulan miles de personas cada día. Sin embargo, a pesar de su ubicación estratégica, la plaza comercial luce prácticamente vacía, con un solo negocio abierto; una tienda de telefonía celular.
Los espacios de estacionamiento permanecen bloqueados y cualquier automóvil que intente estacionarse es rápidamente abordado por dos elementos de seguridad que preguntan las intenciones del visitante, lo que desalienta la llegada de clientes y visitantes.
El equipo de este reportaje intentó obtener la postura de los dueños de Riona High Plaza, pero no había nadie disponible en el inmueble para responder. Los elementos de seguridad indicaron que se enviara un mensaje de texto al número de WhatsApp que aparece en un espectacular en la entrada del estacionamiento.
Medios de comunicación poblanos difundieron la versión de los propietarios de Riona High Plaza, quienes acusaron públicamente al empresario austriaco Armin Brandel, dueño del restaurante, de incumplir con el pago de la renta y de diversos servicios. Los encabezados publicados resaltaron esta narrativa con frases como: “Armin Brandel, dueño del restaurante Fenotti, vacía el local y huye sin pagar renta y otros servicios”, “Le cortan el agua a dueño de restaurante Fenotti; no paga el servicio” y “Dueño del restaurante Fenotti es detenido por agredir a una mujer en San Andrés Cholula”.
En dichas notas se expuso que, según los dueños de la plaza, Brandel enfrenta demandas por probables delitos como fraude, despojo y agresiones, y que la Fiscalía General del Estado de Puebla mantiene investigaciones en su contra. También afirmaron que el empresario tenía un historial de malos tratos, discriminación y ofensas hacia los empleados de la plaza, lo que —de acuerdo con su versión— agravó el conflicto comercial y legal.
La Silla Rota contactó a Rosario Pedraza, administradora de la plaza, quien ante las preguntas simplemente respondió: “A mí me agredió ese loco”, refiriéndose al empresario Armin Brandel. Aunque aceptó inicialmente una entrevista, Pedraza no respondió a las llamadas posteriores del reportero.
Contexto: Este reportaje visibiliza cómo una inversión millonaria y un proyecto empresarial legítimo, pueden ser víctimas de abusos, hostigamiento y omisiones por parte de autoridades y actores con poder político, lo que refleja podría desencadenas un patrón de impunidad y falta de protección a los derechos de los empresarios. Además, evidencia la colusión entre intereses políticos y económicos que afecta no solo a los afectados directos, sino también a la comunidad y al desarrollo económico local, poniendo en riesgo la confianza y la legalidad en el entorno empresarial.