Mérida, Yuc.— Un operativo de gran escala fue desplegado por fuerzas federales y estatales en una residencia ubicada en Temozón Norte, al norte de esta capital, propiedad de Marisela Hernández Molina, viuda del empresario regiomontano José Ángel Dávila Bernal, quien fue ejecutado en septiembre de 2024 en el fraccionamiento Las Américas de Mérida.
El cateo, realizado este martes 8 de julio y encabezado por elementos de la Guardia Nacional, el Ejército mexicano, la Marina, la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, derivó en el aseguramiento de 14 vehículos de lujo, así como laptops, tablets, celulares y otros dispositivos electrónicos.
Dávila Bernal fue atacado a balazos la madrugada del 15 de septiembre del año pasado, tras una discusión con dos hombres afuera del bar Barra Kulichi, en la plaza Royal Campocielo. Aunque fue trasladado con vida por familiares a un hospital, murió poco después. El crimen continúa bajo investigación.
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Durante el cateo en la residencia de Temozón Norte, las autoridades aseguraron lo siguiente:
- 6 Ferrari (modelos SF90 Stradale, 812 Superfast y 296 GTB)
- 2 Lamborghini Huracán
- 2 McLaren
- 1 Mercedes AMG GT Black Series
- 1 Lincoln Navigator
- 1 Ford Lobo Raptor
- 1 Nissan Versa 2025
La red de fraudes exhibida tras su muerte
Sin embargo, su muerte destapó una compleja red de fraudes, lavado de dinero, extorsión, robo y venta de autos de lujo con documentación falsificada, presuntamente vinculada al crimen organizado.
Dávila y su esposa se habían mudado de Monterrey a Mérida, luego de enfrentar denuncias por fraude en Nuevo León. Ya establecidos en Yucatán y Quintana Roo, replicaron el mismo esquema delictivo: vendían vehículos de alta gama con facturas apócrifas, engañando a empresarios, influencers y compradores particulares. Uno de los casos más conocidos fue el del yucateco Miguel Pastor Campos Salazar, quien denunció la compra fraudulenta de un Lamborghini. Pese a las pruebas, su denuncia no prosperó.
En 2022, Dávila protagonizó un incidente en el exclusivo Yucatán Country Club, cuando fue increpado por una de sus víctimas. Alegó sentirse mal y pidió una ambulancia para evitar ser detenido, logrando huir en medio de la confusión.
Además del fraude con vehículos, fue acusado por el uso de documentos apócrifos para despojar propiedades, así como por amenazas, secuestros y extorsiones. En Cancún, intentó establecer operaciones similares, pero tras negarse a pagar “derecho de piso”, sufrió ataques directos: vehículos incendiados y un local baleado. Estos hechos lo obligaron a mudarse definitivamente a Mérida desde finales de 2018.
Investigado en Estados Unidos
Autoridades de Estados Unidos también le seguían la pista. Mantenían dos investigaciones abiertas, una en Phoenix, Arizona, y otra en Miami, Florida, por el robo de vehículos de lujo y embarcaciones, desde 2019 y 2020, respectivamente.
Pese a múltiples denuncias interpuestas en las fiscalías de Yucatán, Quintana Roo y Nuevo León, sus operaciones no fueron frenadas. Se presume que protección institucional y corrupción facilitaron su impunidad durante años.
Fuentes cercanas a la investigación señalaron que Dávila Bernal mantenía una deuda de 35 millones de pesos con un sujeto identificado como "Shamir", presuntamente ligado al Cártel del Noreste, lo que podría haber motivado su asesinato.
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Hoy, las autoridades intentan reconstruir la red criminal del empresario caído, mientras decenas de víctimas aún esperan justicia por los fraudes millonarios que dejó tras su paso por el sureste mexicano.
JCVP
