Morelia, Mich.- Diez presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) han muerto en el transcurso de una semana en la región de Tierra Caliente, Michoacán, como resultado de enfrentamientos con grupos armados locales, fallos en la manipulación de explosivos y ataques fallidos contra fuerzas de seguridad.
La noche del miércoles, un nuevo choque ocurrió en la comunidad de El Guayabo, municipio de Apatzingán, donde civiles armados repelieron un ataque del CJNG. Dos sicarios fueron abatidos y un camión blindado, conocido como monstruo, fue incendiado tras lanzar explosivos sobre viviendas de la zona.
Este hecho se suma a una cadena de enfrentamientos que ha dejado un saldo de 10 muertos en una semana, todos presuntamente miembros del CJNG:
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- Lunes: Tres hombres con chalecos con las siglas del cártel fueron abatidos.
- Martes (madrugada): Otros tres murieron al detonar accidentalmente un artefacto explosivo improvisado en un camino de terracería entre El Guayabo y El Alcalde.
- Martes (día): Dos cuerpos con huellas de tortura y heridas de bala fueron abandonados en la cabecera municipal de Apatzingán. Autoridades los identificaron como parte de una célula del cártel.
- Miércoles: Dos más cayeron tras lanzar explosivos desde un vehículo blindado y ser repelidos por civiles armados.
Pobladores acusan abandono militar
Habitantes de El Guayabo y otras comunidades han denunciado que el Ejército mexicano se mantiene como espectador, sin ingresar a la zona serrana donde se concentra la violencia. "Solo vienen a tomarse la foto", afirman pobladores, quienes también responsabilizan a las autoridades de permitir el avance del CJNG y su brazo aliado, Los Viagras.
Además, señalaron que desde la semana pasada ha habido ataques también contra policías y soldados. El 16 de junio, en Aguililla, una emboscada contra el Ejército dejó dos delincuentes muertos. El 21 de julio, militares fueron agredidos con drones explosivos en El Alcalde, aunque los artefactos no detonaron cerca del personal. Y el miércoles pasado, en Buenavista, la policía municipal fue atacada, con saldo de un agente lesionado.
La situación en esta franja de la Tierra Caliente evidencia un escenario de guerra no declarado, donde las comunidades quedan atrapadas entre células criminales fuertemente armadas, grupos civiles de autodefensa y autoridades que, acusan, no actúan con firmeza.
¿Por qué es importante este tema?
Contexto: La muerte de 10 presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en una semana en Apatzingán no es un hecho aislado, sino parte de una escalada violenta en la región de Tierra Caliente, Michoacán. El CJNG, en alianza con Los Viagras bajo el nombre de Cártel Michoacán Nueva Generación (CMNG), libra una ofensiva para recuperar y consolidar el control territorial frente a grupos armados locales y comunidades que se han levantado en resistencia.
La estrategia del cártel incluye el uso de explosivos improvisados, drones cargados con artefactos y vehículos blindados artesanales, conocidos como “monstruos”. Esta táctica ha dejado un rastro de enfrentamientos, ejecuciones, desplazamientos forzados y ataques contra fuerzas militares y policiales.
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Michoacán se ha convertido en uno de los focos más peligrosos del conflicto criminal en México. Municipios como Apatzingán, Tepalcatepec, Buenavista y Aguililla enfrentan un escenario de guerra no declarada, donde la población queda atrapada entre las células del crimen organizado y la inacción o limitada capacidad de las autoridades para intervenir de forma efectiva.
JCVP