Morelia, Mich.- Tres presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) murieron este martes al estallar un artefacto explosivo que manipulaban en un camino rural de Apatzingán, Michoacán.
De acuerdo con testimonios de habitantes de la zona, el estallido ocurrió cerca del mediodía y provocó un estruendo que cimbró puertas y ventanas de viviendas cercanas. Un grupo de jornaleros que transitaba por el camino hacia la comunidad de El Alcalde observó, a la distancia, a sujetos armados mientras intentaban colocar el explosivo. Al percatarse de la situación, decidieron huir.
Minutos después escucharon la explosión. Al voltear, vieron los cuerpos calcinados de tres hombres que manipulaban el artefacto.
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Este hecho se registró en la misma zona donde, un día antes, tres presuntos sicarios del CJNG fueron abatidos en un enfrentamiento, y donde desde hace una semana se han intensificado los ataques con explosivos, incluso en contra de personal del Ejército mexicano.
Más violencia en Apatzingán: tres muertos adicionales
La violencia no cesó. Durante la madrugada de este martes fueron abandonados los cuerpos de dos hombres en las inmediaciones del monumento a Lázaro Cárdenas, en la cabecera municipal de Apatzingán. Las autoridades los identificaron como integrantes del CJNG, con base en su indumentaria. Ambos cuerpos presentaban huellas de tortura y heridas de bala.
En otro punto de la ciudad, fue localizado el cuerpo decapitado de una persona más, aún no identificada.
¿Por qué es importante este tema?
Contexto: la explosión que mató a tres presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Apatzingán no es un hecho aislado. Forma parte de una escalada violenta en la región de Tierra Caliente, donde este grupo criminal, en alianza con Los Viagras bajo el nombre de Cártel Michoacán Nueva Generación (CMNG), libra una ofensiva para consolidar el control territorial. La estrategia incluye el uso sistemático de explosivos improvisados y drones, una táctica que ha dejado múltiples muertos, desplazamientos forzados y ataques contra autoridades civiles y militares.
Michoacán se ha convertido en uno de los principales epicentros de la violencia criminal en México. Municipios como Apatzingán, Tepalcatepec y Aguililla viven bajo fuego cruzado, con reportes constantes de emboscadas, narcobloqueos, asesinatos de alcaldes y agresiones contra fuerzas de seguridad. La creciente sofisticación del armamento utilizado por los grupos criminales, como las minas terrestres y artefactos lanzados desde drones, refleja una peligrosa evolución en la forma de operar del crimen organizado.
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JCVP