El gobernador de Nuevo León, Samuel García, abrió este 9 de junio la posibilidad de que no se construya un viaducto elevado de 17 kilómetros proyectado a lo largo del río Santa Catarina, y dejó entrever que la decisión final podría recaer en su sucesor.
Aunque no precisó las razones de un eventual cambio de postura, sus declaraciones surgen tras las protestas de colectivos ambientalistas y del movimiento #UnRíoEnElRío, que incluso interpusieron un amparo al considerar que la obra pone en riesgo la flora y fauna del río, el cual atraviesa la zona metropolitana de Monterrey. El proyecto cuenta con participación principalmente privada.
“Lo más probable es que no haya [viaducto], pero yo no sé si el siguiente gobernador, en dos años, se vaya a animar o no. Es un proyecto privado, no es del estado. Lo que sí es seguro es que no toca el río, eso lo deja claro el decreto. El río no se toca, es un área natural protegida y ningún proyecto de automóviles puede entrar al río. Ninguna construcción”, afirmó García durante una reunión de la Comisión Ambiental Metropolitana (CAME).
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Contexto: el Río Santa Catarina es flanqueado por importantes avenidas de alta velocidad en sus márgenes norte y sur, y actualmente, en su costado norte, se construye una nueva línea del sistema de transporte Metro de Monterrey. La polémica por el viaducto ha reabierto el debate sobre el desarrollo urbano en zonas de valor ecológico, así como el papel del Estado frente a los intereses privados.
Una obra cuestionada
El "Viaducto Urbano Santa Catarina" fue impulsado por la administración estatal a través de la Red Estatal de Autopistas (REA) e incluye un distribuidor vial de casi 17 kilómetros de longitud y 20.8 metros de ancho, con seis carriles, que correría sobre la avenida Morones Prieto, al lado sur del Río Santa Catarina. La propuesta contempla un parque lineal en la parte inferior del viaducto y conectaría desde el Bulevar Antonio L. Rodríguez hasta Miguel de la Madrid.
Desde el 21 de abril, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) abrió a consulta pública la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada por la REA, aunque hasta ahora no ha emitido una resolución definitiva sobre su aprobación.
Como parte del proceso, organizaciones civiles entregaron a la dependencia un documento con cerca de 90 observaciones elaboradas por 15 especialistas, quienes señalaron severas deficiencias en la MIA. Entre ellas, la ausencia de un análisis de vulnerabilidad climática, lo que, afirman, impide garantizar la protección efectiva del ecosistema.
El pasado domingo, el gobierno estatal anunció un acuerdo para declarar al Río Santa Catarina como Área Natural Protegida (ANP), en una extensión de 700 hectáreas que abarca desde la Sierra Madre hasta la presa El Cuchillo. Esta declaratoria fortalece el blindaje legal sobre el cauce, cuya zona de influencia atraviesa seis municipios: Santa Catarina, San Pedro Garza García, Monterrey, Guadalupe, Juárez y Cadereyta.
Sin embargo, el colectivo #UnRíoEnElRío advirtió este mismo lunes que el acuerdo anunciado por el gobierno de García no representa una declaratoria oficial del río Santa Catarina como Área Natural Protegida, sino únicamente un aviso de intención. En rueda de prensa, integrantes de la agrupación ciudadana señalaron que el anuncio hecho por las autoridades estatales carece de validez jurídica como declaratoria, y recordaron que el Río Santa Catarina ya fue declarado ANP en 2008, bajo la figura de parque urbano.
El secretario de Medio Ambiente del estado, Alfonso Martínez Muñoz, confirmó que el río cuenta ahora con una figura de protección legal; sin embargo, evitó pronunciarse sobre si el viaducto afectaría el cauce. Consultado por la prensa, señaló que la evaluación del proyecto sigue siendo responsabilidad de la Semarnat, que continúa analizando la MIA.
Temen riesgo ambiental, social y legal por viaducto
Colectivos como #UnRíoEnElRío y organizaciones ambientalistas rechazan el proyecto del “Viaducto Urbano Santa Catarina”, promovido por el gobierno de Nuevo León, al considerar que representa un alto riesgo para la población, el medio ambiente y la equidad social.
Advirtieron que la obra, que se construiría dentro del cauce del río, podría aumentar el riesgo de inundaciones al reducir su capacidad hidráulica, además de poner en peligro a más de 800 especies de flora y fauna registradas en la zona, algunas bajo protección oficial.
Señalaron también que el proyecto fomentaría el uso del automóvil, agravando la contaminación del aire, y excluye a quienes no tienen vehículo propio, al tratarse de una vía de cuota.
Las organizaciones acusaron que la Manifestación de Impacto Ambiental carece de estudios técnicos clave y contradice leyes ambientales vigentes. Por ello, exigen a la Semarnat negar el permiso ambiental y buscar alternativas más sostenibles.
Un pulmón verde para Monterrey
El río Santa Catarina es un eje vital para Monterrey y su zona metropolitana. No solo cumple funciones ecológicas y ambientales —como actuar como corredor biológico y “pulmón verde”—, sino que también es fundamental para la gestión de escurrimientos pluviales y la prevención de inundaciones. Desde 2008, parte de su cauce se encuentra bajo la figura de Área Natural Protegida (ANP) en modalidad de parque lineal.
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Históricamente, el río ha sido testigo del crecimiento urbano e industrial de la ciudad y forma parte del imaginario colectivo con referentes como el Puente del Papa. En la actualidad, movimientos ciudadanos como #UnRíoEnElRío impulsan su reconocimiento como corredor biológico ripario y exigen que se priorice su restauración por encima de megaproyectos como el viaducto elevado. Su preservación se ha vuelto símbolo de la disputa entre el desarrollo urbano y la protección ambiental en Monterrey.
JCVP
