La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila , evitó profundizar en los motivos que llevaron a su esposo, Carlos Torres Torres, a dejar el cargo honorario que desempeñaba dentro de su administración como coordinador de proyectos estratégicos.
Durante su conferencia de prensa semanal, que esta vez se realizó en el puerto de San Felipe, Ávila se limitó a agradecer la labor de Torres en temas de áreas verdes y recuperación de espacios públicos. “Es una decisión personal que ha tomado y yo respeto”, señaló la mandataria, quien también modificó a última hora el día habitual del encuentro con medios, cambiándolo del miércoles al jueves.
Torres Torres anunció el martes por la noche, a través de sus redes sociales, que haría una "pausa" en sus actividades públicas para enfocarse en su familia. Desde entonces, no ha sido visto en actos oficiales ni ha emitido nuevos comentarios.
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La gobernadora sostuvo que no tiene más información que la difundida por su esposo en sus plataformas digitales. “Esa es toda la información y lo que ustedes pueden leer en sus redes sociales”, afirmó. La salida de Torres Torres ocurre semanas después de que se reportara que las autoridades estadounidenses le retiraron su visa al intentar cruzar por la garita de San Ysidro.
En el gobierno de Tijuana, donde Torres Torres también coordinaba proyectos de manera honoraria, el alcalde Ismael Burgueño aseguró que el programa continuará con apoyo de las distintas secretarías municipales. “Próximamente daremos a conocer cómo queda este esquema de proyecto estratégico”, comentó.
Tanto Ávila como Burgueño habían respaldado públicamente la permanencia de Torres Torres en su papel como vínculo entre el gobierno y actores privados para proyectos de rehabilitación urbana en Tijuana y Mexicali.
Carlos Torres deja cargos honorarios tras retiro de visa
Carlos Torres Torres, esposo de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, anunció su retiro de la coordinación de proyectos estratégicos que encabezaba en los gobiernos estatal y municipal de Tijuana. La decisión llega en medio de la controversia por el retiro de su visa para ingresar a Estados Unidos, hecho que también afectó posteriormente a la mandataria.
“Sé que, en momentos como este, la polarización y los señalamientos —aunque infundados— no ayudan al clima que el estado y su gente necesitan”, escribió Torres en su cuenta personal de Facebook.
Desde el 10 de mayo, cuando dio a conocer en redes sociales la cancelación de su visa por parte del gobierno estadounidense, no había aparecido públicamente. En su momento, la gobernadora defendió su permanencia en los proyectos que encabezaba, al igual que el alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño Ruiz.
En el mensaje dirigido a la opinión pública y a sus amistades, Torres señaló que su decisión de poner “una pausa” a sus actividades es estrictamente personal. “Por ahora, dedicaré más tiempo y atención a mi familia, a quienes hoy, más que nunca, elijo priorizar”, escribió.
Contexto: el retiro de la visa estadounidense a la gobernadora morenista Marina del Pilar Ávila y a su esposo, Carlos Torres Torres, ha generado una oleada de especulaciones y reacciones políticas en la entidad. Aunque el gobierno de Estados Unidos no ha hecho pública la razón oficial, versiones periodísticas apuntan a posibles vínculos indirectos con empresarios investigados por lavado de dinero, así como a la cercanía de Torres con decisiones estratégicas en el gobierno, pese a no tener un cargo formal. La propia gobernadora ha calificado la decisión como “injusta”. En respuesta a la polémica, colectivos ciudadanos y críticos del gobierno realizaron protestas en Mexicali y Tijuana, entre ellas una manifestación simbólica con "carnita asada". Mientras tanto, la mandataria ha reiterado su inocencia y ha insistido en que ni ella ni su esposo han cometido actos ilícitos.
Cargos honorarios bajo presión
Carlos Torres ocupaba hasta este martes los cargos de Coordinador de Proyectos Estratégicos del gobierno estatal y del Ayuntamiento de Tijuana. Aunque no formaban parte de la estructura formal de gobierno ni recibía remuneración por ello, su influencia en la gestión pública era visible.
En Mexicali, promovió la restauración de “La Chinesca”, una emblemática zona de la comunidad china. En Tijuana, impulsó actividades culturales y eventos peatonales en la avenida Revolución. Su papel, tanto él como las autoridades, lo defendieron como una labor honorífica.
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No obstante, el retiro de su visa y el creciente escrutinio público provocaron reacciones como la del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Mexicali, que pidió su salida del ámbito gubernamental. “Que se dedique a sus actividades privadas. Y si desea incursionar en el ámbito público, lo haga conforme a la ley. Aunque sea de buena fe, no puede tener poder sin responsabilidades ni obligaciones legales”, declaró Octavio Sandoval, presidente del organismo empresarial.