La Alianza de Ciudades del Sur de Texas anunció que los Departamentos de Policía de ocho municipios no participarán en operativos federales ni en la aplicación de políticas migratorias implementadas por autoridades federales, debido a la falta de coordinación y transparencia.
En un comunicado conjunto, los alcaldes de McAllen, Mission, Harlingen, Brownsville, Laredo, San Antonio, Edinburg y Weslaco expresaron su rechazo a las redadas migratorias que se han llevado a cabo sin consulta previa a los gobiernos locales. Señalaron que estas acciones han generado confusión, temor y afectaciones operativas, especialmente entre pequeñas empresas, consideradas la base de sus economías.
“Existe una gran preocupación en nuestras comunidades por las interrupciones en su vida diaria y en sus medios de subsistencia causadas por estas redadas”, expresaron los alcaldes Javier Villalobos (McAllen), Norie Gonzalez Garza (Mission), Norma Sepúlveda (Harlingen), John Cowen (Brownsville), Víctor D. Treviño (Laredo), Ron Nirenberg (San Antonio), Ramiro Garza Jr. (Edinburg) y Adrián González (Weslaco).
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Los líderes municipales subrayaron que su responsabilidad es proteger a sus residentes y negocios, y exigieron una mejor coordinación con las autoridades federales. “Instamos respetuosamente a nuestros socios federales a mejorar la comunicación con los líderes locales para que podamos seguir liderando con eficacia y claridad”, señalaron.
La Alianza reafirmó su compromiso con el estado de derecho, la seguridad pública, el desarrollo económico y la confianza de sus comunidades.
Contexto: desde el sábado pasado, agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han intensificado redadas en distintas ciudades de Estados Unidos, principalmente en Los Ángeles, donde se registraron detenciones en zonas comerciales como el Distrito de la Moda, además de operaciones en almacenes y tiendas. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) reportó al menos 118 personas detenidas durante el fin de semana. Las redadas también se extendieron a Omaha, Nebraska, donde casi 100 trabajadores fueron arrestados en una planta, y a zonas del sur de Texas.
Las acciones han provocado una ola de protestas en más de 30 ciudades del país. En Los Ángeles, las manifestaciones derivaron en enfrentamientos con la policía, más de 400 personas arrestadas y denuncias por uso excesivo de fuerza. La alcaldesa Karen Bass y el gobernador de California, Gavin Newsom, criticaron el despliegue de la Guardia Nacional y marines en la ciudad, señalando que se trata de un abuso de poder por parte del gobierno federal.
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Acuerdo, tras diálogo con autoridades mexicanas
La alcaldesa de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Canturosas, informó que tras dialogar con el Mayor de Laredo, Texas, Víctor Treviño, acordaron no cooperar en redadas migratorias ni realizar detenciones. Aseguró que la policía texana se mantendrá como cuerpo de paz y no intervendrá contra migrantes, a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades como Los Ángeles.
Canturosas señaló que, aunque actualmente se registran entre 60 y 100 deportaciones diarias, no hay indicios de una crisis. Sin embargo, dijo que están listos para reactivar albergues si es necesario y cuentan con transporte para apoyar a migrantes retornados. También reconoció que, en el caso de mexicanos, no siempre es posible dar seguimiento a su paradero.
JCVP