En los últimos días, reportes ciudadanos y publicaciones en redes sociales han alertado sobre la aparición de lobos marinos en malas condiciones de salud en las playas de Rosarito, Baja California. Algunos animales presentan heridas visibles, otros agonizan o han sido encontrados sin vida a la orilla del mar, sin que hasta ahora haya una respuesta efectiva de las autoridades.
Grupos animalistas denuncian que, pese a los llamados al 911 y a las instancias ambientales, los casos han sido ignorados o dejados sin seguimiento. Uno de los casos más recientes ocurrió frente al condominio Playa Bonita Rosarito, donde un lobo marino herido permaneció durante horas sin atención. Pero también circulan videos donde se observa a una cría despidiéndose de su madre varada en la Playa Rosarito.
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¿Qué dice la autoridad al respecto?
Contexto: Las autoridades y expertos atribuyen las muertes a la intoxicación por ácido domoico, una fitotoxina presente en algas marinas y relacionada con el cambio climático.
Aunque el Ayuntamiento de Rosarito reportó inicialmente cuatro muertes de lobos marinos, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable estatal, encabezada por Mónica Vega, confirmó que la Profepa ha documentado al menos 40 varamientos de estos mamíferos desde febrero.
El ácido domoico, también conocido como “toxina amnésica de los mariscos”, se genera en ciertas algas marinas y se acumula en peces como la sardina, principal alimento de los lobos marinos. Esta sustancia ataca su sistema nervioso, provocando desorientación, convulsiones y eventualmente la muerte.
¿Qué genera esta toxina?
Todo apunta al cambio climático, según los estudios disponibles”, advirtió Vega Aguirre, señalando que el aumento de la temperatura del agua y otros cambios en el ecosistema marino están favoreciendo la proliferación de estas algas tóxicas.
La situación ya fue calificada como contingencia ambiental por el gobierno municipal de Playas de Rosarito, desde donde se emitió una alerta a la población para no tocar a los animales varados, ya que pueden representar un riesgo sanitario. “Incluso algunos de estos lobos salen a descansar, pero al intentar devolverlos al mar, se pone en peligro tanto al animal como a la persona”, advirtió Vega.
La ola de varamientos también llegó al Congreso local, donde se emitió un exhorto a la Profepa y a la Semarnat para informar y tomar medidas ante lo que podría convertirse en una emergencia ecológica mayor en las costas mexicanas.
Mientras tanto, otros siete lobos marinos lograron regresar al mar por sus propios medios, según autoridades locales, aunque la incertidumbre permanece sobre cuántos más serán víctimas de esta silenciosa amenaza.
¿Y la contaminación?
Esta situación ocurre semanas después de que la Cofepris declarara cuatro playas de Baja California, entre ellas las de Rosarito, como las más contaminadas del país. En Playa de Rosarito 1 se encontraron 1,722 enterococos fecales por cada 100 mililitros de agua, cuando el límite establecido por la OMS para considerar una playa segura es de 200.
Sin embargo, recientemente la alcaldesa de Playas de Rosarito, Rocío Adame, descartó que la aparición de estos mamíferos muertos esté relacionada con los niveles de contaminación.
Ambientalistas advierten que ninguna de las especies afectadas ha recibido atención médica o protección ambiental adecuada, y señalan la falta de protocolos de emergencia por parte de las autoridades locales y federales.
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“El silencio institucional y la inacción están dejando morir a estos animales”, denunció una activista local en Facebook.