Bitácora de un día del gobernador: la jornada comenzaba con un juego de pádel o un trote intenso, seguido de un buen desayuno o agua de jamaica y una larga sesión de videojuegos (FIFA).
Hacia las 11:00 de la mañana, Cuauhtémoc Blanco Bravo comenzaba sus actividades cuando era gobernador de Morelos. A esa hora, llegaba a la Residencia Oficial, Casa Morelos, desde donde despachaba. La mayoría de las veces, recibía a sus secretarios o colaboradores, pero solo para preguntar sobre encargos específicos: "sus negocios, nada de la vida política y social del Estado".
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A las 14:00 horas, comía acompañado de colaboradores mientras veía fútbol o hablaba de trivialidades. De vez en cuando, "más por curiosidad que por interés", preguntaba sobre temas importantes. Ya por la tarde, “comenzaban los juegos de mesa y las copitas”, que a menudo terminaban en fiestas, según narran testigos de estas escenas.
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Cuauhtémoc, sin experiencia ni interés en la política, llegó a la alcaldía de Cuernavaca casi por accidente en 2015. Tres años después, con el apoyo de PES, Morena, José Manuel Sanz y Andrés Manuel López Obrador, fue elegido gobernador, desatando una serie de errores, rupturas y negocios. Así comenzó su historia en el poder.
Lo señalan de tomar decisiones bajo la influencia del alcohol
La Silla Rota conversó con personas que, por temor a represalias, pidieron anonimato, pero una de ellas, Hugo Eric Flores Cervantes, líder del PES y actual diputado federal por Morena, accedió a dar su nombre. Según Flores, desde el inicio del gobierno de Cuauhtémoc Blanco quedó claro que el mandatario nunca tuvo interés real en gobernar Morelos.
"Tendría que decir que al principio de su gobierno, si bien él terminaba decidiendo entre las alternativas que le presentaban, lo hacía generalmente bajo la fuerte influencia de quienes eran sus allegados", explicó. Entre ellos estaban José Manuel Sanz, Víctor Mercado, Samuel Sotelo, entre otros, y también Hugo Eric.
Las decisiones se veían afectadas no solo por influencias externas y desconocimiento de los temas, sino también por el supuesto estado inconveniente en el que se tomaban. "A mí me tocó verlo tomar decisiones en condiciones etílicas. Era muy desafortunado", dijo Flores, quien agregó: "Siendo ya una persona con un carácter tendiente a la agresividad, con alcohol en la sangre esto se agravaba todavía más".
Un gobernador violento y caprichoso
Con el tiempo, Cuauhtémoc Blanco se empoderó y “entendió que ahora sí tenía el poder de hacer y deshacer a su antojo”, según personas cercanas. Sus decisiones comenzaron a reflejar su personalidad paranoide y narcisista: “Es un ser egocéntrico. Todo gira en torno a él, ve a todos como enemigos”, describió una de las fuentes.
Los nombramientos dentro de su círculo se basaban en el beneficio personal y la lealtad incondicional. “Los que le servían, esos sí estaban bien, pero los que se atrevían a mostrar desacuerdo… terminaban en confrontaciones”, coincidieron los entrevistados. Su estilo de liderazgo era “basado en la subordinación”, gritaba e insultaba a sus colaboradores, sin importar el rango.
Las amenazas de despido eran comunes: “Córreme a ese pendejo” o “Te voy a correr, cabrón”. En las reuniones con presidentes municipales, también lanzaba indirectas. En una ocasión, según narró uno de los entrevistados, cuando un alcalde de Morena lo confrontó, Blanco reaccionó diciendo: “Hay que buscar la manera de fregar a este güey… no sé qué, hay que ventilar que está involucrado con el narco o que maneja table dance”.
Un comportamiento similar se dio en las reuniones de la Mesa de Coordinación Estatal, donde confrontaba groseramente a los fiscales.
El gober desinteresado, ausente y aprovechado
Cuauhtémoc Blanco se veía constantemente distraído con su celular en eventos públicos y reuniones, buscando escapar de la realidad. "Teníamos que rogarle que se presentara. Si iba una vez al mes, era mucho", recordó Hugo Eric Flores Cervantes, quien agregó que la seguridad nunca le interesó y que Blanco solo acudía a reuniones en tragedias, pero siempre estaba distraído.
Un ejemplo fue el asesinato del activista Samir Flores Soberanes, donde Blanco no estuvo presente en la Mesa de Seguridad. “El gobernador preguntó por el tema varios días después, pero solo por morbo”, dijo Hugo Eric. Durante la pandemia, Blanco pasaba su tiempo jugando FIFA y mostró lo peor de sí mismo, señalan los entrevistados.
También, presuntamente, estuvo involucrado en actos de corrupción en el sector salud, donde se inflaban precios de insumos médicos. Además, hubo vacunación VIP, donde familiares y colaboradores cercanos presuntamente fueron los primeros en vacunarse. "Los médicos aún no recibían la vacuna y ellos ya estaban protegidos", detalló un testigo.
Flores Cervantes opinó que, contrario a la idea que se tiene del exfutbolista, “es muy inteligente, estratégico, traidor y maquiavélico”. El líder del PES contó que él diseñó un programa para reactivar la economía en Morelos durante la pandemia, pero Blanco no lo concretó. Finalmente, tras una comida y borrachera, Blanco dijo: “No vamos a hacer nada, a la chingada”, contó.
La tóxica relación entre Blanco y Sanz
De acuerdo con las fuentes consultadas, Cuauhtémoc siempre buscó una figura paternal, y durante mucho tiempo esa fue José Manuel Sanz. "Había un gran cariño entre ellos, pero su relación era complicada. Era una relación tóxica: discutían, se decían cosas hirientes y luego actuaban como si nada hubiera pasado", recuerda un testigo. Ambos tenían un carácter explosivo y, en medio de una discusión, no dudaban en mandarse a la fregada.
"La dinámica entre ellos les daba fortaleza. José Manuel le ofrecía a Cuauhtémoc la seguridad que tanto necesitaba", añadió. Mientras Cuauhtémoc no encajaba en ciertos círculos, José Manuel manejaba con soltura el ámbito político. Así comenzó el sexenio, con José Manuel como una figura clave en el gobierno: Cuauhtémoc no tomaba decisiones sin su consejo.
De acuerdo con el testimonio, ambos eran ambiciosos, pero José Manuel lo era aún más. Mientras el gabinete se centraba en el gobierno, él planeaba negocios que beneficiaban a todos, incluidos él mismo. Sin embargo, en menos de un año, su influencia empezó a decaer, especialmente cuando los refuerzos en el gobierno comenzaron a contradecirlo.
Eventualmente, perdió el control y fue investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) debido al Caso Primavera, relacionado con movimientos millonarios sospechosos. Esta investigación fue la excusa para su expulsión del gobierno de Cuauhtémoc Blanco.
Todo lo delegó a su hermano Ulises
“Cuauhtémoc no sabe estar solo y nunca lo está”, comentó alguien cercano a él. Por eso, Ulises Bravo Molina, medio hermano del gobernador, se mudó a Morelos tras la toma de protesta de Cuauhtémoc como gobernador. Abogado y con experiencia política, Ulises asumió el rol de asesor, aunque su sueldo se canalizaba a través de un prestanombres para evitar señalamientos.
Comenzó mostrándose desinteresado en negocios o dinero, ganándose la confianza del gobernador. "Ulises era su mano derecha, su cómplice y todo", recuerda una fuente cercana. Cuauhtémoc delegaba cada vez más tareas a Ulises, quien se convirtió en el contacto principal para resolver asuntos, mientras el gobernador se mantenía distraído en otras actividades. Ante las confrontaciones con Sanz, Ulises utilizó chantaje emocional, lo que llevó a Cuauhtémoc a elegirlo sobre su equipo.
Esto empoderó a Ulises, quien, sin nombramiento oficial, asumió el rol de vicegobernador, reestructuró el gabinete y trajo a sus excolaboradores. “Te puedo asegurar que en esa administración hasta los más pendejos se hicieron ricos”, indicó la fuente.
Media hermana acusa a Blanco de intento de violación
De acuerdo con los testimonios, la Residencia Oficial “Casa Morelos” fue escenario de fiestas privadas durante la administración de Cuauhtémoc Blanco, pagadas con fondos públicos. Se celebraron eventos familiares, incluidos cumpleaños del gobernador y de sus hermanos, donde la casa se transformaba en una discoteca, con música y consumo excesivo de alcohol. También hubo fiestas infantiles y reuniones entre los hermanos del gobernador y sus amigos. Según testigos de estos festejos, además de alcohol, en estos eventos presuntamente se consumían drogas y se invitaba a mujeres extranjeras.
Los excesos a veces derivaban en violencia, como en un cumpleaños de Blanco en 2021, cuando Ulises Bravo golpeó brutalmente a Lui León Luna, su ex pareja. Mientras que, en 2024, se denunció una tentativa de violación por parte de Cuauhtémoc hacia su media hermana, Nidia Fabiola “N”, ocurrida en 2023.
En relación con este caso, la Fiscalía de Morelos ha solicitado ante la Cámara de Diputados un juicio de desafuero para retirar la protección a Blanco Bravo, permitiendo que enfrente el proceso legal y se determine si intentó abusar de su media hermana. El proceso podría durar semanas antes de que se presente a enfrentar la justicia.
Cabe mencionar que, tras solicitar el juicio de desafuero contra el actual diputado Blanco, el nuevo Gobierno de Morelos solicitó la destitución del fiscal Uriel Carmona, la cual fue aprobada por el Congreso local el jueves 6 de febrero.
También habría golpeado a su esposa
Donde también se registraron episodios de violencia fue en su residencia ubicada en Tabachines. En diversas ocasiones, se vivieron confrontaciones sumamente intensas con su esposa, Natalia Rezende; incluso, en una ocasión, un político se vio en la necesidad de intervenir para defenderla, según narra una de las fuentes consultadas.
Existen videos, a los que tuvo acceso La Silla Rota, en los que se observa a Natalia solicitando ayuda a los escoltas del gobernador tras presuntamente haber sido golpeada por su esposo. Pero es ignorada. En el video, se escucha su testimonio:
“Acabo de ser agredida brutalmente por mi esposo. Cuando pido apoyo, nunca me lo brindan. Aquí está mi ojo golpeado, necesito llamar a la policía. A ver, todos ustedes, Leonardo, todos estos son los señores que siempre lo han cubierto”, se escucha en la grabación, mientras se alcanza a ver el rostro de la entonces presidenta del DIF en Morelos.
El verdadero Cuau es el que albureó a Faitelson y La Volpe
Al menos tres personas entrevistadas coincidieron en que Cuauhtémoc es “una buena persona” por su disposición para ayudar a los demás: “Toda su familia ha dependido de él: sus hermanos, sus primos, su madre y, por supuesto, sus hijos”.
También se destacó su apoyo constante a su personal de servicios. Sin embargo, sus inseguridades y miedo a la soledad lo llevan a formar amistades rápidamente y a otorgar confianza sin reservas. “Muchas personas abusaron de su confianza y, en el ámbito de los negocios, le reportaban solo una fracción, quedándose con el resto”, indicó una de las fuentes.
A pesar de esto, reconocieron que él y sus hermanos “carecen de educación y refinamiento”. Para quienes lo conocen bien, su verdadera naturaleza quedó evidente durante la semifinal de los partidos de Liguilla del Apertura 2024, cuando humilló a David Faitelson y Ricardo La Volpe con un comportamiento vulgar. “De manera similar, así gobernó Morelos: sin responsabilidad ni respeto”, concluyó uno de los entrevistados.