Hace dos años, Gustavo Ángel Suárez salió a festejar con sus amigos en un antro la noticia de que iba a ser papá. Regresaban a casa cuando fueron emboscados y algunos de ellos ejecutados por militares que patrullaban las calles de Nuevo Laredo, Tamaulipas, en la madrugada del 26 de febrero de 2023.
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Dos años después, y tras demostrar que los jóvenes eran inocentes y nunca agredieron a los soldados, finalmente fueron hallados culpables de homicidio y tentativa de homicidio los elementos Agustín "N", Bernardo "N", Jorge "N" y Juan Carlos "N". Los acusados comparecieron de manera virtual desde la Prisión Militar Número 1 este lunes.
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El día de los hechos, los militares reportaron que habían sido agredidos por los jóvenes, quienes supuestamente habían realizado una detonación, lo que justificó su reacción de disparar contra los tripulantes de la camioneta. Sin embargo, esta versión ya ha sido desmentida, incluso por las mismas Fuerzas Armadas.
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Así asesinaron a los jóvenes de Nuevo Laredo
Hoy se sabe que Gustavo Ángel y seis amigos (Wilberto Mata, Jonathan Aguilar, Alejandro Trujillo, Gerardo y los hermanos Gustavo y Alejandro Pérez) regresaban de la celebración cuando comenzaron a ser perseguidos por tres camionetas del Ejército, y una de estas los chocó. Los soldados accionaron sus armas a pesar de que ellos estaban indefensos.
De los siete jóvenes que viajaban en la camioneta civil, cinco fueron masacrados por los elementos del Ejército, mientras que dos más lograron sobrevivir: Alejandro y Gerardo, quienes se convirtieron en los testigos clave para condenar a los militares.
Como parte de la audiencia, Alejandro narró que vio a su hermano muerto, tirado en el suelo, mientras los soldados remataban a otros de sus amigos que estaban heridos, por lo que pensó que también lo asesinarían en ese momento.
Uno de los militares se le acercó y le preguntó si quería vivir o morir. Alejandro respondió que quería vivir. La condición era que se declarara culpable de haber disparado y que estaban huyendo de los militares, por miedo de ser asesinado. Accedió a grabar un video, el cual los militares usaron para disfrazar la masacre como un operativo dentro de la ley.
Comprueban que se trató de una ejecución
En marzo de 2023, Alejandro Encinas, entonces subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, fue uno de los primeros en cuestionar la versión de los militares y señaló que había elementos para sospechar que se trataba de una ejecución de inocentes.
Posteriormente, la Comisión Nacional de Derechos Humanos concluyó que todos los elementos apuntaban a que se había tratado de una ejecución y que la Secretaría de la Defensa Nacional debía poner a disposición a los elementos señalados por graves violaciones a las garantías individuales de los siete jóvenes.
Además, se hizo pública una grabación de las cámaras de seguridad en la que se observaba a los militares asesinando a cinco de los siete jóvenes, lo que llevó a la detención de los elementos responsables.
Como parte de la audiencia, el testimonio del capitán Elio Conde fue fundamental para determinar la culpabilidad de los cuatro soldados detenidos, pues declaró que estos dispararon a los jóvenes sin motivo alguno. Además, señaló que actuaron por su cuenta y no recibieron órdenes de su superior.
Falta la sentencia contra los militares
De esta manera, los militares fueron hallados culpables de los cargos en su contra. Sin embargo, será hasta la próxima semana que el juez federal Juan Gonzaga Sandoval, del Centro de Justicia Penal Federal de Reynosa, dé a conocer las penas en su contra.
Los familiares de las víctimas tienen programadas actividades en Nuevo Laredo para conmemorar la muerte de los jóvenes, en un acto en el que finalmente se ha logrado justicia en este caso de ejecución militar contra civiles desarmados e inocentes, quienes solo habían salido a celebrar que su amigo Gustavo iba a ser papá.