Rosa Isela Sánchez Soya, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Puebla, se encuentra en el centro de una controversia tras su inasistencia a la comparecencia programada ante el Congreso del Estado.
La sesión, en la cual se esperaba que la funcionaria rindiera un informe detallado, tuvo que ser cancelada ante su ausencia, lo que ha generado fuertes cuestionamientos sobre la eficacia y responsabilidad del organismo.
Estas son las claves de la polémica
Hasta el momento, ni la CDH ni su titular han emitido un comunicado que explique los motivos del desplante al Poder Legislativo.
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José Luis García Parra, coordinador del gabinete estatal, subrayó que, a pesar de la autonomía de la CDH, su titular tiene la responsabilidad de responder a los llamados del Congreso para el análisis de resultados.
La gestión de Sánchez Soya, quien asumió el cargo el pasado 6 de noviembre de 2024, ha sido blanco de duras críticas por parte de la academia.
Alejandro Guevara Sanginés, rector de la Universidad Iberoamericana Puebla, calificó al organismo como "prácticamente inexistente" debido a su baja productividad.
Los datos revelan una brecha alarmante entre la atención a las víctimas y los resultados tangibles; se estima que la institución emite apenas 7 recomendaciones por cada mil quejas recibidas. Esta disparidad sugiere una baja tasa de resolución y una falta de estrategia efectiva para atender a la ciudadanía.
El Gobierno del Estado ha admitido que existen "áreas de oportunidad y espacios por fortalecer" en materia de derechos humanos. Ahora, queda bajo la responsabilidad del Congreso reprogramar la comparecencia, mientras la legitimidad de la Comisión sigue siendo cuestionada por diversos sectores de la sociedad poblana.
Sánchez Soya tomó posesión en noviembre de 2024 y los señalamientos de baja productividad se dan en el marco de su primer periodo de gestión y la expectativa de su informe anual.
lrc
