Thalía Martínez regresó a su casa después de varios días fuera. Metió la llave para abrir la puerta cuando un calor recorrió todo su cuerpo. En segundos, una explosión de gas natural la envolvió en llamas.
“Tenía un olor extraño, pero no sabía qué olor era porque no es un olor a gas. Al tocar la llave con el cerrojo, se hizo una chispa y fue ahí cuando empecé a sentir mi cuerpo caliente”, recuerda, a dos años del siniestro.
La ola de fuego azul le indicó que se trataba de gas. Logró salir de su hogar y apenas llegó a las escaleras de su departamento, ubicado en Matamoros, Tamaulipas.
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“Al abrir la puerta, entra el oxígeno y es cuando me prendo en llamas; estaba en el segundo piso”, explica a La Silla Rota.
Una de las vecinas la auxilió echándole agua en el cuerpo. Se preguntó por qué había sucedido esto si las instalaciones de su departamento eran eléctricas.
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“Empieza la investigación y es donde se dan cuenta que es una fuga de gas que se filtró a través del drenaje”, narra.
La fuga de gas la atribuyen a la empresa Engie México, la cual tenía unas líneas del hidrocarburo frente al departamento que rentó.
Engie México es la filial de la multinacional francesa Engie, la cual se especializa en infraestructura de gas, electricidad y servicios energéticos.
Dentro de Engie, el Estado francés posee una participación del 23.64% del capital, lo que lo convierte en el socio mayoritario. La empresa tiene presencia en Europa, Asia y América.
En México, Engie opera desde 1989 y, de acuerdo con su página oficial, ha invertido 3,420 millones de dólares en infraestructura energética, creado 20,000 empleos directos e indirectos y beneficiado a más de 2.5 millones de mexicanos.
Engie comercializa gas y electricidad en todo México, cuenta con parques solares, plantas de cogeneración y plantas eólicas. La empresa energética tiene diversas filiales, entre ellas: Energía Mayakan, Gasoductos del Bajío, Tractebel, Electrabel y GRDF.
Tan solo a inicios de este 2025 firmó un contrato con la Agencia de Energía del Estado de Querétaro (AEEQ) para promover el uso del gas natural. Además, en 2024, Engie México realizó un viaje a París con funcionarios de estados como Campeche, Tamaulipas y Nuevo León.
Recuperación de por vida
Thalía sufrió quemaduras en el 70% de su cuerpo y la recuperación se ha convertido en un proceso muy difícil porque implica tres aspectos: físico, psicológico y económico.
En el aspecto físico, Thalía comenta que es un proceso demasiado doloroso que ha implicado múltiples cirugías, recuperación y cuidado permanente.
“Te hacen injertos de tu misma piel que quedó sana. Te quitan la primera capa y te la pegan donde no se perdió, pero es una piel que ya no va a regresar, simplemente queda como una capa finita”, explica.
Además, no puede exponerse directamente al sol, debe usar productos especializados para su piel, debe utilizar ropa de ciertas telas, su cicatrización es más lenta y tiene que usar trajes especializados con costos cercanos a 9 mil dólares.
Salvador, su hermano, comenta que tan solo por una noche en terapia intensiva se pagó más de 100 mil pesos y, mensualmente, debe gastar entre 300 y 500 dólares para su tratamiento.
Más casos de explosiones de Engie
Contexto: Antes de este hecho, en 2022, la empresa Engie México fue sancionada por Alma Rosa Alarcón, actual secretaria técnica de Matamoros, por la explosión por acumulación de gas en una tienda de conveniencia, donde perdieron la vida José y Jair, un empleado y un cliente.
En 2024, una explosión registrada en tuberías de gas natural de la empresa Engie en Ciudad Madero, Tamaulipas, provocó la muerte de Angie y heridas a dos hombres que estaban en un puesto de tacos.
Sin embargo, en esta zona de Ciudad Madero se habían reportado múltiples fugas de gas. Por ello, en mayo pasado, las autoridades pidieron una mesa de trabajo con Engie.
El 15 de enero de 2025, en Querétaro, Alonso Estrada Torres fue víctima de una explosión que lo dejó con el 65% de quemaduras; a los días, falleció. Con el peritaje se determinó que había acumulación de gas natural al exterior de su casa, que se atribuyó a una fuga en la tubería de la empresa Engie.
El año pasado, Engie publicó un comunicado en el que afirmó que “desde hace más de 26 años de presencia en México, nos hemos conducido en cabal cumplimiento de las normas de seguridad establecidas por las autoridades estatales y federales de manera permanente”. Añadió que “por respeto a nuestra empresa y los colaboradores que laboran en ella, no se utilice el nombre de ENGIE como responsable de tan lamentables hechos”.
Sin embargo, para Thalía Martínez y su familia, estas declaraciones no reflejan la realidad. Salvador, su hermano, señala que tuvo una reunión con la empresa, pero que fueron evasivos al reconocer su responsabilidad en el accidente que dejó a Thalía gravemente afectada.
“Nos dijeron cosas como: 'Pudieron ser mil cosas', '¿De dónde sacan que fuimos nosotros?'. Allá hubo excavaciones, se encontró la línea de gas, el departamento de Thalía no tenía tanque, hubo reporte de fuga previo de vecinos y también una explosión previa”, relata Salvador.
Por su parte, Thalía asegura que el acercamiento de las autoridades ha sido distante y que hasta ahora no se ha logrado una solución que atienda su caso.
“El propósito no es crear un conflicto ni mucho menos. Simplemente exigimos justicia, que se reconozca la responsabilidad y que esto no vuelva a pasarle a ninguna otra familia”, finaliza Thalía, quien sigue lidiando con las secuelas del accidente.
VGB
