Nuevo León -La llegada del invierno en Nuevo León estará marcada por una baja considerable en las lluvias, de acuerdo con los pronósticos oficiales. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) anticipa que el acumulado para noviembre, diciembre de 2025 y enero de 2026 se ubicará 35 por ciento por debajo del promedio histórico, lo que podría presionar el abasto en los próximos meses.
Datos de la dependencia indican que en este periodo caerán apenas 41.1 milímetros de lluvia, lejos de los casi 63 milímetros que se registran de forma habitual. Aunque representan un ligero aumento frente a los 37.7 milímetros observados en el mismo periodo anterior, el déficit respecto del promedio sigue siendo considerable.
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Conagua en alerta por lluvias por debajo de lo normal
Según Sáenz, el reto inmediato es administrar cuidadosamente el agua disponible y hacer más eficientes las fuentes existentes: los pozos de la Huasteca y Mina, las galerías de infiltración en Santiago y las tres presas principales de la entidad. Subrayó que corresponde a Agua y Drenaje de Monterrey optimizar la gestión del recurso para enfrentar este periodo de déficit.
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La Conagua considera que el comportamiento del clima obliga a no bajar la guardia. Insiste en que, aun cuando los niveles de las presas se mantienen altos, el estado sigue vulnerable debido a la variación de los ciclos de lluvia y al incremento anual de unos 150 mil habitantes en la zona metropolitana.
Postura del Gobernador: “Las presas están llenas”
Pese a estas advertencias, el gobernador Samuel García sostiene que el abasto para Nuevo León está garantizado. El 2 de noviembre pasado afirmó que este año no habrá trasvase de agua hacia Tamaulipas porque las presas El Cuchillo, La Boca y Cerro Prieto se encuentran a su máxima capacidad.
El mandatario aseguró que las lluvias recientes beneficiaron significativamente a los embalses de la región, lo que permite mantener todo el recurso dentro del estado. Según García, este escenario elimina la necesidad de enviar agua a otras entidades y garantiza el suministro para los próximos meses.
Mientras la Conagua insiste en que el invierno será seco y que la disponibilidad se puede comprometer, el Gobierno estatal minimiza los riesgos y apuesta por la capacidad actual de las presas.