La promesa de "cero impunidad" de las autoridades estatales se topó de frente con la rabia y el dolor de cientos de ciudadanos que este domingo tomaron las calles de Morelia para exigir justicia por el asesinato de Carlos Manzo Rodríguez, alcalde de Uruapan. La manifestación, que inició de manera pacífica, escaló en intensidad al llegar a Palacio de Gobierno, culminando con la irrupción de los inconformes en el histórico recinto.
Cerca de 2 mil personas de la sociedad civil se congregaron en el centro de Morelia. Los manifestantes marcharon con pancartas y consignas que acusaban a los gobiernos estatal y federal de omisión y de haber dejado solo a Manzo en su lucha frontal contra el crimen organizado, principalmente el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La irrupción ciudadana
Al filo del mediodía de este domingo 2 de noviembre de 2025, el contingente se plantó frente a Palacio de Gobierno. Pese a la presencia de un cerco de elementos antimotines y vallas metálicas, el clamor ciudadano superó la contención. En un acto de frustración colectiva, un grupo nutrido de personas forzó las entradas y logró ingresar al primer patio del edificio, sede del Poder Ejecutivo de Michoacán.
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La tensión se disparó. Dentro de Palacio, los gritos de “¡Justicia para Manzo!” y “¡Fuera los narco-políticos!” se mezclaron con el sonido de los pasos firmes sobre el piso de cantera. La acción no buscaba vandalizar, sino ser una muestra tangible de que la ciudadanía michoacana está harta de la violencia y de la inacción gubernamental.
Según reportes de medios locales y videos compartidos en redes sociales, la manifestación se mantuvo firme en el patio central, exigiendo la presencia de altas autoridades. El objetivo era claro: obtener un compromiso real y público del gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, sobre las acciones concretas para esclarecer el magnicidio y, más importante, para frenar la ola de violencia que azota al estado, particularmente en la zona aguacatera de Uruapan.
La muchedumbre irrumpió en oficinas y con mobiliario comenzó a golpear puertas y ventanas, a romper vidrios y tirar muebles desde el balcón. Intentaron prender fuero al histórico inmueble.
Elementos de la policía comenzaron a repeler a los manifestantes, algunos de los cuales fueron detenidos.
La periodista Dalia Villegas, de Quadratín Michoacán, denunció que fue retenida por elementos de la Guardia Civil, quienes le habrían exigido borrar el material que había documentado al interior del palacio de gobierno.
Fiscalía abre carpeta de investigación
La Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE) informó que abrió una carpeta de investigación por los daños registrados en el Palacio de Gobierno de Morelia durante una manifestación, hechos que derivaron en la detención de ocho personas. De acuerdo con la autoridad, los presuntos responsables fueron puestos a disposición del Ministerio Público, que determinará su situación jurídica en las próximas horas.
Según el reporte preliminar, un grupo de manifestantes ingresó esta tarde al edificio histórico y causó daños en al menos 16 áreas, incluyendo la puerta principal. Personal pericial de la FGE acudió al sitio para realizar las diligencias correspondientes, levantar evidencia y cuantificar las afectaciones al inmueble.
Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) informó que las personas detenidas fueron identificadas como Mario Emmanuel “N”, Raúl “N”, Juan Carlos “N”, Pedro Rodrigo “N”, Mauricio “N”, Nidia Georgina “N”, Kitzia Jahari “N” y Alma “N”. La dependencia señaló que el caso será turnado a la autoridad competente para determinar si existieron delitos en los actos de protesta que desembocaron en daños materiales.
El asesinato de Carlos Manzo
Contexto: el asesinato de Carlos Manzo, ocurrido la noche del 1 de noviembre durante un evento público del Festival de Velas en el Centro Histórico de Uruapan, generó consternación en la sociedad michoacana.
Meses antes de su muerte, Manzo denunció la existencia de campos de adiestramiento de exmilitares colombianos y venezolanos operando en la Meseta Purépecha, subrayando que Uruapan, epicentro mundial de la exportación de aguacate, es un territorio en disputa por su alta riqueza económica.
El alcalde no solo fue una voz crítica, sino que activamente promovió el combate a las estructuras criminales. Esta postura, apodada por algunos como la de "El Bukele Mexicano" por su desafío directo, le valió la protección federal, aunque el atentado del sábado pasado demostró que 14 elementos de la Guardia Nacional (como confirmó Omar García Harfuch, Secretario de Seguridad) no fueron suficientes para salvarle la vida.
La irrupción en Palacio de Gobierno de hoy es la manifestación de un pueblo que se siente reflejado en la valentía de un alcalde que se rehusó a callar, y que ahora teme que el costo de esa valentía sea la impunidad. Exigen que la muerte de Manzo no sea solo una estadística más, sino un punto de inflexión para que el gobierno retome el control del estado.
djh