Culiacán, Sinaloa.— El influencer Gerardo Moya, conocido en redes sociales como “El Jerry”, fue asesinado a balazos junto con su acompañante, identificado como Gustavo “N”, la tarde del domingo 16 de noviembre al salir de un autolavado en la capital sinaloense. Ambos fueron atacados dentro de una camioneta de modelo reciente alrededor de las 17:00 horas, de acuerdo con medios locales como Noroeste. Las autoridades acudieron al sitio, pero confirmaron que las dos víctimas ya no contaban con signos vitales.
Minutos antes del ataque, los dos jóvenes habían publicado historias en Instagram: en una aparecían consumiendo cerveza dentro del vehículo mientras sonaba música regional asociada al mundo del narcotráfico; en otra, Gustavo revisaba su teléfono rodeado de latas de cerveza, con un tema que hace referencia al grupo Los Ántrax. Hasta ahora, la Fiscalía de Sinaloa no ha informado líneas de investigación ni confirmado algún vínculo criminal.
¿Quién era “El Jerry”?
Gerardo Moya contaba con una presencia creciente en plataformas digitales. En TikTok acumulaba más de 11,400 seguidores y 905,200 “me gusta”, mientras que en Instagram sumaba más de 7,100 seguidores. Sus contenidos mostraban escenas cotidianas acompañadas de música regional, autos de lujo, bebidas alcohólicas y momentos junto a su círculo cercano de amigos, principalmente Kevin “N”. Su estilo mezclaba humor con un marcado énfasis en símbolos de estatus: vehículos de alta gama, relojes costosos y ropa de marcas exclusivas.
Te podría interesar
Aunque su cuenta principal mostraba una versión más moderada de su vida, “El Jerry” manejaba una cuenta alterna donde aparecía portando armas largas, chalecos tácticos y parches con las iniciales “MF”, asociados a Ismael Zambada Sicairos, “Mayito Flaco”. Tras su asesinato, comenzó a circular un video en el que se le ve exhibiendo armas desde un vehículo, aunque las autoridades no han confirmado relaciones directas con grupos delictivos.
Las publicaciones que antecedieron su muerte
Entre sus últimas publicaciones destacaba una imagen con motivo del Día de Muertos, en la que aparecía con gafas oscuras y una frase que muchos internautas interpretaron con presagio: “A mí pónganme un café en la ofrenda, no vuelvo a tomar agua.” En su cuenta de Instagram mantenía solo una publicación fija, pero era muy activo en historias, donde compartía momentos con su grupo de amigos y escenas de su vida diaria.
Hasta el momento, no se han dado a conocer avances oficiales sobre el doble homicidio, que vuelve a poner en el centro la relación entre figuras de redes sociales, estilos de vida ostentosos y la violencia en Sinaloa.
