Después de ocho años de espera, el nuevo Hospital General de Zona No. 36 “San Alejandro” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) finalmente abrió sus puertas. Desde este jueves comenzó a recibir a los primeros pacientes trasladados de otros nosocomios, marcando así el inicio de operaciones de una de las obras más esperadas en Puebla tras el sismo de 2017.
El hospital inicia funciones con atención en urgencias, hospitalización y consulta externa, respaldado por equipamiento médico de última generación y una plantilla de más de dos mil trabajadores. Entre ellos se encuentran 372 médicos especialistas que operarán en sus 282 camas, 35 consultorios y seis quirófanos. También cuenta con cuatro salas de endoscopía, 10 sillones para quimioterapia y 17 máquinas de hemodiálisis, lo que lo convierte en uno de los complejos hospitalarios más completos de la región.
Hospital San Alejandro afectado por sismo
El antiguo Hospital San Alejandro fue uno de los más afectados por el sismo del 19 de septiembre de 2017, que provocó daños estructurales irreparables y obligó a su demolición en 2022. Desde entonces, miles de derechohabientes fueron canalizados a otros hospitales del IMSS en Puebla, generando saturación en los servicios.
Aunque la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, había anunciado que el nuevo hospital estaría listo en julio de 2025, el arranque de operaciones se concretó tres meses después de lo previsto, representando un avance significativo para el sistema de salud pública en el estado.
La inversión el hospital San Alejandro
La reconstrucción del hospital inició con una inversión inicial de mil 400 millones de pesos; sin embargo, hacia diciembre de 2022, el monto ascendió a 10 mil millones. Para 2025, el Presupuesto de Egresos de la Federación contempla otros mil 253.6 millones de pesos destinados a la culminación total del proyecto.
El nuevo edificio cuenta con siete niveles y una superficie de 32 mil metros cuadrados, donde se distribuyen 180 camas censables y áreas de alta especialidad. Su apertura no solo simboliza la recuperación de una infraestructura médica emblemática, sino también la esperanza de una atención digna y oportuna para miles de familias poblanas. Con este proyecto se permitirá el desahogo de pacientes de otros hospitales de la ciudad de Puebla que ya se encuentran al límite de su capacidad como es el caso del Hospital IMSS La Margarita en donde se la prensa y las redes sociales han documentado la falta de camas, elevadores descompuestos y deficiencia en su servicio, así como diagnósticos erróneos dados a los pacientes.
lrc
