En pleno centro de Acapulco, ante los ojos de ambulantes y transeúntes, un taxista fue asesinado de al menos siete balazos; dos tipos en motocicleta se le emparejaron al auto y le dispararon y luego lo remataron.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE GOOGLE NEWS
Te podría interesar
Eran cerca de las 6:50 de la tarde, cuando sobre la avenida Constituyentes, frente a una tienda de conveniencia, circulaba un taxi color azul a baja velocidad, cuando comerciantes apostados sobre la banqueta escucharon las detonaciones de armas de fuego; luego dos tipos con pistola en mano realizaban sus últimas maniobras antes de desaparecer del lugar.
El conductor no pudo controlar la unidad luego de recibir varios impactos de bala y se impactó contra un puesto, afortunadamente en ese momento no había nadie. Dos mujeres que vendían panes en canastos ni se inmutaron, siguieron ofreciendo su producto, en medio del cierre de la avenida por varias horas y el acordonamiento de la escena el crimen.
Cuando se le preguntó a los comerciantes que frente a ellos, mataron a un operador de un taxi y ellos se encontraba como si nada, respondieron: "Quedamos en medio, no podíamos hacer nada y además tenemos mucho producto que hay que venderlo hoy, porque mañana ya no sirve".
Y es que en Acapulco, la violencia cotidiana, ha generado que los comerciantes ambulantes, pierdan su capacidad de asombro.
Medio hora después de la ejecución, llegaron los servicios periciales de la Fiscalía General del Estado(FGE), a contabilizar y retirar los 17 casquillos percutidos encontrados en la zona del ataque.
Los llamados peritajes realizados luego del crimen, obligaron a las autoridades a cerrar completamente la avenida, impidiendo el paso a la gente, lo que provocó enojo y malestar porque toda la actividad comercial quedó paralizada.
Trabajadores del Servicio Médico Forense (SEMEFO) duraron más de dos horas para poder sacar el cuerpo del taxista del interior de la unidad. Y una hora más tarde llegó la grúa para llevarse el vehículo. Algunos hombres se hicieron de palabras con elementos de la Armada que impedían el libre paso por la banqueta, muy lejos de la escena del crimen.