En medio de la crisis de violencia que afecta a Sinaloa, la Unidad de Rescate del Santuario Ostok, en coordinación con especialistas de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (Azcarm), rescató un león macho de aproximadamente tres años en el municipio de Escuinapa.
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El felino fue encontrado encadenado en un predio rodeado de cartuchos quemados, lo que evidencia la violencia que ha cobrado la vida de alrededor de 360 personas en la entidad.
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Con este caso, ya son 11 los grandes felinos asegurados por Ostok Sanctuary desde septiembre del año pasado, en el marco de los operativos para recuperar fauna silvestre en condiciones de riesgo.
De estos animales, cuatro son leones y siete son tigres, todos bajo custodia temporal en el santuario.
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Así fue el operativo para rescatar al león
El Ministerio Público Federal, adscrito a la Fiscalía General de la República (FGR), aseguró el inmueble donde se encontraba el león y solicitó la intervención de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). Esta última, a su vez, contactó a la Unidad de Rescate de Ostok para coordinar el traslado del animal.
De acuerdo con Ernesto Zazueta Zazueta, presidente de Ostok Sanctuary, el equipo de especialistas viajó a Escuinapa con el equipo necesario para garantizar un traslado seguro.
“Antes del viaje, revisaremos que esté en condiciones físicas óptimas para ser trasladado. Una vez en Ostok, lo pondremos en cuarentena para descartar cualquier enfermedad o padecimiento que requiera atención especial”, explicó Zazueta.
Fauna afectada por la violencia
El incremento de la violencia en Sinaloa no solo ha impactado a la población humana, sino también a la fauna silvestre.
Los felinos rescatados han sido encontrados en propiedades abandonadas o zonas afectadas por enfrentamientos, muchos de ellos en condiciones deplorables.
Zazueta destacó que el santuario ha hecho esfuerzos para brindar atención y cuidado a los animales asegurados, pero mantener a 11 grandes felinos representa un desafío en términos de recursos y logística, especialmente en un contexto donde la violencia también ha impactado las fuentes de ingreso del santuario.
“Han sido meses muy difíciles para todos en Sinaloa. Estamos contentos de poder ayudar y rescatar a estos maravillosos animales, pero necesitamos apoyo de la Profepa para garantizar su bienestar”, enfatizó.
Un llamado a las autoridades
Debido a la creciente demanda de rescates y la falta de recursos para su mantenimiento, Ostok Sanctuary y la Azcarm han solicitado formalmente el apoyo de la Profepa y otras instancias gubernamentales para asegurar el resguardo y la atención adecuada de los animales asegurados.
“Estos animales no la deben ni la temen, y es nuestra responsabilidad garantizar su bienestar”, concluyó Zazueta.
Mientras la violencia persiste en Sinaloa, organizaciones como Ostok Sanctuary y la Azcarm continúan su labor de rescate y rehabilitación de fauna silvestre, aunque el desafío de garantizar su protección sigue latente.