Casa Frida, un refugio para personas LGBT en Monterrey, también enfrenta las consecuencias de las medidas del presidente Donald Trump. La suspensión del apoyo económico por parte del gobierno estadounidense ha puesto en riesgo la continuidad de sus diversos servicios, incluido el albergue. Este proyecto también opera en la Ciudad de México y Tapachula.
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De acuerdo a Raúl Caporal, director del sistema Casa Frida, con la medida de Trump entran en una crisis de sostenibilidad y que tan solo en Monterrey, atienden a unas sesenta personas, que, aunque no todas viven en el refugio, si reciben apoyos de alimentos, legales y psicológicos.
Recordó que el 24 de enero el gobierno de Trump suspendió el apoyo por 90 días para hacer una evaluación de sus envíos al mundo, sin embargo, Caporal no cree que el presidente que rechaza a las personas de esa comunidad, vaya a reactivar la canalización de esos recursos a Casa Frida.
A través de los Programas de Protección e Integración con sedes en Monterrey, Ciudad de México y Tapachula, en promedio, más de mil 500 personas LGBTIQ son beneficiadas anualmente, pero con la medida de Trump, se afecta el financiamiento de Casa Frida ya que el apoyo oficial de Estados Unidos es de más del 60 por ciento.
El propósito de Casa Frida
El refugio en Monterrey fue inaugurado en febrero del año pasado en una casa del sur de Monterrey, y atiende a personas de la diversidad sexual refugiadas, migrantes o desplazadas que viven bajo amenaza o riesgo de crimen de odio en sus países.
A ese lugar, se canalizan personas de la comunidad LGBT con necesidad de protección que identifican organismos como la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) o la Secretaría de Igualdad e Inclusión o la Fiscalía del Estado.
Caporal rechaza hablar de cierre de Casa Frida, pero si acepta que habrá un desbalance económico ya que se ofrecen 55 mil platillos anuales, además de que podría haber una reducción de personal jurídico, psicosocial y en general del sistema operativo.
Por lo que hace un llamado al sector privado y al gobierno estatal y municipales para que coadyuven en la búsqueda de un esquema que permita que sigan sus operaciones para ayudar a las personas, principalmente ahora que vendrán migrantes deportados de Estados Unidos y que son de la comunidad LGBT.
Destaca que la política anti derechos humanos sexuales del presidente Trump vislumbra que ya no regresará el apoyo a este grupo, por lo que también acudirán a gobierno de países europeos entre otros.
"Nuestro equipo trabaja incansablemente para tomar decisiones sobre medidas urgentes a fin de reducir los daños causados por la suspensión de la cooperación del Gobierno estadounidense. Esto implica la movilización urgente de recursos, reubicación de personal hacia donde existe mayor demanda de nuestros servicios humanitarios, nuevas convocatorias al voluntariado, suspensión de proyectos no esenciales y, tristemente, se considerará el cierre operativo de alguna de nuestras sedes", señaló Casa Frida al comunicar la situación que ahora atraviesan.
Confían en que vengan tiempos mejores y que sus servicios serán restaurados a su capacidad y fortalecidos.
Actualmente, en las tres ciudades se pone en riesgo a alrededor de 300 personas que están bajo las medidas de seguridad y protección de los programas de Casa Frida.