El Servicio de Migración y Naturalización de los Estados Unidos recomendó no ingresar al país vecino cruzando el río Bravo a nado, ya que se corre el riesgo de sufrir hipotermia debido a las bajas temperaturas registradas en el sur de Texas.
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La Patrulla Fronteriza informó que en el Valle del Río Grande se han alcanzado temperaturas de hasta ocho grados bajo cero, y la sensación térmica puede ser aún más baja si se toma en cuenta que los migrantes quedan con la ropa mojada tras cruzar el río, lo que provoca un shock térmico.
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Estas temperaturas son inusuales para el Valle de Texas, y para los migrantes provenientes de Centro y Sudamérica, el frío extremo es prácticamente intolerable.
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Andrés García, portavoz de la Patrulla Fronteriza en el Valle del Río Grande, señaló que la Unidad de Búsqueda y Rescate fue movilizada recientemente para asistir a un migrante que sufrió hipotermia después de cruzar el río nadando.
Confirmó que la aplicación CNP One sigue suspendida, así como la emisión de visas humanitarias. No obstante, sí es posible gestionar visas de trabajo y turismo, siempre y cuando se cumplan con los requisitos establecidos.
¿Qué es el shock térmico?
El shock térmico es una condición médica que ocurre cuando el cuerpo se expone a un cambio brusco de temperatura, ya sea al frío extremo o al calor extremo, lo que hace que los mecanismos de regulación de la temperatura del cuerpo no puedan adaptarse rápidamente al nuevo entorno. Este fenómeno puede tener efectos graves sobre la salud, y en el caso del frío, puede llevar a la hipotermia, que es una disminución peligrosa de la temperatura corporal.
En el contexto de los migrantes que cruzan el río Bravo o se exponen a condiciones climáticas extremas en el sur de Texas, el shock térmico puede producirse cuando las personas, al nadar en aguas frías, pasan de un ambiente templado o cálido a las heladas aguas del río, lo que provoca una rápida pérdida de calor corporal.
Después de salir del agua, con la ropa mojada, el cuerpo sigue perdiendo calor de forma acelerada, ya que la ropa mojada no proporciona aislamiento y favorece la transferencia de calor hacia el ambiente frío.
Los niños son más vulnerables al shock térmico y a sus efectos debido a varias razones fisiológicas y de desarrollo. Su vulnerabilidad aumenta en situaciones extremas como las que enfrentan los migrantes al cruzar ríos fríos o estar expuestos a bajas temperaturas sin protección adecuada.