MÉRIDA, Yucatán. - Tomás Garrido y su esposa, Margarita López, son dos personas de la tercera edad que, en 2023, fueron reubicados de su hogar para dar paso al sistema de transporte Ie-Tram. A cambio, las autoridades les entregaron una casa, pero no las escrituras.
TAMBIÉN LEE: Tren Maya pierde litigio contra mujeres y debe reubicar escuela
Para aceptar la mudanza, las autoridades estatales también les prometieron que conservarían una parte de su predio para continuar trabajando y que les reconstruirían el tinglado que les derribaron. En ese espacio, vendieron por años comida, jugos y cocos. La sorpresa de la pareja es que, tras un año y luego de las elecciones del 2 de junio, nada de lo prometido ocurrió.
Te podría interesar
Debido a esta situación, detuvieron la movilidad del Ie-Tram durante al menos dos horas, el argumento fue que el gobierno está por terminar su administración y temen que no se cumpla lo pactado. La pareja instaló un lazo y colgó unas lonas donde se leía:
"Hace 18 meses demolieron mi casa por esta obra del Ie-Tram y no han dado las escrituras de una casa nueva".
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Reclamos sin respuesta de las autoridades
Margarita López explicó que en varias ocasiones intentaron dialogar con las autoridades. Acudieron a distintas dependencias gubernamentales en busca de respuestas, pero nadie les hizo caso.
“Tengo que ir al IMDUT (Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial) pasando hambre y sed para preguntar cuándo cumplirán con lo pactado. Tengo que caminar porque a veces no tengo para el taxi. Yo soy una mujer henequenera, vengo de la hacienda”, reclamó.
La pareja recordó que, a la medianoche del 2 de febrero de 2023, funcionarios del gabinete del Gobierno del Estado de Yucatán los visitaron en su casa para pedirles que desalojaran. Ese día hablaron con Sergio Chan Lugo, director del Instituto de Infraestructura Carretera de Yucatán (INCAY), y Rafael Hernández Kotasek, titular del Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial (IMDUT). Al percatarse de que la pareja tenía la propiedad del predio, firmaron un acuerdo de reubicación.
Una vida de trabajo y su lucha por justicia
El terreno le fue donado a Tomás Garrido en 1988, después de haberse jubilado como supervisor de vías para Ferrocarriles Nacionales de México. En ese lugar inició su negocio y construyó su hogar. A pesar de no haberse negado a colaborar con las autoridades, sabía que no tenía caso hacerlo, ya que, en sus palabras, "era un asunto perdido", esbozó. Aun así, siente que le fallaron, y ahora debe protestar públicamente para defender lo que tanto trabajó y que siente que le despojaron.
SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE LA SILLA ROTA DE GOOGLE NEWS