La desaparición de Neri, una niña de 7 años de edad, y el posterior hallazgo de su cadáver enterrado en una vivienda de San Martín Texmelucan, Puebla, confirman las sospechas de que fueron sus padres quienes la asesinaron y para ocultarlo la reportaron como desaparecida el 1 de noviembre de 2023.
Neri vivió desde los 20 días de nacida con su abuela materna. En mayo de 2022 se mudó con sus padres biológicos que, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado, la habrían asesinado en agosto de 2023, tres meses antes de denunciar su desaparición.
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La historia de Neri
Nacida el 30 de mayo de 2016, la bebé Neri se quedó al cuidado de su abuela materna antes de que cumpliera un mes de nacida como hija de la pareja que formaron Yari N y Ulises Manuel N.
Cuando la niña tenía siete años y seis meses de edad regresó a vivir con sus padres. Yari N, la madre de la menor, se presentó el 1 de noviembre ante las autoridades para denunciar que su hija se le había perdido en el Desfile de las Catrinas en San Martín Texmelucan: se le soltó de la mano para recoger algunos dulces y ella perdió de vista.
Hermanos de Neri fueron obligados a mentir
Aunque se giró el boletín de búsqueda las primeras sospechas de que Neri no había desaparecido surgieron cuando sus hermanas de 13 y 14 años de edad, y su hermano de 12 años, dijeron que tenían más de tres meses sin verla y que su mamá “les dijo que mintieran a a la policía y dijeran que sí la habían visto ese día disfrazada o los castigaría”, dijo el titular de la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución de los Delitos de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares, Alejandro García Badiola.
En varias videograbaciones se logró observar que el día del desfile Yari N salió al Zócalo de San Martín Texmelucan cargando un muñeco vestido con la ropa con la que supuestamente se extravió la niña. Las cámaras de seguridad también la captaron cuando tiró el muñeco en la calle.
Al inspeccionar la casa de Yari N y Ulises Manuel N las autoridades encontraron hacinamiento, nula salubridad y un altar en el que pedían a la Santa Muerte ayuda para “salir del problema, por lo que habían hecho”. Los tres hermanos de Neri tenían meses sin asearse, no comían regularmente, no asistían a la escuela y no sabían ni leer ni escribir, dijeron las autoridades; los tres fueron entregados al DIF.
Los padres de Neri fueron detenidos en los primeros diez días de noviembre de 2023 por el delito de desaparición cometida por particulares. El 23 de febrero de 2024 la fiscalía encontró los restos óseos de un infante que tenía al menos seis meses de haber sido enterrado en una vivienda de San Martín Texmelucan.
Ante el desfase entre el tiempo de la denuncia por la desaparición de Neri y los meses que el cuerpo tenía enterrado se “está en proceso de obtención del perfil genético para determinar si corresponden a Nery S”.
Esta semana, nueve meses después de que se denunciara su desaparición de Neri, aunque realmente había sido asesinada, el fiscal Alejandro García Badiola informó que el perfil genético realizado a los restos encontrados en febrero permitió confirmar que pertenecen a Neri, cuyo asesinato es uno de los 73 contra personas menores de 17 años que se han cometido en Puebla entre enero y junio de 2024.