Puebla celebra este domingo el único debate entre los candidatos a la gubernatura. El oficialista Alejandro Armenta Mier, el opositor Eduardo Rivera Pérez y el aspirante postulado por Movimiento Ciudadano, Fernando Morales Martínez, se disputan el voto de más de 4.9 millones de electores.
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A la cita se llega tras los jaloneos entre los aspirantes sobre el número de debates a sostener. Eduraro Rivera Pérez pedía que fueran al menos dos; aunque en principio Alejandro Armenta Mier se dijo dispuesto a debatir las veces que fuera necesario, finalmente se apegó a que el Instituto Estatal Electoral sólo está obligado por ley a organizar uno.
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Con Alejandro Armenta Mier Morena, el Partido Verde Ecologista de México y el Partido del Trabajo pretenden retener seis años más el Poder Ejecutivo con la alianza Sigamos Haciendo Historia a la que han sumado a los partidos locales Nueva Alianza y Fuerza por México.
El bloque opositor busca recuperar el poder que tuvo en la administración del ex gobernador Rafael Moreno Valle: PAN, PRI, PRD y el partido local PSI conformaron la coalición Mejor Rumbo para Puebla para postular a Eduardo Rivera.
Fernando Morales, el tercero en la disputa, es candidato de Movimiento Ciudadano y aunque sus posibilidades de ganar son nulas no hay que perder de vista que es un viejo conocido de Alejandro Armenta Mier con quien en las elecciones de 2012 intentó ir en fórmula al Senado abanderando al Partido Revolucionario Institucional.
Estas son las propuestas que han hecho
Alejandro Armenta Mier: crear el Banco de la Mujer, construir un valle tecnológico en 100 de los 217 municipios de Puebla, modernizar el transporte público, instalar tres líneas de cablebús, construir tres nuevas líneas de la Red Urbana del Transporte Público (RUTA) y la Universidad del Desarrollo y Sustentabilidad, instalar plantas de tratamiento para el manejo de residuos sólidos; dotar de armamento a los policías, crear un mando único y una Universidad de la Policía.
Eduardo Rivera: entregar tarjetas de salud para acceder a servicios médicos en hospitales particulares, construir mil calles y 500 estancias infantiles, crear universidades públicas y centros regionales para el cuidado de adultos mayores, uso de la tecnología en los rellenos sanitarios, colocar cámaras de vigilancia y lectores de placas en los accesos al estado.
Fernando Morales: retirar la concesión del agua, entregar apoyos mensuales de 5 mil pesos a campesinos y mujeres, atención médica gratuita, verificación gratuita, crear el Instituto del Transporte Público, crear un fideicomiso para fortalecer a micro, pequeñas y medianas empresas, reducir de 3.0 a 2.5 el Impuesto Sobre la Nómina (ISN).
Cuando lleguen a contrastar sus propuestas de forma pública en el Complejo Cultural Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) habrán pasado 43 días desde que el domingo 31 de marzo comenzaron las campañas.
Violencia electoral
El primer asesinato que guarda relación con el proceso electoral ocurrió en julio de 2023: el ex candidato del PAN a la alcaldía de Chiautla de Tapia, Javier Torres Barrera, fue secuestrado por un comando y su cuerpo fue encontrado cerca de la comunidad San Juan del Río.
El segundo político asesinado fue Jaime González Pérez, precandidato de Morena a la alcaldía de Acatzingo: lo mataron el 23 de marzo en su negocio de venta de autos, ubicado en el libramiento a Xalapa. Aljandro Armenta Mier fue alcalde de Acatzingo.
La violencia ha estado presente en toda la campaña: los poblanos han sido testigos del regreso de Eukid Castañón Herrera a la operación política de la mano de quienes fueron sus víctimas en 2018, del allanamiento del Congreso, de una agresión, con tinte político, en contra de Eduardo Rivera Pérez, de asesinatos atribuidos al crimen organizado, de la violencia contra aspirantes a un cargo de elección popular, y de la detención de una candidata a diputada suplente a quien se le atribuyen nexos con el crimen organizado.
Nexos y candidatos poco claros
Ninguna de las coaliciones que compiten ha estado exenta de que se le vincule con grupos presumiblemente delictivos y eso, coinciden analistas consultados, bien podría ser usado durante el debate entre los tres candidatos a la gubernatura.
Eduardo Rivera hizo campaña en Venustiano Carranza, municipio de la Sierra Norte donde es abanderado a la alcaldía Marco Valencia Ávila, el menor de los hermanos del mismo apellido que han sido acusados de estar involucrados en el huachicol.
En Quecholac, municipio del Triángulo Rojo del huachicol el 14 de marzo se hizo pública la postulación para la alcaldía de Guadalupe Martínez Gerardo, hija de Antonio Valente Martínez Fuentes, identificado como uno de los principales huachicoleros.
La candidata es abanderada del Pacto Social de Integración (PSI), partido que va en alianza con PAN, PRI y PRD.
Tampoco Morena se queda fuera de postular a personajes con un historial poco claro: un ejemplo es la candidatura de Juan Lira Maldonado, quien estuvo detenido por supuestamente encabezar una banda dedicada al robo de hidrocarburo, narcomenudeo y la tala clandestina en Chignahuapan, Tetela de Ocampo, Aquixtla, Zacatlán y Ahuazotepec. Ahora es abanderado del partido Fuerza por México (FxM) a la alcaldía de Chignahuapan. Otro personaje es Juan Navarro Rodríguez, expriista y ex alcalde de Ciudad Serdán, que había sido detenido y ahora es nuevamente candidato a la presidencia de Ciudad Serdán, pero con Morena.