Monterrey. - Un venezolano migrante subió a lo alto de una torre de líneas de alta tensión, provocó el caos vehicular, así como el corte de energía eléctrica para evitar se electrocutara, y al filo de las 22:00 horas se mantenía arriba tras 14 horas. Al momento, se logra el rescate y buen resguardo del hombre; será atendido por paramédicos
Con el corte de energía eléctrica afectó operaciones de algunas empresas y negocios de los alrededores.
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Al filo de las 9 de la mañana, quien dijo a los bomberos llamarse Samuel, de 29 años, originario de Venezuela subió a la torre en la Avenida Morones Prieto, en la colonia Esmeralda, en el municipio de Guadalupe, donde hubo necesidad de cerrar la circulación algunos carriles.
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Todavía a las 19:00 horas estaba arriba hasta donde los Bomberos Nuevo León llegaron a dar apoyo con una escalera telescópica para pedirle descendiera.
Los carriles normales de la Avenida Morones Prieto seguían cerrados antes del Puente Guadalupe, lo que generó un caos hasta Calzada San Pedro en Garza García y avenidas que le convergen.
El migrante vestía mallas negras y short azul, luego rompió su playera y con los trozos de tela se ató de manos y pies a la estructura metálica, y desde arriba estuvo lanzando piedras que traía guardadas.
Ismael Duarte, director Operativo de Bomberos de Guadalupe, dijo que la persona argumentó que se subió a la torre porque aquí lo han maltratado, no lo ayudan y no le dan trabajo, por lo que se negaba a bajar porque quería que le garantizaran que no le harían nada.
Por el corte de energía del cableado de 15 mil voltios, varias empresas y negocios tuvieron que suspender sus labores. La avenida Morones Prieto fue colapsada desde el Municipio de Guadalupe, pasó por el de Monterrey y llegó hasta San Pedro en unos 10 kilómetros de longitud.
Samuel, pidió agua y se le entregó un bote, pero a pesar de que se le trata de convencer desista de su intención de privarse la vida, no ha querido descender por alguna de las dos escaleras telescópicas que fueron colocadas.
Lanzó patadas al rescatista, lo amenazó con un pedazo de fierro, pero se le cayó y golpeó una ambulancia.
Un psicólogo habló con él por radiofrecuencia para convencerlo de bajar, pero no hubo respuesta.