GUADALAJARA. - El sujeto que mató a dos secretarias de la UTEG el pasado 6 de marzo, enfrenta un segundo proceso, ahora por matar a su pareja sentimental en un motel. Se trata de Gabriel Alejandro “N” de 20 años, quien fue acusado por la Fiscalía del Estado del delito de feminicidio en agravio de Mónica Naranjo, quien fue encontrada sin vida en un motel localizado en la avenida Washington de la colonia Moderna en Guadalajara.
El Juez Décimo Cuarto Penal en materia de oralidad, encontró los elementos suficientes para abrirle juicio y le dictó prisión preventiva por un año.
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Los hechos ocurrieron el pasado 6 de marzo, luego de que personal de limpieza del motel Gran vía, encontró a una mujer sin vida dentro de una de las habitaciones, presentando heridas de arma blanca.
Para esto Gabriel Alejandro, llegó solo al filo de las 13:50 horas a la negociación para solicitar una habitación, después llegó su víctima a quien la último con un cuchillo y una hacha para dejar el lugar a las 16:00 horas, después se cambió de camisa y se trasladó hasta las instalaciones de la UTEG situadas a dos kilómetros de este lugar para ingresar a atacar a dos secretarias a quien les quitó la vida y dejó malherido a un coordinador del plantel, donde después fue detenido por policías tapatíos.
La Fiscalía del Estado, primero lo presentó ante el Tribunal por el caso de la (UTEG) donde se le vinculó a proceso y se dictó un año de prisión preventiva, en este segundo juicio se le dictó la misma medida quedando internado en el reclusorio metropolitano ubicado en el complejo carcelario de Puente Grande.
Cabe señalar que será el mismo Juez Gustavo Flores Pulido, quien lleve ambos procesos del caso de las dos mujeres victimadas a cuchilladas en la universidad tecnológica, y del motel por lo tanto en este hecho ordenó que estuviera recluido al considerarlo de alta peligrosidad.
Por su parte el director general de los centros carcelarios en Jalisco, José Antonio Pérez Juárez, señaló que el convicto se encuentra en una zona aislada de la demás población, está vigilado todo el tiempo con personal de custodia y psiquiatras, debido a el diagnóstico médico que alertaba que Gabriel, era un sujeto sociópata. No siente arrepentimiento por el daño que causó, y es una persona que puede atacar en cualquier momento.
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