PUEBLA. - El estado de Puebla se prepara para ir de nuevo a las urnas a elegir presidente de la República, su tercer gobernador en los últimos seis años, diputados y presidentes municipales. Abril, mayo y junio se perfilan como un trimestre en el que 4 millones 999 mil 137 personas podrán incidir, mediante el voto, en el futuro del país, del estado y los 217 municipios del estado.
Del 31 de marzo al 29 de mayo Alejandro Armenta Mier, Eduardo Rivera Pérez y Fernando Morales Martínez tratarán de convencer al electorado de que son la mejor opción para llevar los destinos de Puebla los próximos seis años en el cargo que ahora ocupa Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
Armenta Mier se despidió del Senado luego de que el pleno aprobara la licencia que solicitó y que inició a partir del 1 de marzo. Ya no hay vuelta atrás para el hombre nacido en Izúcar de Matamoros que en su segundo intento consiguió ser candidato de Morena a la gubernatura de Puebla postulado también por el Partido del Trabajo, el Verde Ecologista, Fuerza por México y Nueva Alianza.
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La primera vez que quiso ser abanderado fue en la elección extraordinaria que debió realizarse tras la muerte de la exgobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo; sin embargo, Morena y Yeidckol Polevnsky, entonces dirigente nacional de Morena, se inclinaron porque repitiera como candidato Luis Miguel Barbosa Huerta, quien había perdido ante Alonso Hidalgo.
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Armenta, con el respaldo del senador Ricardo Monreal Ávila, impugnó la decisión de su partido y recurrió al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para revertirla; se desistió finalmente de las dos impugnaciones que interpuso, previa reunión con Barbosa y Ricardo Monreal Ávila.
Armenta, pasado priista
Como antecedente de su actual candidatura de Armenta, hay que ir tres décadas atrás, allí el era priista y ahora tiene 7 años como militante de Morena, su paso como prestador de servicio comunitario de Solidaridad en 1996, programa del que en 1990 fue coordinador en el municipio de Acatzingo; en ese mismo año fue juez de registro civil, secretario juvenil de la Confederación Nacional Campesina.
A partir de 1993 comienza su vida política: primero como aspirante y luego como alcalde electo de Acatzingo. Su siguiente paso fue como diputado local de 2002 a 2005 y titular de la Secretaría de Desarrollo Social con el ex gobernador Mario Marín Torres, y su trabajo como coordinador de campaña de Enrique Peña Nieto en las elecciones presidenciales de 2012 y a la postre, de 2012 a 2014, director general del Registro Nacional de Población con Enrique Peña Nieto como presidente.
Marín se encuentra preso en el El Altiplano, penal federal de máxima seguridad acusado de, a petición del empresario Kamel Nacif Borge, dar órdenes para torturar a la periodista Lydia Cacho en diciembre de 2005, luego de que revelara en el libro Los Demonios del Edén que ambos participaban en una red de pederastia.
Su separación del priismo se da en 2017, año en el que asistió “en el Monumento a la Revolución, firma del Acuerdo por la Unidad, Prosperidad y Renacimiento de México, a invitación de la Dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, para continuar la lucha contra la corrupción y el saqueo del país”.
En represalia, en abril de ese año el PRI decidió suspenderle temporalmente la militancia y él, con su renuncia, puso fin a 32 años en el PRI para sumarse al Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados. Siguió vinculado con el grupo del ex gobernador Marín Torres: entre julio y agosto de 2023, José Luis García Parra, coordinador de asesores de Armenta, se vio envuelto en un escándalo por la compra de un Audi R8, un automóvil de lujo que tiene un costo en el mercado de más de 3 millones de pesos, lo que contraviene la política de austeridad trazada desde Palacio Nacional por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
García Parra es sobrino político de Mario Marín y con Armenta trabaja desde los tiempos en que fue titular de la Secretaría de Desarrollo Social y pese a su excentricidad que contrae la austeridad republicana, uno de los principales postulados de la 4T, va en la tercera posición de la lista de candidatos plurinominales de Morena al Congreso de Puebla.
En el Senado, al que Armenta llegó el 29 de agosto de 2019, impulsó la agenda que se fijó desde Palacio Nacional, como nacionalizar el litio, desaparecer al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, que la ciudadanía elija, vía voto directo, a los integrantes del Poder Judicial, o bien la reforma eléctrica.
El Senado fue su trampolín para llegar a la candidatura al gobierno del estado: en el proceso interno de Morena compitió con el diputado Ignacio Mier Velasco, su primo político, al que derrotó logrando 22.3% de los votos contra 21.4 por ciento.
A partir del 1 de marzo Armenta quedó desvinculado del Senado donde fue presidente de la Mesa Directiva, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público y la de Puntos Constitucionales, para, dijo, dedicarse de lleno a preparar su campaña que habrá de iniciar el 31 de marzo.
A Rivera Pérez lo alcanza el PRI
En los últimas dos décadas Eduardo Rivera Pérez se ha consolidado como el alumno más destacado del panismo tradicional poblano: disciplinado, evita la confrontación, se le considera un heredero de la mítica organización de ultraderecha conocida como el Yunque, cuyos orígenes se remontan al año 1953 del siglo pasado cuando operaba sólo en universidades como la UNAM a través del Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (Muro), y el Frente Universitario Anticomunista (FUA) en Puebla.
Nació el 7 de febrero de 1972, tiene 51 años de edad y es originario de Toluca, Estado de México. Está casado con Liliana Ortiz Pérez, desde hace 29 años. Se afilió al PAN desde los 19 años de edad.
De los tres aspirantes a la gubernatura es el único que no tiene pasado como militante priista, aunque el PRI es uno de los partidos que integran la alianza Mejor rumbo para Puebla, integrada además por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Pacto Social de Integración (PSI).
Su primer cargo público lo obtuvo en el año 2000 como diputado federal, en 2008 fue legislador local por representación proporcional y en 2010 candidato a alcalde de Compromiso por Puebla, alianza integrada por PAN, PRD, Nueva Alianza y Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano.
Al obtener el triunfo Rivera asumió la alcaldía de Puebla para el periodo 2011-2014 durante el que mantuvo una confrontación pública con el entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, quien le enderezó una andanada jurídica, a través del Congreso, para inhabilitarlo 12 años para ocupar cargos públicos por supuestas irregularidades detectadas en la cuenta pública 2013 de su administración.
“En Puebla (dijo en su momento Rivera Pérez), se aplica la justicia a modo para perseguir a quien se interponga a los intereses personales de Moreno Valle y su grupo. Todo esto es parte del proyecto de Moreno Valle: quitar del camino a quien es un obstáculo en su intento de seguir controlando a Puebla. Quiere ganar en la mesa lo que no puede ganar en la calle”.
Sin embargo, la fuerza con la que López Obrador y Morena entraron en el proceso electoral de 2018 los obligó a conciliar: Rivera dejó atrás su intención de ser candidato a la gubernatura, posición que también buscaba Martha Erika Alonso Hidalgo, esposa de Moreno Valle, a cambio de que el Congreso se desistiera de la queja que interpuso en el Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Sexto Circuito para impugnar el juicio de amparo que él promovió contra su inhabilitación y la sanción que le impuso el legislativo.
Ricardo Anaya, entonces dirigente nacional del PAN, habría pedido a Moreno Valle que Rivera Pérez fuera postulado a la alcaldía a cambio de que Martha Erika Alonso fuera candidata a gobernadora. Y así fue: Rivera Pérez perdió la alcaldía contra Claudia Rivera Vivanco, la aspirante de Morena, y el triunfo de Alonso Hidalgo debió validarlo el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ante las acusaciones de fraude que hizo Miguel Barbosa Huerta.
Expertos advirtieron un fenómeno en la elección de 2018 en Puebla: un alto porcentaje de electores dividieron su voto entre presidente y gobernador: López Obrador ganó en 88 por ciento de las secciones electorales, pero esa inclinación de la balanza no alcanzó para que Barbosa se llevara la gubernatura. De otra forma: votaron por López Obrador, pero no por Barbosa, sino por Martha Erika Alonso postulada por el PAN, PRD y MC, y los partidos locales Compromiso por Puebla y Pacto Social de Integración. Atrás de la campaña "AMLO sí; Barbosa, no" estuvo la nada célebre Violeta Lagunes recordada más por lanzarle botellas y latas de refresco al perredista Víctor Varela en 2006, año en el que fue diputada federal.
Rivera Pérez volvió a competir por la alcaldía en 2021 enfrentando otra vez a Claudia Rivera, quien buscaba reelegirse, pero ya sin el impulso de López Obrador en la boleta no pudo derrotar a Rivera Pérez, quien a finales de diciembre pasado pidió licencia definitiva como alcalde para preparar su candidatura ahora en busca de la gubernatura.
Fernando Morales, para tener qué contarle a los nietos
Hijo de Melquiades Morales Flores, uno de los dos últimos gobernadores priistas y quizá uno de los mejor recordados en Puebla, Fernando Morales Martínez, militó en el PRI desde 1985, trabajó muy de cerca con Rafael Moreno Valle Rosas a partir de 2015 con quien fue subsecretario de Desarrollo político y participación ciudadana.
Bajo el eterno amparo de su padre en el PRI fue secretario general del Movimiento Ciudadano Juvenil en Puebla y secretario de Planeación y Evaluación del Comité Ejecutivo Nacional del Movimiento Juvenil, consejero nacional, presidente estatal y secretario adjunto a la Presidencia del Consejo Ejecutivo Nacional.
De forma paralela a su trabajo partidista comenzó su carrera como funcionario público: a los 19 años ocupó la Secretaría Particular de la Sindicatura Municipal de Puebla y fue coordinador de asesores en la Comisión Nacional de Caminos Alimentadores y Aeropistas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes cuando tenía 25 años de edad.
Ganó en 2005 su primera elección: fue diputado local en Puebla y, como Armenta Mier, trabajó en el gobierno de Mario Marín Torres: fue delegado de la Secretaría de Desarrollo Social en Tecamachalco, uno de los municipios del Triángulo Rojo del huachicol.
Empapado del trabajo territorial del que en 2009 hacía gala su papá Morales Martínez ganó la elección para ser diputado federal de mayoría relativa: en san Lázaro su paso fue más bien anecdótico. A inicios de 2012 fue dirigente estatal del PRI y junto con Alejandro Armenta Mier se inscribió en fórmula para lograr la candidatura al Senado.
Su cercanía primero con Moreno Valle y después con el ex gobernador panista Antonio Gali Fayad, con quien fue coordinador general de Vinculación Interinstitucional y atención ciudadana, ocasionó que en el PRI se pensara en expulsarlo sobre todo cuando en la elección federal de 2015, como funcionario de Moreno Valle, fue evidenciado por el diputado local del Partido Verde Ecologista de México, Juan Carlos Natale, que reveló una grabación telefónica en la que Fernando
Morales le exigía presionar a los alcaldes del Verde, aliado del PRI, para que apoyaran a los aspirantes de Acción Nacional.
En marzo de 2017 la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI determinó expulsarlo a petición del entonces presidente del Comité Directivo Estatal, Charbel Jorge Estefan Chidiac. Ese año se integró a Movimiento Ciudadano, el partido de Dante Delgado, y aunque su periodo era sólo por tres años, desde entonces ha sido su único dirigente de ese partido en Puebla.
El Congreso, un poder desdibujado
El Poder Legislativo se ha convertido en un trampolín para políticos que sin terminar el periodo para el que fueron electos dejan la legislatura para convertirse en dirigentes de partido, gobernador, titulares de secretarías y recientemente para entrar al proceso electoral.
Entre los cambios se encuentra el del hoy gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina: era diputado por el distrito 13 con cabecera en Tepeaca y tras la muerte del gobernador Miguel Barbosa Huerta ocupó la titularidad del Poder Ejecutivo llevándose a la SEP primero a la diputada Isabel Merlo Talavera y luego al también legislador Jorge Estefan Chidiac.
Luego, con el inicio del proceso electoral 2024, vinieron los mayores movimientos: en los primeros meses de este año 17 diputados pidieron licencia para convertirse en candidatos a la gubernatura, a alcaldes, al Senado de la República, a diputados federales y hay incluso quienes buscarán la reelección.
La disputa por las candidaturas trastoca la configuración con la que venía trabajando el Congreso: en las elecciones de junio de 2021 quedó conformado por 16 diputaciones para Juntos Haremos Historia que integraron Morena y el Partido del Trabajo, y 10 para Va por Puebla conformada por PAN, PRI y PRD.
Esa composición comenzó a desdibujarse este 2024 con la renuncia a la bancada del PRI primero de Silvia Tanús luego de Luis Enrique Rivera Reyes, Laura Zapata Martínez, Norma Sirley Reyes Cabrera y Adolfo Alatriste Cantú, además de Estefan Chidiac. La renuncia a la bancada, no al partido, la encabezó Estefan Chidiac que aspiró a quedarse con la candidatura al Senado, posición que finalmente fue para Néstor Camarillo, el dirigente estatal del partido. Ocurrió lo inédito: el PRI se quedó sin representación legislativa.
Los que se fueron de la bancada priista conformaron el llamado Grupo Plural al que invitaron a las panistas Erika Patricia Valencia Ávila y Lizette Minto García, así como a Eduardo Alcántara Montiel.
Hasta ahora Morena suma 17 legisladores; le siguen el Grupo Plural nueve, lo que lo convierte en la segunda fuerza política en el Congreso; el PAN con seis y el Partido del Trabajo, con cinco; sólo cuentan con un legislador el Partido Verde, PSI, Movimiento Ciudadano, y el PRI.
El grueso de la desbandada comenzó el 20 de febrero: Enrique Rivera Reyes y Antonio López Ruiz fueron los primeros en solicitar licencia a partir de los días 1 de marzo y 29 de febrero, respectivamente. Rivera Reyes buscará la presidencia municipal de Chignahuapan como candidato del PVEM, aliado de Morena; Antonio López Ruiz, coordinador de la bancada del PT, busca la diputación federal por el distrito 11 con cabecera en la ciudad de Puebla.
El 23 de febrero el Congreso aprobó una segunda tanda: Eduardo Castillo López, Néstor Camarillo Medina, Tonantzin Fernández Díaz, Mónica Silva Ruiz, Karla Victoria Martínez Gallegos, Roberto Solís Valles, Guadalupe Yamak Taja, Fernando Morales Martínez y Oswaldo Jiménez López, entre quienes hay militantes de Morena, PAN, PRI, PT y Movimiento Ciudadano. En este bloque ya aparecen Néstor Camarillo Medina, aspirante al Senado, y Fernando Morales Martínez, candidato a la gubernatura por Movimiento Ciudadano.
La salida más reciente de legisladores ocurrió el 28 de febrero: el Congreso aprobó licencias menores a 30 días a Adolfo Alatriste Cantú, Norma Sirley Reyes Cabrera, Laura Ivon Zapata Martínez y Lizette Minto García.
En esa misma fecha Nora Merino Escamilla, diputada local del PT, solicitó licencia mayor a 30 días, y José Iván Herrera Villagómez lo hizo por un periodo menor a 30 días. Minto García es un ejemplo de la inestabilidad legislativa. Duró en el Congreso seis meses: esa posición llegó el jueves 31 de agosto de 2023 tras la muerte de la propietaria Aurora Sierra, el jueves 15 de febrero renunció a la bancada del PAN y el 29 de ese mes pidió licencia.
El 29 de febrero rindieron protesta los diputados suplentes Jorge Luis Vélez Pavia, Pavel Gaspar Ramírez, Patricia Murrieta Palomino, Osvaldo Juárez Ortega, Lucía Morales Herrera, Mayra Estrella Tame Macías, Rosalinda Toledo Castellano y Miriam Ávila Peralta. Los últimos en integrarse al Congreso son Javier del Valle Hernández, César Enrique Hernández Mota, José Miguel Espinoza de los Monteros Gil.
Y aunque pareciera que las aguas se han tranquilizado, seis de los legisladores que pidieron licencia la van a renovar cada 30 días lo que evita que lleguen sus suplentes y obliga a que el Congreso trabaje con 35 diputados, 11 de ellos suplentes y sin experiencia legislativa, cuando debiera operar con los 26 de mayoría relativa y 15 de representación proporcional que marca la ley.
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¿Qué se elige en Puebla?
En las elecciones del próximo 2 de junio en Puebla se elegirá
- Un gobernador o gobernadora
- 41 diputados locales
- 26 diputaciones por mayoría relativa
- 15 diputaciones por representación proporcional (no figuran en las boletas al obtener un espacio en función del porcentaje de votos que haya logrado su partido)
- 217 alcaldes
- 217 sindicaturas
- 1,810 regidurías
- 3 legisladores que representen a Puebla en el Senado (los dos primeros lugares, para los ganadores de la fórmula que postula dos candidatos, y el tercero para el primer candidato de la segunda fórmula con más votos).