El comité organizador del Premio Nacional de Periodismo Científico reconoció a Natalia Mora, corresponsal de La Silla Rota, en el estado de Puebla, con el galardón en la categoría de Estudiantes por su trabajo titulado "Presa Valsequillo, en Puebla: de paraíso natural a cementerio de horror". Este proyecto se destacó por su investigación y narrativa que combinan el rigor científico con la crónica social.
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La pieza periodística, publicada en La Silla Rota el 3 de octubre de 2024, aborda el impacto ambiental y social en la presa Manuel Ávila Camacho, conocida como Valsequillo, ubicada en el estado de Puebla. Este cuerpo de agua, antaño un paraíso natural, de acuerdo con la investigación de la periodista se ha transformado en los últimos años en un sitio marcado por contaminación extrema y el hallazgo de cuerpos, convirtiéndose en un "cementerio clandestino", según registros oficiales.
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El Premio Nacional de Periodismo es una iniciativa de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencias. Se otorga anualmente a periodistas y profesionales dedicados a comunicar la ciencia, con el objetivo de reconocer su trabajo y fomentar la divulgación científica entre los universitarios.
¿Cuáles eran las categorías del Premio Nacional de Periodismo Científico?
El PNPC incluye dos categorías, Profesionales y Estudiantes, cada una con dos modalidades: texto y sonoro.
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Para evaluarlos, un jurado tomará en cuenta aspectos como su rigurosidad periodística basada en ciencia, es decir, que incluyan explicaciones y evidencias científicas que contribuyan a entender las causas y las consecuencias de los fenómenos naturales o sociales. También se valorará su originalidad, que incorporen fuentes científicas, así como su calidad narrativa.
Natalia Mora, corresponsal de La Silla Rota en Puebla obtuvo el galardón en la categoría Estudiantes, modalidad texto. Sobre la obtención del premio, la periodista dice:
“Se siente como un sueño, todavía no logro procesar que es real y me da mucha felicidad y paz porque detrás de esa investigación que me llevó más de un año, hubo muchos sacrificios, además de lágrimas porque era nueva en relacionarme con gente especializada y aprendí mucho sobre el mundo de la ciencia en el camino.
“También, hubo muchos desvelos. Me siento satisfecha y motivada a seguir preparándome, espero que este granito de arena ayude a concientizar sobre la importancia del agua o que al menos la gente voltee a ver el tema”.
Una historia de abandono y tragedia
En su investigación, Natalia Mora expone cómo la urbanización desmedida, la falta de regulación y la negligencia gubernamental han degradado la presa. Alimentada por los ríos Atoyac, Alseseca y Zahuapan, Valsequillo ha recibido por décadas descargas de residuos industriales y domésticos, acumulando metales pesados como plomo, cobre y mercurio que superan los límites normativos.
Además de la contaminación, el reportaje documenta cómo el lugar se ha convertido en un foco de violencia, con el hallazgo de al menos 20 cadáveres entre 2020 y 2023, según cifras de la Fiscalía General del Estado de Puebla. A esto se suma el deterioro de la calidad de vida de las comunidades cercanas, afectadas por olores fétidos, plagas de mosquitos y un entorno inseguro.
El trabajo de Mora no solo se basa en datos y cifras, sino que da voz a los habitantes que han sido testigos del deterioro de ese afluente poblano: “Hace 50 años, el agua era cristalina y fría, incluso la bebíamos sin problema. Hoy, todo está contaminado”, relató Ildefonso Carpinteiro, un vecino de la zona a la reportera.