Tras 17 días de excavación en las fosas de Jojutla, como parte de la tercera diligencia de exhumación, la Fiscalía General del Estado de Morelos reportó el hallazgo de los restos de 18 personas inhumadas de manera irregular. Familiares de víctimas de la violencia denuncian que, a lo largo de estas diligencias, han prevalecido actos irregulares cometidos por personal de la fiscalía.
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Estas fosas comunes, situadas en el panteón municipal Pedro Amaro, fueron abiertas por orden judicial desde 2017, fueron utilizadas por la entonces Procuraduría General del Estado para enterrar cuerpos sin cumplir con los protocolos legales, lo que motivó su reapertura para exhumar restos, tomar muestras genéticas y trasladarlos al panteón Los Recuerdos en Cuautla.
Desde el pasado 6 de noviembre, la Fiscalía General del Estado de Morelos, junto con la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), el Equipo Mexicano de Antropología Forense (EMAF) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), trabaja en la tercera diligencia para la recuperación de los restos. Autoridades de la fiscalía informaron que, frente a un notario público, el equipo de arqueología detalló que las excavaciones han alcanzado una profundidad de 2.80 metros.
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Según informes oficiales, durante los trabajos se han encontrado bolsas plásticas con elementos óseos y prendas de vestir, las cuales han sido tratadas cuidadosamente para preservar su integridad. Además, el análisis de los restos reveló que uno de los individuos presenta clavos intramedulares en ambos fémures y una fractura en una costilla derecha, características que podrían facilitar su identificación.
Irregularidades en el proceso: Familiares
La señora Amalia, tía de Oliver Wenceslao, joven secuestrado y asesinado en Cuautla, e integrante del Colectivo Desaparecidos Tetelcingo y Jojutla, denunció inconsistencias graves en el manejo de restos humanos exhumados de las fosas de Jojutla. Hasta el momento, han sido recuperados 15 cuerpos, pero el proceso ha evidenciado fallas en los protocolos establecidos para la identificación y manejo de evidencias.
Errores en el manejo de restos
Amalia relató un incidente que ejemplifica la falta de rigor. “El jueves pasado, mientras se embalaba a un neonato, apareció un fragmento óseo debajo de la mesa de trabajo. Se colocó en un sobre amarillo, pero al finalizar, el sobre estaba vacío”, explicó. Aunque el fragmento fue localizado después, la omisión de procedimientos como la fijación fotográfica y la cadena de custodia pone en duda la seriedad del trabajo realizado.
Además, mencionó que tres de los restos exhumados presentan condiciones que hacen imposible determinar el sexo visualmente, mientras que en otros será extremadamente difícil obtener un perfil genético por el avanzado deterioro.
Fallas en la planeación y exigencia de responsabilidad
La familia de Oliver también expresó preocupación por el cierre anticipado de los trabajos, programado para el 6 de diciembre. “Este plan fue acordado para cinco semanas de trabajo, pero si la fiscalía no tiene recursos, es un tema de planeación presupuestal que debió resolverse antes”, afirmó Amalia, calificando de inadmisible que la falta de recursos obstaculice la identificación de cuerpos.
Finalmente, dirigió un mensaje contundente a la fiscalía: “Exigimos responsabilidad y cumplimiento de los protocolos. No toleraremos simulaciones ni omisiones. Cada error tiene un impacto enorme en las familias que buscan a sus seres queridos. La fiscalía debe actuar con ética, profesionalismo y moralidad”.
Las familias afectadas reiteran su compromiso de vigilar los procedimientos hasta la conclusión de las exhumaciones, esperando que las autoridades asuman plenamente su responsabilidad.
Sin embargo, en un comunicado de prensa, la Fiscalía de Morelos informó: "Las diligencias continuarán con el propósito de esclarecer los casos de desaparición y garantizar un trato digno a los restos encontrados, en coordinación con colectivos de víctimas y observadores oficiales".
VGB