Manuel R.M. tenía 22 años. El 25 de diciembre, día de navidad, un conductor lo embistió y le arrebató la vida. Él y su padre circulaban en la ciclovía de regreso a casa después de comer hamburguesas. Hasta el momento no hay ninguna persona detenida por este homicidio.
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“Manuel era una persona muy tranquila, extremadamente introvertida. Tenía pocos amigos y con ellos era muy ocurrente. Era una persona que le gustaba el deporte, principalmente la bicicleta, pero también jugaba futbol”, describe su tío Eder.
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Desde muy joven Manuel se convirtió en un apasionado de las bicicletas. Dejó la secundaria para dedicarse a trabajar en talleres donde las componía. Con la habilidad lograda poco a poco armó su propia bici acorde con lo que él soñaba para hacer ciclismo de montaña. Su bicicleta estaba lista para hacerlo.
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El día 24 de diciembre Manuel y su familia celebraron con una cena en casa. Al otro día él y su padre lavaron el camión que forma parte de sus herramientas de trabajo. Después de descansar un rato ambos manejaron bicicleta hacia San Sebastián Tutla. De regreso fueron embestidos por una camioneta a la altura de Ciudad Administrativa. Manuel perdió la vida en el lugar.
La policía municipal de Tlalixtac de Cabrera fue la primera en llegar. En el lugar todavía estaba la mujer que acompañaba al conductor que se dio a la fuga. Recibió atención médica y afirmó ser la dueña del vehículo. Aún así no quedó bajo custodia.
“Hasta este momento no hay ninguna persona detenida. Ya tuvimos un acercamiento con la fiscalía directamente y nos dijeron que ya hay avances significativos, pero todavía no nos podía dar mayor información. Mi hermano iba lesionado de la cadera, pero aún así pudo hacer su declaración y eso agilizó a que las autoridades pudieran tener mayores líneas para las investigaciones”, afirma Eder.
Pese a todo, su confianza está puesta en el sistema de justicia y en la capacidad de las autoridades para sortear las lagunas legales que pudieran presentarse.
En cuatro meses, 5 ciclistas atropellados
Los últimos meses de cada año son los más fatídicos en cuanto a violencia vial. El consumo irresponsable de alcohol conjugado con el volante incrementa el riesgo de muertes por atropellamiento. Tan sólo en los últimos cuatro meses en Oaxaca suman cinco ciclistas a quienes les arrebataron la vida en la vialidad.
Esther Soto, activista fundadora del colectivo Gabi Bici Blanca, explica que es a partir de septiembre cuando aumenta la siniestralidad en el país debido a las distintas festividades que llevan al consumo de bebidas embriagantes.
Las consecuencias de esta violencia vial no sólo quedan en el fallecimiento de la persona. Las secuelas para las familias son profundas. “Yo sé que cualquier fecha pesa, pero la importancia que le hemos dado a esta fecha de convivir, de acercarnos todos no son por las razones que ameritaban ser. Ahora toda la familia de Manuel esta reunida no para celebrar el año nuevo, sino para llevar a cabo su funeral”, explica.
La plataforma Niunamuertevial.mx detalla que a lo largo de 2023 se registraron en Oaxaca 80 muertes de las cuales 4 fueron de ciclistas, 45 peatones y 30 motociclistas. NO detalla una de las muertes.
En 59 casos las víctimas fueron hombres y en 20 casos mujeres. En 40 caso hubo una persona detenida, en 20 se fugaron y en 25 no está identificado. Oaxaca de Juárez encabezó con número de víctimas con 7 peatones, 1 motociclista y 1 ciclista, seguido de Tuxtepec, Zaachila y Tehuantepec.
La plataforma también detalla que a lo largo de 2023 en todo el país se registraron 16 mil fallecimientos en donde 2 de cada tres responsables se dieron a la fuga y el 84 por ciento de las víctimas fueron peatones.