Tras realizarse el operativo conocido como “Zorra” en el complejo carcelario de Puente Grande, la Secretaría de Seguridad dio a conocer los resultados de objetos prohibidos que fueron decomisados en los reclusorios del Preventivo, de Sentenciados y el Metropolitano.
En total había dos armas de fuego del calibre .380 milímetros un total de 132 puntas metálicas, además de 50 teléfonos celulares, tres varillas, cuatro tijeras y más de 500 dosis de droga como marihuana, cristal, cocaína y pastillas psicotrópicas.
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Así lo confirmó el titular de la dependencia Juan Pablo Hernández González.
“Se llevó a cabo una revisión de manera simultánea en los tres centros más grandes la intención de esta revisión es localizar objetos prohibidos o armas que pudieran poner en riesgo la vida de las personas privadas de la libertad”
El Reclusorio Femenil no fue inspeccionado de momento pero las revisiones continuarán, después de seis años que la pasada administración no llevó a cabo dichos dispositivos.
Ante estos hechos, Hernández González índico que fueron separados de su cargo el director de Seguridad y subdirector general de la Vigilancia, argumentando que el encontrar dos pistolas en el reclusorio de mayor seguridad como el Metropolitano y el de Sentenciados refleja una profunda corrupción en el interior de los centros.
“Ya se hicieron un par de cambios en los propios mandos de la policía penitenciaria de los custodios en coordinación con el director y después estaremos revisando perfiles para hacer los cambios en los mandos medios estaremos revisando los protocolos de actuación para cerciorarnos que se estén llevando de manera cabal y con esto evitar que sigan ingresando este tipo de armas o artículos similares a los centros penitenciarios y de momento no sabemos si los celulares estarían relacionados con el tema de extorsión”.
Más de 300 elementos de Seguridad participaron en el operativo de Puente Grande
Los hechos ocurrieron la madrugada de este martes cuando al menos 300 elementos de la Secretaría de Seguridad se presentaron en las instalaciones para de forma simultánea llevar a cabo la inspección en baños, áreas comunes y cocinas.
En el Reclusorio Preventivo, el auto gobierno del Cártel Jalisco Nueva Generación, acostumbraba realizar fiestas que duraban hasta tres días, donde ingresaban grupos musicales y tenían acceso a alcohol, mujeres del reclusorio femenil, celulares y armas de fuego.
Los custodios estaban a las órdenes del líder de los presos y hasta la disciplina era llevada por los mismos. En el Reclusorio de Sentenciados, que es gobernado por el Cártel de Sinaloa con Miguel Ángel Félix Gallardo, fundador del extinto Cártel de Sinaloa, las fiestas eran más tranquilas, pero se realizaban diversas actividades que estaban prohibidas por el reglamento.
En el Femenil, las mujeres podían salir a otros centros carcelarios a prostituirse con los otros internos y al día siguiente eran regresadas a sus celdas, incluso ellas alcanzaron el beneficio de que se les retiró el uniforme reglamentario en la pasada administración a cargo del exdirector de las cárceles José Antonio Pérez Juárez, quien estuvo durante seis años en el cargo y salió el pasado 5 de diciembre por el cambio de administración a la llegada del nuevo gobernador Pablo Lemus Navarro.
Este dispositivo ocurrió a tan solo 11 días de la llegada del nuevo director de los Reclusorios en la entidad José Antonio López Zaragoza y del secretario de Seguridad Juan Pablo Hernández.