FEMINICIDIOS EN YUCATÁN

María y Magdalena, víctimas de feminicidio, después de 10 años entregan sus restos a la familia

La fiscalía nunca investigó su desaparición en 2013, su feminicida confesó el lugar donde enterró sus cuerpos, mismos que fueron rescatados en 2017; sin embargo, el asesino nunca fue procesado por este doble feminicidio

La fiscalía nunca investigó su desaparición en 2013, su feminicida confesó el lugar donde enterró sus cuerpos, mismos que fueron rescatados en 2017; sin embargo, el asesino nunca fue procesado por este doble feminicidio
María y Magdalena, víctimas de feminicidio.La fiscalía nunca investigó su desaparición en 2013, su feminicida confesó el lugar donde enterró sus cuerpos, mismos que fueron rescatados en 2017; sin embargo, el asesino nunca fue procesado por este doble feminicidioCréditos: Claudia Arriaga
Escrito en ESTADOS el

MÉRIDA.- En 2013 desapareció María Susana Monforte Collí, de 55 años, junto con su hija Magdalena Durán, de 32 años. Vivían en el ejido de Plan Chac Pozo II, en el municipio de Tekax, Yucatán. Cuatro años después, en 2017, sus osamentas fueron encontradas en la única fosa clandestina de la que se tiene registro en la entidad yucateca. Nunca se publicaron las fichas de búsqueda y el 12 de junio pasado sus restos fueron entregados, finalmente, a su familia

Las dos se dedicaban a trabajar en sus tierras. Vivían alejadas de la cabecera municipal de Tekax porque les gustaba la tranquilidad. Ganaban dinero vendiendo la fruta que cosechaban. Sus feminicidios sorprendieron a toda la comunidad, quienes las describen cómo personas tranquilas.

“Como representante, las conocí porque se llevaban bien con nosotros, se llevaban bien con los socios, su parcela estaba a espaldas de la mía junto a cuatro lotes. Vendían fruta que cosechaban de sus tierras en el centro de Tekax, eran tranquilas y no se metían con nadie”, relató en entrevista el representante del ejido de Plan Chac, José Reyes.

María Susana tenía siete hijos. Fue José Durán quien se percató de sus ausencias. Explicó que acudió a interponer la denuncia por la desaparición de ambas a la agencia de la Fiscalía General del Estado (FGE) del municipio. Sin embargo, aseguró, nunca publicaron una ficha de búsqueda, ni se hicieron diligencias para encontrarlas. 

Los restos de ambas mujeres fueron hallados en 2017. José, uno de los hijos mayores de María y quien vive a la orilla de la carretera, observó el operativo en el que recuperaron los restos de su mamá y su hermana. Describió que vio cómo sacaban bolsas de una fosa que servía para cerdos, ahí estaban los cuerpos de su María y Magdalena

Recordó que las encontraron porque el feminicida confesó la ubicación de sus restos. Incluso, a él le avisó el titular de la FGE de Tekax, que en aquel momento respondía al nombre de Freddy.

“Él (Freddy) nos citó y nos dijo que esa persona había declarado y que habían encontrado osamentas de personas, que nosotros vayamos a identificar los huesos”, comentó José, el hijo de María

A través de un recurso de inconformidad de la carpeta de investigación que inició de oficio la FGE de Yucatán, tras encontrar los cuerpos, se logró constatar y conocer las diligencias. La familia reconoció los cuerpos y las pertenencias de las mujeres. 

“Mi hermana tenía una peculiaridad, era alta, pero tenía unos piecitos muy pequeños, usaba zapatos de dos y medio a tres, no más, y se miraban sus piecitos. Tenía un diente que era una coronilla y lo tenía. Mi mamá, el pelo era rústico, negro y grueso, y la persona había confesado detalladamente cómo la había asesinado. Dijo que la golpeó con algo duro en la cabeza y los cráneos tienen rajaduras, tal como mencionó”, relató.

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El asesino de las mujeres responde al nombre de Felipe, vivía a 30 metros de la parcela de María y Magdalena. Actualmente sigue en prisión, pero por otro homicidio. Nunca fue procesado por confesar los feminicidios de María y Magdalena.

Las asesinó porque las mujeres lo denunciaron de robo ante el consejo de la parcela y fue expulsado.

MARÍA Y MAGDALENA CON UN JUSTICIA A MEDIAS

El 12 de junio de 2023, luego de un proceso de más de 10 años, los restos de María y Magdalena fueron entregados a sus familiares. La espera fue larga, acudieron todos los hijos e hijas que le sobreviven a María, los hermanos de Magdalena. Se reunieron en el Servicio Médico Forense (Semefo) en Mérida para esperar la carroza fúnebre que trasladó sus restos hasta Tekax. 

Fue hasta el martes 13 de junio que las despidieron en una ceremonia a la que acudieron todos sus familiares y amistades. Las recordaron solemnemente. Sin embargo, aún buscan verdad y justicia.

“Nos dolió que nos ignoraran las autoridades y que no nos tomaran en cuenta, que un caso tan grave como el de mi madre y hermanita lo dejaron a un lado y que no le tomaran la importancia que debían. Muchas veces les suplicábamos que nos hicieran caso y no lo hicieron”, denunció Uendi Durán, otra hija de María.

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Lamentaron que, por 10 años, la fiscalía de Yucatán fuera omisa en la investigación. Aunque la familia visitaba la agencia de Tekax para obtener información, se las negaban. 

“La verdad son dependencias que no están para ayudar, nomás están por el dinero. Qué triste, porque son personas que pone el gobierno para que resuelva nuestros casos y nos cierran las puertas. En nuestro caso perdieron las pruebas ¡Perdieron la carpeta de investigación! ¿Cómo es posible se pierda una carpeta de investigación de un caso como este?”, reclamó José.

En el camino a recuperar a su madre y hermana, la familia Durán Monforte interpuso un amparo en contra del Congreso de Yucatán para exigir se legisle en la materia de desaparición forzada.

Según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas del Gobierno Federal, de 1962 -fecha en que inicia el registro- a junio de 2023, en Yucatán existen 340 personas no localizadas y desaparecidas. Mérida, Progreso y Kanasín son los municipios en donde hay más ausencias. Del total 250 son hombres y 90 mujeres.