Las cifras de feminicidios en Oaxaca continúan escalando en medio de una creciente ola de violencia. Un nuevo caso azotó la región de ese estado, se trata de Lucila Mejía, una adulta mayor de 73 años de la comunidad mixteca, quién fue privada de la vida y su cuerpo fue quemado después.
Lucila residía en Santiago Ihuitlán Plumas, un municipio de Oaxaca, donde su vida terminó a manos de una persona aún sin identificar. María Elena Ríos, quien sobrevivió a un intento de feminicidio, usó su perfil de Twitter para exigir justicia por Lucila y para lamentar el continuo ciclo de violencia contra las mujeres en el estado. María Elena mencionó que ya hay un sospechoso en la mira, poniendo la responsabilidad en manos de la Fiscalía de Oaxaca para actuar con diligencia y llevar al asesino ante la justicia.
Además de el mensaje que dio en redes sociales puso en redes y posicionó el hashtag #JusticiaParaLucila con la finalidad de que el caso alcance cobertura mediática y la población del país y el mundo conozcan este caso.
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De acuerdo con medios locales, el feminicidio fue la casa de la adulta mayor; su cuerpo fue encontrado dentro de un contenedor de metal. Tras el descubrimiento, los restos de Lucila fueron trasladados a la capital del estado para facilitar las investigaciones y dar con el responsable.
La violencia en Oaxaca es una preocupación constante para los defensores de los derechos de las mujeres. El caso de Lucila es un recordatorio sombrío de la urgencia de acciones concretas y efectivas para proteger a las mujeres en Oaxaca. Mientras las comunidades y las familias continúan llorando la pérdida de vidas, la presión crece para que las autoridades responsables tomen medidas decisivas contra la violencia de género.