TORREÓN.- Este domingo 4 de junio, los ciudadanos de Coahuila tienen una cita con las urnas para elegir a su nuevo gobernador y a los integrantes del Congreso local. Es por ello que todos deben tener claro cuáles son las reglas principales para poder tomar una decisión pensada.
En México, una elección se anula cuando se acreditan conductas ilícitas graves, dolosas y determinantes en el resultado electoral, al afectar algunos de los principios esenciales de una elección, por ejemplo: la certeza, la equidad, la libertad, la autenticidad o la secrecía del voto.
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Lo que hace una nulidad es invalidar los resultados electorales a efecto de que las elecciones se repitan, buscando que el nuevo ejercicio comicial este exento de las irregularidades que afectaron la elección ordinaria.
De acuerdo con el artículo 75 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, las irregularidades en las casillas pueden ser causa de nulidad de las elecciones.
La invalidez de elecciones es la pena más severa que las autoridades electorales pueden imponer a este proceso y los motivos para hacerlo son variados. Aquí te decimos cuáles son:
- Irregularidades en las casillas.
- Que se instalen menos del 25 por ciento de las casillas para la votación. O menos del 20 por ciento para la elección de diputados.
- El candidato ganador es inelegible por cuestiones de ciudadanía, edad, lugar de residencia y/o tiempo de estancia en el país.
- Rebasar el tope de gastos de campaña o adquirir tiempo en radio o TV fuera de lo que dispone la ley.
- Cuando se descubra financiamiento ilícito en las campañas.
Aunque parezca extraño, la anulación de elecciones ha sido una pena común en México. Según cifras del INE, entre el 2000 y 2017, 34 procesos para elegir diputados, senadores o representantes de estado fueron anulados en distintas partes del país, y este número incrementó considerablemente con las elecciones de 2018.
En estos tiempos, nuestro deber como ciudadanos es estar atentos a lo que ocurre en las elecciones para poder ejercer nuestro derecho al voto de una manera más consciente y, en caso de tener la posibilidad, señalar las irregularidades que observemos en el proceso.