Viudas de los 65 mineros que quedaron atrapados en febrero de 2006 en la mina 8 de Pasta de Conchos, en San Juan de Sabinas, Coahuila, deberían recibir pensiones por 342 pesos, que fue el último salario que recibieron sus esposos, pero sólo reciben el pago por 110 pesos.
Se trata de una demanda que llevan presentando ante distintos gobiernos, y este 30 de mayo lo volverán a hacer con la titular de la Secretaría del Trabajo, Luisa María Alcalde, para reiterar su demanda del pago justo de pensiones que les fueron asignadas. Así lo informó la Organización Familia Pasta de Conchos.
Actas ilegales
Recordó que en marzo de 2006, un mes después de ocurrida la explosión que dejó atrapados a los trabajadores -cuyos cuerpos aún no han sido recuperados- en la mina entonces propiedad de Grupo México, la Secretaría del Trabajo aceptó como válidas actas de defunción elaboradas en el Registro Civil del estado, que era gobernado por Humberto Moreira.
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Esos documentos señalaban la fecha de muerte, 19 de febrero de 2006, la hora, 02:10am y las causales. Incluían la firma de los testigos de todos los trabajadores atrapados en Pasta de Conchos.
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Las actas, elaboradas el 25 de marzo de 2006, daban por muertos a los mineros por politraumatismo inmediato, debido a la explosión en el interior de la mina que causó el “derrumbe accidental” de la misma. Las actas indignaron a las familias, y más cuando vieron que hasta testigos incluían los mencionados documentos.
“Ante el reclamo de las familias, volvieron a hacer las actas de defunción omitiendo a los testigos pero dejando los mismos datos”, explicó Familia Pasta de Conchos.
Cotizaban con el triple
Pero mientras se tramitaban esos documentos oficiales, que la organización llama “Actas ilegales”, los mineros fallecidos dentro de la mina “siguieron cotizando en el IMSS con el triple salario por más de un año. Prueba de ello es que en las Memorias Históricas del Instituto Mexicano del Seguro Social los mineros de Pasta de Conchos no están reconocidos como fallecidos en el año 2006 sino en 2007”, informó la organización.
El triple salario fue una prestación que ofreció Grupo México en tanto se concretara el rescate o recuperación de los cuerpos de los mineros.
“A partir del 20 de febrero les pagaron el triple salario y al año cuando la empresa decidió que no los iba a sacar los dio de baja del Seguro social pero cotizaron muertos. El monto para cotizar es de 342 pesos pero les dan 110 pesos”.
Esa es la cotización que demandan las viudas y que no han tenido, a pesar de que ya han pasado 17 años de la tragedia que dejó 65 mineros fallecidos, 63 de ellos aún atrapados dentro de la mina 8.
A la fecha a las familias no se les reconoce el triple salario ni se les hace el cálculo con el salario integrado, sino sólo sobre la base de 110 pesos diarios, con lo cual la pensión que reciben es de 3 mil 110 pesos al mes.
Es por eso que este 30 de mayo los familiares le volverán a pedir a la Secretaría del Trabajo el pago de una pensión justa.
MRV