La declinación a medias del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Coahuila a favor de Morena, no influirá en el resultado de los comicios que se llevarán a cabo este domingo 4 de junio en el norteño estado para elegir al nuevo gobernador.
Así lo considera el politólogo y académico de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, Jorge Márquez, quien de entrada asegura que nunca había visto lo que ocurrió el sábado 27 de mayo, cuando la dirigencia nacional del PVEM anunció su declinación a favor del candidato de Morena, Armando Guadiana, pero dos horas después el candidato verde y de la Unidad Democrática de Coahuila, Lenin Pérez Rivera, así como la dirigencia estatal, negaron dicha declinación y advirtieron que seguirían adelante con la campaña.
Fue la dirigente nacional del PVEM, Karen Castrejón, acompañada del senador del mismo partido, Manuel Velasco y el presidente de Morena, Mario Delgado, quienes dieron a conocer la decisión, sin la compañía de dirigentes nacionales ni del candidato Lenin Pérez Rivera.
Durante el anuncio, Delgado dijo que con dicha decisión se comenzaba a configurar el 2024, año en que habrá elecciones por la presidencia de la República y nueve gubernaturas.
La decisión se dio luego de una semana en que Morena hizo reiterados llamados a sus aliados el Partido del Trabajo y el PVEM -que en la elección coahuilense participan solos- a declinar por Morena y apoyar al candidato Guadiana, que enfrenta un hándicap electoral, ya que desde que inició la campaña en abril pasado, en las encuestas ha ido detrás de Manolo Jiménez, representante de la Alianza Ciudadana por la Seguridad, conformada por el PRI, PAN y PRD.
Verde, cuestionado y partido
Márquez fue consultado por La Silla Rota sobre si a una semana de los comicios, el anuncio del Verde podría ayudar a inclinar la balanza a favor de Guadiana. Su respuesta fue que no, debido a la amplia ventaja del candidato priista y a la poca presencia del PVEM, que en las encuestas va en último lugar.
La última encuesta publicada por Mitofsky, el 9 de mayo, mostraba al candidato priísta con 44.3 por ciento de las preferencias, al de Morena con 27.6, al del PT -Ricardo Mejía- con 11.6 y al del Verde-UDC con 5.5 por ciento.
El analista prevé que algunos votos verdes sí se irán para Guadiana. Serán de aquellos que busquen quedar bien con la dirigencia nacional, pero serán pocos e insuficientes para decidir una elección en la que Manolo Jiménez parece inalcanzable por la ventaja que lleva, según las encuestas.
“El Verde está cuestionado en Coahuila, va a jalar por donde dice la dirigencia local y van a apostar, quizás desde ahorita a una de dos, o a demostrar músculo para poder negociar más fuerte con la diligencia nacional su permanencia con el oficialismo y si no, pues romperán porque si la dirigencia del PVEM está desconociendo lo que dice la nacional es porque ya tienen asegurados unos carguitos ahí con Manolo Jiménez”, pronostica el analista.
“Porque tampoco el partido verde es tan grande, no siento que los derrotados aquí de Coahuila vayan a caber allá a nivel nacional. Creo que van a seguir moviendo lo que ya están moviendo y que ya tienen asegurados unos cargos a nivel local, entonces no será una pérdida de gran cosa para Morena”.
Un hecho inédito
Márquez quien es investigador del Centro de Estudios Políticos de la FCPyS de la UNAM, afirma que nunca había visto que un partido anunciara que declina en favor de tal partido y que la dirigencia local abiertamente dijera que no es cierto.
“Nunca han estado conformes, pero más bien se quedan callados. Eso es un nivel de crispación, de molestia, de pérdida de autoridad de los partidos muy fuerte. En específico en este caso, es muy grueso, pienso que hay una cantidad importante de gente del Partido Verde, militantes que no les gusta ir con Morena”.
Aunque han ganado cosas, también el Verde ha sido bastante maltratado por Morena en algunas elecciones.
“Va a ser más rígida la negociación del Verde con Morena. En ese sentido ahora el PVEM pudiera desconocer a la dirigencia local para que no les estropee en esa negociación, pero si hace eso, pues el riesgo es que otras dirigencias locales también se rebelen y se vayan con la Alianza y entonces el Verde tendrá menos canicas para negociar para las elecciones del 24”.
“Es una cosa difícil para el verde. Acuérdate que ganó un montón de diputados y senadores, porque iban con José Antonio Meade en 2018, después lo traicionó -Manuel Velasco anunció la adhesión de legisladores a la 4T el 1 de septiembre de ese año- y se fueron con Morena una vez que ya perdió la elección del PRI. Luego, aunque es un aliado de Morena, si uno revisa elecciones locales, el Verde no se ha aliado siempre con el partido del presidente. Es decir, no es que mantenga la línea de total autonomía frente a Morena, es bastante subordinado, pero en lo local se ve que hay ciertas negociaciones”, observa.
Añade que las dirigencias locales tienen cierta fuerza, como ocurrió en Campeche -estado donde el ahora dirigente del PRI, Alejandro Moreno, fue gobernador.
“Acuérdate que Alito pues será del PRI, será de la Alianza, pero es un personaje del sureste también, entonces ahí se va viendo igual que ahora, raro, no. Justo lo que les interesa a los Moreira y Alito que son Coahuila y Campeche, respectivamente, es que el Verde no vaya con Morena. Está muy claro que este partido tiene un canal de comunicación y de negociación real con el PRI y eso implica que también lo puede tener para el 24 y ahí es donde puede subir su apuesta el verde para el 24.
“Esos tres, cuatro o cinco puntos que puede tener el verde más el hecho de que ya tiene dos gobernadores, entonces yo creo que se volvió interesante”, explica.
Pero, así como puede negociar, el PVEM puede romperse y algunos comités locales optar por apoyar la alianza el próximo año, concluye.
MRV