Saltillo, Coahuila.- En Coahuila, el PRI no está moribundo, como podría sospecharse en el resto del país. Ahí aún gobierna y Manolo Jiménez, su candidato a la gubernatura para este añorealiza mítines masivos con templete, carpa, sillas, pendones con su nombre y su rostro y asistentes que van con su gorra y su playera del tricolor y logos del PAN y del PRD.
En Coahuila, la maquinaria priista de 94 años luce como nueva: aceitada y organizada, y el mitin cuenta con la asistencia masiva de vecinos, de organizaciones de taxistas, con camiones que llevan a los asistentes.
Una maquinaria que nunca ha perdido una elección y ahora es encabezada por Manolo Jiménez, de 38 años. El ex alcalde de Saltillo y ex secretario de Desarrollo Social en la actual administración del gobernador Miguel Ángel Riquelme, nació en la presidencia de Miguel de la Madrid, en los años 80 del siglo pasado, y la gubernatura de José de las Fuentes Rodríguez en el estado. Una maquinaria que este año además incluye a dos partidos otrora rivales: el PRI, el PAN y el PRD.
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Del otro lado, el más cercano rival es el empresario minero y agropecuario Armando Guadiana, el candidato de Morena, que tiene el apoyo de la maquinaria del gobierno federal y del presidente Andrés Manuel López Obrador. Un candidato que como él mismo dijo a La Silla Rota, ve diferente su segunda participación por la gubernatura.
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A diferencia de 2017, ahora Morena gobierna el país y Armando Guadiana ya es más conocido, luego de convertirse en senador en 2018, cargo en el que está de licencia, para participar en la contienda electoral.
Atrás, a la zaga están los candidatos del Partido del Trabajo, el ex subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja, que tuvo cargos directivos en el PRI en 1997 y en Movimiento en 2018, y el de la alianza entre los partidos Verde Ecologista de México y la Unidad Democrática de Coahuila, Lenin Pérez Rivera, ex alcalde de Ciudad Acuña.
El verdadero duelo de maquinarias será entre la alianza del PRI, PAN y PRD contra Morena, pronosticó el investigador de Estudios Internacionales de el Colegio de México, Reynaldo Ortega Ortiz.
“Son maquinarias que se han ido construyendo en el caso de Morena rápido, en el del PRI durante muchos años. Será una elección donde los no apartidistas decidirán”, explica a La Silla Rota el también autor del libro Elecciones presidenciales en México, de la hegemonía al pluralismo.
Pero lo harán a partir del conocimiento que tengan del candidato, de su desempeño en los dos debates, uno ya celebrado el 16 de abril -el siguiente el 1 de mayo- de sus propuestas e incluso de cómo sean beneficiados por los programas estatales y federales.
Las campañas
La campaña electoral por la gubernatura dio comienzo el 2 de abril. La elección será el 4 de junio.
La Silla Rota acompañó el lunes 17 al candidato de Morena, Armando Guadiana, a una pega de calcas, propaganda suya, en autos en la esquina de Luis Echeverría y La Nogalera, uno de los puntos con mayor paso vehicular en la calurosa Saltillo, capital de Coahuila.
Al lugar llegó una treintena de integrantes de campaña que apoyaron a Guadiana con banderas, calcomanías y echando porras. El chofer de un camión de manera entusiasta gritó: "¡Ya llegó Armando Guadiana, hijos de la chingada!", se bajó de su unidad, abrazó efusivamente al candidato, volvió a gritar lo mismo que al inicio y se retiró al mando de su pesado camión. Es lo más atractivo que pasó en el evento, donde Guadiana se alterna con el candidato a diputado local, Antonio Castro para hacer las calcas, y le pidió a la gente que vote por él.
Una militante se le acercó y le dijo que iba a votar por él, pero también le comentó que no le gustó su desempeño en el debate, un día antes, porque entre las descalificaciones que hizo a los tres candidatos, destacó la de traidor hacia Mejía.
El mismo candidato al otro día, 18 de abril, acudió a un tianguis en la colonia Ampliación. El candidato saludó a distintas personas, tomó el altavoz y gritó que “el PRIAN ya se va”. Una persona de la tercera edad se acercó, lo saludó y luego se fue, pero Guadiana le pidió regresar y le pidió tomarse una foto, pues le recordó a su madre. Además, ayudó a gestionar una silla de ruedas para una adolescente.
Por la tarde realizó un evento con simpatizantes en la Alberca Comunitaria, también en Saltillo. Ahí se ven más personas reunidas. Acudió con su típico sombrero, un saco y abajo una guayabera blanca. Hay un templete, pero no una carpa para evitar el tremendo sol del desierto. Sí se ven personas con banderas y destacan las del equipo de campaña por sus chalecos guinda, distintivo del partido.
Es un día en que coincidieron los candidatos en Saltillo, pues en el mismo crucero donde estuvo un día antes Guadiana, llegó el candidato del Partido del Trabajo, Ricardo Mejía Berdeja. Un acto que parece similar: poner calcas en camiones, autos particulares y taxis y mientras agitar banderas y gritar consignas a favor de "El Tigre".
Ambas campañas contrastan con el encuentro con la militancia que esa misma tarde tuvo el candidato del PRI-PAN-PRD, Manolo Jiménez, en la colonia Zaragoza, en un camellón, a los pies de la imponente sierra de Zapalinamé. Ahí, había una carpa instalada y unos dos mil militantes, y un candidato que micrófono en mano recorría el templete mientras exponía sus propuestas, como la tarjeta Salud Popular, para consultas y estudios médicos para personas de la tercera edad, y garantizar justicia para las mujeres.
Alrededor del camellón había una fila de taxis y camiones. Debajo de la carpa, hombres y mujeres de distintas edades alzando banderas y portando gorras y camisas alusivas al candidato.
Un acto que al concluir el discurso de Manolo Jiménez se convierte en una toma masiva de selfies con el joven candidato. A los alrededores se ve a los camiones y a unidades de taxi haciendo acto de presencia.
Pero son precisamente los operadores de taxi quienes son un termómetro de cómo ven los saltillenses las elecciones.
Algunos se decantan por Mejía, otros menos por Guadiana, pero casi todos creen que va a ganar Jiménez, aún incluso si no simpatizan abiertamente por él.
Ven al moreirato -conformado por los exgobernadores Humberto y Rubén Moreira- aún fuerte, pese al pleitazo entre ellos, pero los taxistas consultados no dudan en que apoyan a Jiménez.
Por su parte el candidato del PVEM, Lenin Rivera ese día tuvo un encuentro con representantes de medios de comunicación.
Los debates
Eso fue un día antes del segundo debate, organizado por la Coparmex. Un ejercicio comparativo muy distinto al primero, sin porras ni tantas descalificaciones, como ocurrió en el organizado por el Instituto Electoral de Coahuila, que resultó polémico, criticado pero que sirvió para mostrar sobre quién irían los mayores ataques: Jiménez.
Mientras en el segundo debate prevalecieron las propuestas a problemáticas como la falta del agua en el desértico estado, el desempleo en la región carbonífera, la inseguridad o el desarrollo económico, en el primero la nota fueron las descalificaciones de Guadiana a Jiménez, a quien llamó “peñanietito”, a Mejía, a quien llamó “traidor” y a Pérez Rivera, a quien tildó de títere.
Mejía no se quedó atrás y llamó a Jiménez representante del moreirato. Jiménez por su parte le recordó al exsubsecretario que ha estado en distintos partidos.
Pero el momento cumbre fue cuando Guadiana dijo que quería ir al baño pero que mejor no lo hacía porque le fueran a robar su sombrero, el cual, además, prometió rifarlo incluido con la firma del excampeón mundial de boxeo, Julio César Chávez.
En el segundo debate ya no llamó traidor a Mejía e incluso pidió reflexionar e irse de su lado “y no batallar”.
Un bastión priista
Reynaldo Ortega Ruiz explica a La Silla Rota el contexto en que se da la elección. Recuerda que la elección en Coahuila, así como la del estado de México son muy importantes para el PRI.
Pese a que en Coahuila aún gobierna el PRI, el escenario es de más competencia de la que se esperaba, considera. Respecto al primer debate, dice que el candidato de la coalición PRI-PAN, Manolo Jiménez, se mostró con mayor seguridad que el de Morena, Guadiana.
A ello agrega que quien gobernó Saltillo entre 2017 y 2021 y fue el primer alcalde de la capital coahuilense reelecto, es un liderazgo local que ha tenido un desempeño aceptable para la población y mostró en el debate una capacidad de presentar propuestas para la ciudadanía, sin involucrarse en los problemas del pasado.
En el caso de Morena hay un hándicap, ya que se dividió con dos candidatos, el que ganó la candidatura, Armando Guadiana y el otro candidato, Ricardo Mejía, que no aceptó el resultado de la encuesta y se fue al PT.
Un contraste entre Jiménez, que participa en alianza, mientras la oposición va dividida.
“Un PRI, PAN y PRD unificado y tiene de rival a Morena con una división interna”.
Otro detalle en la batalla entre maquinarias es que hay una claridad entre los votantes de quienes han recibido apoyos del gobierno estatal, que tienden a apoyar a la coalición del PRI, PAN y PRD y los que reciben apoyos federales apoyarán a Guadiana, apunta el académico.
El hecho de que el PRI no haya dejado de gobernar y que cuenta con una fuerte presencia de su candidato hace que sea difícil de vencer, añade. En el caso de Morena, la división puede pesar.
La capacidad del PRI
"Después del debate la mejor imagen la tuvo Manolo Jiménez, luego Armando Guadiana y en seguida Ricardo Mejía", dice Ortega, basado en encuestas locales.
“A Jiménez lo conoce la gente, también a Guadiana, pero la capital es muy importante y el apoyo del aparato. Entonces en el debate se esperaba que pusiera en tela de juicio las promesas, el tema de seguridad, salud, no se vio eso. Jiménez mostró una capacidad de administración. Estos factores apuntan a que en el caso de Coahuila el PRI puede y tiene capacidad de retener el gobierno”.
Se le consulta si la tendencia puede cambiar si en caso de que el candidato del PT o Morena declinen uno a favor del otro. Su respuesta es que esa estrategia debió ser al inicio.
“Si ocurre en estas semanas que restan al proceso, puede ser que quienes pensaban a votar por cualquiera de ellos, al ver que declinan simplemente ya no emitan su voto”, concluye.