BULLYING EN NL

“Mamá hoy me morí, luego ya viví”: niño de 6 años sufre bullying; lo tratan de asfixiar

El infante le contó a su mamá que cuando estaba en su salón de clases coloreando, llegó un compañero y le tomó el gorro de la sudadera que traía puesta y lo comenzó a asfixiar

El infante le contó a su mamá que cuando estaba en su salón de clases coloreando, llegó un compañero y le tomó el gorro de la sudadera que traía puesta y lo comenzó a asfixiar
Bullyung.El infante le contó a su mamá que cuando estaba en su salón de clases coloreando, llegó un compañero y le tomó el gorro de la sudadera que traía puesta y lo comenzó a asfixiarCréditos: Especial
Escrito en ESTADOS el

MONTERREY.- "¡Mamá hoy me morí, luego ya viví!", comentó a su madre un niño de 6 años, quien sufrió una especie de asfixia por parte de un compañero de clase en el Instituto Justo Sierra, en el municipio de Guadalupe, Nuevo León. En su cuenta de Facebook, Ana Ortiz compartió un video donde habla sobre el caso de su hijo que ha sido víctima de bullying.

Su hijo Brandon le reveló, llorando, que le quitaban el dinero, lo tiraban, pellizcaban y hasta le daban de puños en la panza, pero la gota que derramó el vaso se registró el pasado 3 de marzo cuando el pequeño fue asfixiado en horario de escuela, en su salón, y la maestra estuvo presente, pero no vio nada.

"Mamá hoy me morí, luego ya viví", le platicó el Brandon a su madre.

Le contó que cuando estaba en su salón de clases coloreando, llegó un compañero y le tomó el gorro de la sudadera que traía puesta y lo comenzó a asfixiar.

Ana Ortiz acusa a Rosa Linda Peña Ortega, directora y dueña del Instituto Justo Sierra, ubicado en la colonia Privadas de Linda Vista, de ignorarla, de no recibirla, de no atenderla y de responder que son mentiras de su hijo, que solamente quiere llamar la atención.

AHHH, ES USTED

"Aaaaaah, es usted, la mamá que quiere tenerlo en una esfera para que no le pase nada", le dijo la directora en otra ocasión y agregó que tenía de testigo a una compañerita que asegura que no pasó nada.

La madre de familia solicitó el reembolso de las colegiaturas de los meses siguientes debido a que retiró al pequeño Brandon del Justo Sierra. Se las entregaron y a cambio le exigieron firmara un documento donde solicitaba la devolución por motivos ajenos al colegio.

Luego se presentó para llevar un documento donde un psicólogo recomendaba atención psicológica a Brandon, y al exigir al plantel se hicieran cargo de ello, la echaron y llamaron al 911.

''Nada más firmé esa hoja y me trataron como un bicho extraño, cuando los bichos son ellos, no yo", acusa.

En tanto la autoridad judicial y educativa no han respondido ni atienden las demandas de la madre de familia.

"Un niño de 6 años no tiene derechos, fui a la Code (Centro de Orientación y Denuncia) y me dicen que contra quién es mi demanda, si el niño que agredió a mi hijo también tiene 6 años tendría que ir al DIF a denunciar mi caso, para que ellos se acerquen a los papás del niño, para ver por qué tiene esas actitudes, no le encuentro una solución, voy a Secretaría de Educación a levantar mi queja y ¿que gané?, Nada. Hay miles de quejas es un libro lleno de quejas, ¿qué puedo esperar yo?", resume Ana Ortiz.

RESPONDE EL COLEGIO

En un comunicado, el colegio Justo Sierra niega los hechos, asume que nada ocurrió y lamenta la situación.

Asimismo, asegura que están a la orden para aclarar, pero actuarán legalmente para defender a los alumnos y el prestigio del plantel.