Una migrante de origen venezolano relató al medio "El Diario de Juárez" las situaciones por las que tienen que pasar cientos de migrantes en su camino a buscar una mejor vida en los Estados Unidos o bien que su estatus se regularice en México para así conseguir una oportunidad laboral. En una de las experiencias relatadas la entrevistada comentó que los ven como muertos de hambre y de mala manera.
Migrantes de diversas nacionalidades se manifestaron esta mañana en las afueras del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua, exigiendo información sobre los 40 migrantes que fallecieron en un incendio que se registró en las instalaciones del INM. Además de pedir respuestas sobre la tragedia, los migrantes también denunciaron malos tratos por parte de las autoridades y falta de respeto a sus derechos humanos.
Una mujer venezolana que se acercó a las instalaciones del INM expresó que en Ciudad Juárez se les trata como perros al verlos pedir dinero en los cruceros, y que si bien su esposo es quien pide, ella siente vergüenza y humillación por los maltratos y las acusaciones de mendicidad. La situación es difícil para los migrantes, quienes han sido hostigados por las autoridades y víctimas de robos e intimidación por parte de otras personas.
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Los manifestantes, entre ellos migrantes de origen centroamericano, exigen saber quién será responsable por el trágico suceso, qué sucederá con las autoridades de Migración que estaban a cargo de su cuidado y cuáles serán las medidas para garantizar sus derechos humanos en el futuro. Asimismo, reclaman ser tratados como personas y no como animales, y que se respete su dignidad y sus necesidades básicas, como el derecho a trabajar y a pedir ayuda para alimentar a sus hijos.
Las condiciones en las que son cautivos en las estaciones migratorias son consideradas por los migrantes como inhumanas, y acusan ausencia de respeto y apoyo de asociaciones internacionales como la ONU. La tragedia ha generado una mayor indignación y preocupación entre la población migrante, quienes se sienten abandonados y desprotegidos por el gobierno y las autoridades correspondientes.
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El llamado de los migrantes es claro: necesitan una respuesta y un compromiso real de las autoridades para garantizar su seguridad y sus derechos humanos. No pueden seguir siendo tratados como delincuentes o animales, y merecen un trato justo y digno. La situación en Ciudad Juárez y en todo el país es difícil para los migrantes, quienes enfrentan una serie de obstáculos y peligros al buscar una vida mejor en los Estados Unidos.
Es necesario que las autoridades actúen con responsabilidad y empatía, y que se tomen medidas para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los migrantes. Todo apunta a que la dignidad humana, como si fuese un artículo, tiene que comprarse o mendigarse.
DJC